Prologo

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Después de la gran guerra el mundo firmó un acuerdo donde se dividiría por reinos, los cuales eran representados por animales, el más característico de sus tierras.

Con el paso del tiempo, los reinos mejoraban y crecían sin problema alguno, unos se distinguían por sus avances tecnológicos, biológicos, otros por sus grandes armadas.

En casi todo mundo se logró acabar con el hambre, la pobreza y la violencia, la corrupción se pagaba con sentencia de muerte.

El mundo vivió una gran paz, casi comparadas con la de la historias de hadas.

Pero, eso trajo también cosas malas, en la realeza, en los reinos los siguientes el trono se volvieron descuidados, después de todo, no tenían nada de que preocuparse, el reino que iban a heredar estaban en perfectas condiciones, y no les importaba mejorarlos, ellos solo querían sentarse en el trono de sus padres, sin que nadie les tenga que decir.

Eso preocupó mucho a las generaciones anteriores, no querían que por uno de ellos causaran otra gran guerra, no sabían que hacer, ni donde enviar a sus hijos, no había un lugar donde enseñarles a gobernar.

Hasta que, el hijastro del Rey León abrió a una institución para poder guiar a la siguiente generación como poder gobernar su reino, desde la generación más joven, hasta los casi adultos que eran tercos en su forma de pensar.

En pocas palabras hizo un escuela.

Una escuela para la realeza.

Escuela para la realezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora