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Antes de empezar este capítulo, quiero decir que esta historia fue inspirada por un one shot de Kuroshitsuji que leí, la autora es angyespinozagarcia , sin más que decir espero y les guste el capítulo.

"Nos volveremos a ver Ciel-kun, es una promesa"-Me levanto de golpe y un insoportable mareo se hace presente, tomo mi cabeza con mi mano derecha y la dejo ahí unos instantes con los ojos cerrados, las palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza como un eco que se va alejando a la distancia, quien dijo aquello, porque está en mi cabeza, me pregunto a mí misma, cuando el mareo desaparece, las palabras también, abro los ojos lentamente, divisó en mi brazo izquierdo un suero alimenticio, levantó un poco el brazo para observar más de cerca la aguja que penetro en mi piel, lo observó detenidamente, vuelvo a reposar mi brazo en la colcha y por primera vez me percato de todo lo demás, esta no era mi habitación, o la de un hospital, si no que era una habitación bastante grande a decir verdad, la cama era el doble de mi tamaño, enfrente de la cama había una repisa con un espejo y unas cuantas cosas más, a mi lado derecho divisó más al fondo las puertas de entrada a la habitación, y en la esquina contraria divisó mi mochila de la escuela, el piso estaba tapizado con una alfombra de color gris oscuro que cubría toda la habitación , a un lado de la cama un pequeño buró, que tiene encima una lámpara, y por último de mi lado izquierdo pude divisar una cortina de color rojo que tapaba la luz del sol, si es que era de día, observó por un largo rato la cortina, mientras mi memoria empezaba a recordar todo lo sucedido ayer, o tal vez fue hace días, ya no lo sé, después de un rato todo lo sucedido anteriormente con aquel chico había vuelto a mi memoria, me contaba una historia, sobre que yo en otra vida era su sirvienta, luego de que me contara esa historia me fui furiosa, hasta llegar a la puerta de la reja, escale un poco esta pero como no había comido nada en todo ese tiempo, mis brazos parecían gelatinas por lo débil que estaba y me solté, el me atrapó, me quite de sus brazos, camine un poco y me desmayé.
Escucho que abren la puerta suavemente haciéndome dar un respingo, la persona que entro a la habitación no era ni más, ni menos que el mayordomo, sus ojos se posaron en mi, con una pequeña sonrisa dio la vuelta a la cama, yo lo seguí con la mirada hasta que se detuvo a un lado de mi -Señorita _______ ya ha despertado, es un gusto volver a verla consciente-
-Me voy a casa-
-Esta es su casa-
-No lo es-
-Claro que si señori...-
-Deja de llamarme señorita, estoy cansada de todo esto- tomo la aguja y la saco violentamente de mi brazo un poco de sangre se deja ver en el pequeño agujero donde antes se encontraba la aguja, quito las sabanas que me tapaban y me levanto con brusquedad, pero mis piernas me fallan, caigo, antes de que tocara la alfombra del piso, siento los brazos del mayordomo , me recargo un poco en sus brazos para poder levantarme, el mayordomo me ayuda a llegar de nuevo a la cama y me siento en la orilla, mantengo la mirada fija en mis piernas hasta que escucho hablar al mayordomo.

-Es normal que sus piernas le fallaran estuvo inconsciente 4 días-
-4 días-
-Así es- No dije nada después de eso, solo me puse a pensar en mis padres y en mis hermanos, han de estar muy preocupados por mi, tengo que volver, me deje llevar por mis pensamientos por unos segundos, pero algo cálido que cae sobre mi brazo izquierdo me hace regresar observó mi brazo y lo que pude ver era mi sangre correr en mi brazo, al parecer si me quite con mucha brusquedad la aguja, el mayordomo inmediatamente y sin que me diera cuenta de cuando agarro cosas de primeros auxilios, empezó a curarme primero desinfectando la herida con algodón y alcohol, puso el algodón en mi brazo, me ardió un poco pero se quitó el dolor, después de que limpio la sangre y desinfecto la herida me puso un curita.
-Gracias-
-Fue un placer-Escucho como tocan la puerta, para luego pasar era la chica pelirroja, en sus brazos pude divisar que traía muy bien doblada ropa
-Sebas-Chan traigo la ropa para la señorita_______ como me pediste-
-Gracias Mey-Rin, ayuda a la señorita_______ a ponerse la ropa, las dejare solas, le diré a Bochan que ya ha despertada
-Si, Sebas-Chan -El tal Sebastian nos dejó solas en la habitación, en el momento en que cerró la puerta, la mucama llamada Mey-Rin se acercó a mí con paso rápido haciendo que no se fijara en sus pasos y tropezara, la ropa antes doblada cayó a la alfombra, me levanto rápidamente y la ayudo a levantarse, no sin antes tomar sus gafas y ponérselas rápidamente
-Lo siento ____ digo señorita _________-
-Esta bien no te preocupes, solo no vayas tan deprisa para que no te vuelvas a caer y te lastimes-
-Lo recordaré... Te traje ropa para que puedas cambiarse-
-Cambiarme-Miro hacia abajo y veo que tengo puesto un vestido de esos de pijama que utilizaban antes las mujeres
-Como es que tengo esto-
-Estabas inconsciente y te pusimos algo más cómodo, quieres que te ayude a cambiarte-
-Gracias pero puedo hacerlo sola-Así podría hacer un plan para escapar de aquí
-Esta bien señorita ______ la dejare sola para que pueda cambiarse tranquilamente- En el momento en que dejó la habitación me puse manos a la obra, primero revise la ventana para ver qué tan lejos estaba del suelo, abrí las cortinas y la luz me segó un poco, pero me adapté y abrí la ventana di una pequeña mirada hacia abajo, no era muy alto pero si saltaba así nada más me podría romper las piernas y el escapar sería muy complicado, me quite de la ventana, mire hacia la cama, con rapidez me hacer que a ella, la desatendí lo más rápido que pude, la amarre extremo con extremo para que se haga un tipo de cuerda por donde pueda descender, tome la ropa que me había dejado la mucama, me cambie rápidamente, tome mi mochila no sin antes revisar que no me faltara nada, ya revisado todo me acerqué a la ventana con las sabanas amarradas y antes de dejarlas caer revise que no hubiera nadie abajo o cerca de aquí, dejé caer las sabanas y con cuidado fui descendiendo, la mochila me pesaba un poco pero nada fuera de lo normal, ya abajo mire hacia los dos lados y corrí lo más rápido que pude hacia la reja, llegando a esta tome mi mochila y la lance lo más fuerte que pude hacia el otro lado para quitarme peso al escalar, con mi fuerza recuperada logre escalar la reja sin mucha dificultad, llegue a la cima y salte, me dolió un poco el aterrizaje pero lo soporte tome mi mochila y salí corriendo hacia el camino de tierra.

No sé cuánto tiempo llevo corriendo pero mis piernas y hombro derecho me piden a gritos que descanse, me hacerco a un árbol y me siento bajo este a descansar un poco, mi corazón palpita como loco, mientras pasa más el tiempo mi corazón vuelve a latir normal y mis piernas ya están descansadas al igual que mi hombro, volví a poner mi mochila en mi hombro y continúe con mi camino, voltee hacia atrás por un momento para revisar que nadie me esté siguiendo, no hay nadie, regresó mi vista a mi camino y sigo corriendo.
-Este camino nunca se acaba- Me dije a mí misma mientras me detenía un poco
-El camino es largo a pie- Me quedé helada al escuchar esas palabras que reconocí inmediatamente sin que necesitara darme la vuelta era la voz del chico, voltee hacia atrás de mí y efectivamente el chico estaba ahí observándome, mientras se acercaba a mi
-Todavía queda un largo camino si quieres llegar a la ciudad, se oscurecerá si sigues así, y será muy peligroso-
-Tomare el riesgo-Sin decirle más continúe mi camino caminando, quería seguir corriendo pero mis piernas estaban cansadas de tanto correr, puedo escuchar como el chico me sigue, me detengo y lo volteó a ver
-Deja de seguirme no voy a volver a tu mansión-No dijo nada solo se queda ahí parado observándome
-No dirás nada bien entonces adiós para siempre- Me giré y el chico estaba frente a mí, del susto tropecé con mis propios pies y caí hacia atrás, el chico toma mi mano antes de caer y me jala hacia el, quedamos muy pegados el uno del otro, siento como mis mejillas empiezan a arder un poco, me alejo rápidamente, me acerco a mi mochila para agarrarla.
-Por favor no te vayas-Logró escuchar pronunciar al chico con un tono triste y melancólico, sus palabras me congelan nuevamente , esta vez siento como mi corazón se encoge un poco, volteo a verlo y su expresión se veía triste, sentía algo raro en mi pecho, por alguna extraña razón quería regresar con el a su mansión y quedarme ahí con el, mi mirada se desvía hacia el suelo por un momento, pero luego recupero mis sentidos y tomo con fuerza mi mochila, me la pongo en el hombro y rodeo al chico doy unos pasos, para luego detenerme y sin mirarlo le digo.
-No soy ella-Y continúe caminando.

Ciel X TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora