Capítulo 20

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Eran cada vez más las sensaciones que recorrían la piel y el corazón del menor, estaba intrigado, nervioso, era una faceta que no conocía de la vida del filántropo, esa información que le había confiado y la que faltaba no se encontraba en wikipedia o en algún otro sitio recurrido de internet, eso era casi un secreto, un secreto del tan grande Tony Stark.
-¿Se hicieron amigos?- cuestionó el menor, no necesitaba piedad con las palabras, no, él necesitaba entender el motivo de las palabras que habían salido de los labios del filántropo hace unas horas, ¿Porqué se odiaban tanto? O más bien, ¿Porqué Stark odiaba a Strange? Los ojos del mayor se posaron detenidamente en el rostro del chico, meneó la cabeza levemente y torció un poco los labios.
-Sí y no- esas dos palabras fueron otorgadas como respuesta para el joven las cuales fueron justificadas tan solo unos segundos después.
- No éramos amigos, no era mi persona favorita pero logré soportarlo, solo éramos conocidos. Nos hablamos en veces cuando no teníamos con quién más hacerlo, de hecho en ocasiones nos habían juntado en equipo para ensayos de la universidad. Una vez, una maestra de la cual no recuerdo su nombre- soltó una leve risa en honor a sus fallidos recuerdos de esa etapa, no había sido de sus favoritas así que había olvidado todo lo posible. -nos juntó en un equipo, decidí que sería bueno hacerlo en mi casa, era grande y además mis padres jamás estaban conmigo en ella, mi madre había ido al aeropuerto a recibir a mi padre que recién llegaba de una de sus tantas conferencias en el extranjero. Fue una reunión aburrida, casualmente hacíamos preguntas que en realidad no nos importaban ni en lo más mínimo, cosas como ¿Cuál ah sido la peor cosa que has hecho? Boberías de críos. Entre la plática sin sentido se asomó una verdad de Strange que me hizo reír muchísimo, él resultó ser homofóbico y eso me hizo reír, sonó como mi padre, salió con sus argumentos prejuiciosos, sus leyes, su ética cancerígena, cosas que me resultaron irritantes, yo tenía conocidos gays y la verdad es que me parecían de lo más normal, me daban lo mismo de alguna manera, no me molestaban pero tampoco los defendía, solo los dejaba ser, cosa que él no.
Una vez que habíamos terminado el pesado ensayo de 231 páginas decidí hacer de las mías, quería reírme de él a como lo había hecho antes, quería molestarlo, hacerlo sentir incómodo y quizá así me dejaría tranquilo, así volvería a ser yo, volvería a ser el Tony Stark que mis "mejores amigos" conocían, ese que no hacía más que resaltar, me lo quitaría de encima y nadie diría que éramos amigos.
Lo acompañe hasta la salida de mi casa y antes de que pudiera decir algo tome el cuello de su camisa y lo traje hacia mí.-

En este punto de la historia Peter sentía que había cometido un error al preguntar sobre el tema, sentía que estaba invadiendo la poca privacidad que el mayor se había reservado para él, creyó saber por dónde iba el asunto y solo pudo desviar la mirada, no por la historia si no por la mirada de Stark, que aunque intentaba lucir normal había algo en sus ojos que borraba el bienestar. -Lo besé, apenas mis labios rozaron con los suyos pero aún así fue lo que fue, créeme que jamás me había arrepentido tanto de una acción tan tonta, me alejé de su rostro y pude ver su cara de idiota, tenía los ojos abiertos con demencia y sus mejillas estaban notoriamente rojas, me causó risa, no esperé a que siquiera dijera algo y cerré la puerta justo en su nariz. Me sentí feliz, creí que le había dado una lección a alguien tan común como él. -
Se hizo presente un silencio estremecedor, al menos hasta que Peter rompió el silencio de manera abrupta. -¿Comenzaron a salir juntos?- Tony elevó su mirada y negó con la cabeza. -Sin querer empecé una historia que logró confundir todos mis sentidos, por querer reírme de Strange terminé siendo yo quien la pasaba mal. Ninguno sabía que estábamos haciendo, los celos, los abrazos, las palabras tontas sacadas de cualquier libro barato de poesía, todo eso no era nada más que un juego enfermo de los dos. Un día, Strange se fue con Christen, una chica que en aquel entonces también estudiaba medicina, por mi parte tuve que entender que ese era mi karma, incluso llegue a pensar que yo no estaba hecho para confiarle mi atención y amor a alguien, entendí que yo no estaba hecho para una sola persona, no iba a caer otra vez, salí con una, dos, tres chicas, cada vez eran más y por menos tiempo, él fue feliz al lado de ella y yo quedé como un idiota.-
Peter sentía como las lágrimas se acumulaban en sus ojos, jamás pensó que Stark hubiera tenido esos sentimientos hacia alguien, había sufrido un despecho que lo orilló a pensar que era mejor ser un hombre de compañía y no uno de relaciones formales. -Señor Stark yo... Lo siento, no creí que...- sintió un nudo en su garganta, miró a los ojos del filántropo quien le sonrió de manera leve, no estaba mal, no estaba triste, estaba melancólico pero no lo suficiente como para sentirse frustrado, ahora tenía a Peter y estaba seguro de que se niño no le haría pasar por un mal momento.
-¿Porqué? No hiciste nada malo, es más, velo como si te hubiera leído una historia aburrida y lógica de esos programas Mexicanos de concientización.- dijo Tony intentando pintar de un tono alegre la situación. -Vamos Pet, no te pongas mal, eso ya pasó.- Sentenció antes de pararse de la silla para ir a la puerta de salida no sin antes darle un pequeño beso en la frente a su chico estrella. Ambos dirigieron sus pasos al carro, donde cambiaron de tema, hablaron sobre la preparatoria de Peter, las nuevas noticias de comercio que se le habían presentado a Tony para que considerara vender armas nuevamente. (Las cuales jamás consideró).

Se detuvieron frente al edificio de los Parker y el filántropo lo acompañó hasta su departamento, cogieron el mismo elevador que habían cogido el día lo había invitado a beber café, motivo por el cual Peter sintió su corazón latir de manera dramática.
Esa vez, se concluyó lo que no se pudo lograr aquel día, el mayor juntó sus labios con los del chico, los labios de Tony tenían un sabor exquisito, una mezcla de alcohol y menta, esa mezcla embriagante que había quedado impregnada en los labios del chico.

Esa noche, al menos esa noche, Stark y Parker volvieron a sentir ese sentimiento indescriptible en sus interiores y está vez no era por Pepper o por Liz o Michelle, no, era por ellos, solo por ellos dos.
Era sorprendente la manera en que los errores y las malas experiencias hacían mejorar a las personas, la verdad era que Peter estaba enamorado del filántropo, pero no por lo superficial, estaba enamorado de sus ademanes, de su risa, la manera en que bebía de un elegante copa, sus palabras, incluso su manera de intentar alegrar las cosas turbias, no estaba seguro de si su historia con el mayor duraría para siempre, pero estaba seguro de que sin duda alguna, él se encargaría de hacerlo lo más duradero y estable posible.

—Yo no seré solo un conocido, Señor Stark... Le prometo que yo cuidaré su corazón—

Susurró para el mismo el castaño en la confidencialidad de su habitación, entre ladrillos, cemento y posters.

¿Solo conocidos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora