The Power Within (MV#1) (Traducción)

Capítulo 11. En llamas.

"Doctor Elías, ¿cómo estás?"

"Estoy bien, señor Morgenstern. ¿Has venido a verificar la base de datos? ", Preguntó Elías formalmente, pero sabía la respuesta. Valentine Morgenstern solo venía aquí por una razón y esa era la base de datos.

Él y Ragnor habían estado trabajando incansablemente durante seis años, reconstruyendo todo lo que podían a partir de los restos de código que quedaron después de que el antiguo socio de Morgenstern lanzara un código de virus asesino en su ordenador central. El virus había borrado todos los nombres, todos los tratamientos, todos los detalles que tenían que ver con las personas que habían acudido a su empresa para participar en su programa de genética.

Para colmo de males, el virus colapsó la seguridad de todas las instalaciones que tenían, lo que llevó a una escapada masiva de cada sujeto de prueba. Solo unos pocos habían sido capturados desde entonces. Elías no preguntó qué les pasaba a los que fueron devueltos, realmente no quería saberlo. Morgenstern había insistido en que sus propiedades serían devueltas a la Corporación el Círculo antes de que los fugados pudieran hacer más daño. Ya era bastante difícil silenciar a todos los periodistas que insistieron en publicar todos los sucesos sobrenaturales que habían estado pasando desde que los sujetos se habían escondido entre la gente en general.

Durante la mayor parte de esos seis años, los dos habían estado encerrados en el almacén de archivos, hurgando en los papeles con los que tenían que complementar la base de datos hasta que se fijara el código. Desafortunadamente, los papeles solo estaban marcados con números de sujetos de prueba y sin nombres. El papel rara vez se usaba en esta era tecnológica, por lo que habían tenido la suerte de tener al menos eso para trabajar.

Elías estaba harto de este almacén oscuro y mohoso. Enfermo de los pasillos y pasillos de estanterías llenas de cajas de papel. Quería salir de la Corporación el Círculo y ahora que la base de datos estaba terminada, podía dejar todo atrás. Se sentía sucio al entregar todos esos nombres sin saber lo que les esperaba, pero se le pagó mucho para revertir este código y era suficiente para mantener su enfoque. Tenía el dinero suficiente para desaparecer fuera del alcance de Valentine Morgenstern y vivir feliz por el resto de su vida.

Finalmente acabaron con ello. Apenas dos horas después de que Elias y Ragnor hubieran confirmado los datos y colocado en un disco duro, un coche había llegado con Valentine y su siempre presente guardaespaldas, Starkweather.

"Entonces, ¿cuál es el estado de la base de datos? He sido muy paciente y espero escuchar algunas buenas noticias", dijo Valentine. La amenaza estaba ligeramente velada en sus palabras. Detrás de él, Starkweather se puso un poco más recto, anunciando sutilmente su presencia.

"El Doctor Fell y yo pudimos completar la reversión del logaritmo del virus hace dos semanas. Los ordenadores lo procesaron hasta ahora, pero acaba de terminar hace unas horas. Todos los datos eliminados se han recuperado ", dijo Elias apresuradamente, aliviado de que después de tantos años finalmente pudiera librarse de la cada vez más furiosa mirada de Valentine.

"¿Y donde está?"

"Oh, el Doctor Fell lo está colocando en un maletín cerrado para ti, tal como quería. Debería volver en cualquier momento."

Por un momento, Valentine pareció confundido, pero luego su cara se volvió de rabia: "Nunca pedí un maletín. ¿Dónde está Fell? ¡Dime dónde está!"

Starkweather maldijo y avanzó rápido, con una mano agarrando el cuello de Elias, golpeándole contra la pared más cercana, la otra mano se levantó en un puño. Los ojos de Elias casi se salieron de su cabeza cuando vio que el puño levantado se convertía en piedra.