La Carta - Capítulo 7

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El joven despertó a como era de costumbre, se alistó para el colegio y bajo las escaleras. Todo marchó bien, nada le preocupaba y simplemente quería llegar al colegio para contarle a su amigo lo que le había sucedido el día de ayer. Salió del departamento y camino hasta la estación del metro, el cual no se demoró en llegar a ésta.
Al llegar a el colegio, Ned miro con atención a Peter con atención y con una sonrisa muy amplia, el castaño tomo asiento junto a su amigo y sonrió de manera apenada.
Moría de ganas por contarle todo. —¿Quieres saber que sucedió ayer?—. Preguntó el castaño casi en susurro mientras miraba que no hubiera alguien junto a ellos.
—Si—. Respondió Ned lleno de curiosidad mientras impregnaba cada vez más su mirada en la del castaño.
Ambos sonrieron y el chico bajo la mirada apenado.
—Me beso... — dijo el chico mientras mordía levemente su labio inferior, su rostro rápidamente se tiñó de rosa y elevó la mirada a su amigo.
—¿Quién? — respondió.
—Me gusta Tony Stark, eso quería decirte.....
—¡¿Tony Stark?!— Ned no se lo podía creer, su mente se había convertido en un mar de ideas, sin embargo ninguna era mala.
—¡Shh!— replicó el castaño para después sonreír apenado. —Es nuestro secreto— agregó el joven mientras miraba a los ojos de su amigo.

De alguna manera las clases no se habían tornado tan frustrantes como otros días, todo lo contrario.
Los chicos se distraían hablando sobre el asunto amoroso del castaño y sobre un videojuego que recién habían terminado de jugar.

—Benjamín Parker, ¿podría decirme lo que he dicho? — decía el profesor de química mientras cruzaba sus brazos en son de molestia.
Apenas el chico había separado sus labios para hablar cuando fue callado por una voz irritante.
—Profesor, ¿acaso no ve que Peter esta hablando sobre Resident Evil con Ned? —
En definitiva se trataba de Flash, el chico se limitó a rodar sus ojos para después dirigir su mirada a el profesor.
—Explicó el porqué se le llama gas noble a el Neón. — respondió Peter restándole importancia a la situación, por su parte el profesor suspiro y continuó su clase.
Pasaron las horas y por fin término el día escolar, salieron del colegio y caminaron juntos a la estación de metro.
—¿Él fue quien te besó?— Ned rompió el silencio mientras mantenía la mirada en el frente.
—si... Pero lo arruine.— respondió Peter mientras miraba a Ned con semblante serio.
—Saliste corriendo ¿Verdad?— preguntó su amigo mientras sonreía ampliamente, conocía bien a Peter y sabía que cuando éste estaba nervioso salía corriendo de el lugar donde estuviese. Peter ascendió con la cabeza y después sonrió levemente mientras ambos subían a el metro.
Cuando bajaron de éste y salieron de la estación sus caminos se separaron y Peter caminó con tranquilidad en dirección a los departamentos, al llegar ahí subió en el ascensor para llegar a su piso.
—¿Usted es Peter Parker? — preguntó un sujeto con un montón de cartas y paquetes dentro de una valija, tal parecía era el repartidor del correo.
—Sí, soy yo— respondió el chico mientras abría su puerta para después girar su cabeza en dirección a el repartidor.
Éste sin decir palabra alguna le pidió su firma y ya obtenida le otorgó una caja de buen tamaño y ligera.
El chico entro en su departamento y abrió la caja en su habitación, sus ojos se abrieron ampliamente cuando pudo observar el traje de Spider-man en mejores condiciones y aún manteniendo los colores que él había establecido, también dentro de la caja se encontraba un sobre y un traje de vestir muy elegante.
Peter abrió el sobre mientras que sus manos temblaban levemente, realmente sentía emoción por haber recibido presentes. Al abrir el sobre pudo encontrar una carta con caligrafía y ortografía perfecta, junto con una dirección.
Se dispuso a leer la carta.

Carta *
.~Niño
Te fuiste sin decir nada y de igual manera no pude decir nada. Realmente no sabía que decir, estaba tan confundido como tú.
Aún no tengo clara la situación, a decir verdad no sé aún muchas cosas pero tengo claro algo, que en mi retrospectiva es lo más importante tú sientes lo mismo que yo siento,  y no voy a dejar pasar esta oportunidad.
Te veo el la dirección marcada, a las 8:45 pm el día 11 ¿De acuerdo?, aún tenemos que hablar. ~

Las mejillas del chico se  tiñeron de rosa y sus ojos se cristalizaron rápidamente, su corazón se detenía ocasionalmente. Mordió su labio inferior y se desplomó en su cama mientras cubría su rostro con una almohada.
Toda la noche pensó en Stark, tenía emoción y esperanza, incluso después de horas no dejaba de sonreír como loco al recordar las palabras de la carta. Dentro de su mente no dejaba de imaginar la voz de Stark diciendo cada una de las cosas de la carta, dentro de su trance e insomnio logró escuchar como sonaba su móvil, cogió el móvil y atendió una llamada de un número desconocido.

—¿Hola?
—¿Te desperté? —
La piel del chico se estremeció rápidamente al reconocer esa voz, era la misma voz de la llamada del coche, la voz de Stark.
—N-no, realmente no podía dormir....
—¿Te llegó el paquete?
—sí.. Realmente yo.. Señor Stark quiero agradecerle por el presente y por la carta.
—¿Te gustó el traje?
—Me encantó
—Lo supuse, fui a escogerlo yo mismo, quería que fuera de tu agrado.
—Señor Stark...
—¿si?
—¿Podría hacerme un favor?
—claro, ¿Qué es?.
—Por favor.... No cuelgue el móvil, no hasta que me haya dormido.—

Los ojos de Stark se cristalizaron y con una sonrisa dio un suspiro de gozo.

—No voy a alejarme del movil hasta que te duermas.... —

Pasaron las horas y siguieron charlando, la voz de Stark sonaba distinto, ya no tenía ese tono de ironía y sarcasmo. Tras un buen rato por fin el chico se durmió, sin embargo por su parte Stark no colgó el móvil por si el chico despertaba de nuevo.

Stark al poco tiempo también quedo preso del sueño y como si de una conspiración se tratase en el sueño de Peter estaba Stark y en de Stark estaba Peter.
Sin duda había sido la mejor noche en mucho tiempo para Tony, por primera vez había dormido sin necesidad de pastillas medicas que lo ayudarán a conciliar el sueño.
— Yo se que sientes lo mismo que yo siento— pronunciaron entre sueños mientras abrazaban a una almohada.

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