Kendall Jenner Imagines.

Photographer

Hoy tengo un shoot con Marco Vladi, es probablemente el día que más e estado esperando en todo el año, y por fin va a suceder.

Marco es el mejor fotógrafo del año según Forbes, se especializaba en fotos a modelos, aunque sus fotos de paisajes también eran mágicas.

Había trabajado con Heidi Klum, Karlie Kloss, Naomi Campbell... Y hoy me toca a mí.

Me habían dicho que él era especial, le gustaba trabajar solo, nadie más en el lugar, el manejaba las luces, el fondo, la cámara y todo eso.

Me ponía nerviosa eso, y que si hacía algo mal? Y si lo arruinaba todo? Se ve como un hombre que se toma bastante enserio su trabajo.

Recibí un mensaje, la camioneta me espera afuera.

Terminé de ponerme el labial y tomé mis cosas para salir no sin antes desearme buena suerte.

Salí de mi casa y los paparazzis estaban allí como siempre, ignore toda pregunta y mi guardaespaldas me abrió la puerta del coche.

El viaje se sintió tan rápido, lo que me puso más ansiosa aún, salí del coche y de nuevo los paparazzis estaban en la entrada de Calvin Klein.

-Miss Jenner! Es un placer tenerla aquí-Sonrió la señorita cuando entré al local-El señor Vladi le espera en el set 5.
-Gracias.-Respondí quitándome los lentes de sol, intentando verme segura de mi misma.

Comencé a caminar al set, mientras más me acercaba más silencioso se hacía.

Llegué al set cinco y antes de entrar abrí un poco la puerta para echar un vistazo y fue entonces cuando lo vi.

Estaba de espaldas, su camiseta era blanca y algo apretada, se pegaba perfectamente a sus brazos y espalda, miraba su cámara, sabía que no podía verme, así que me detuve a mirarlo unos segundos.

Ya lo había visto en fotos, era un hombre de 30 años, con cabello rubio y una barba perfectamente arreglada, no recordaba el color de sus ojos.

Terminé de abrir la puerta y esta hizo un ruido que hizo voltear a Marco.

No sé si estoy loca, pero cuando sus ojos conectaron con los mios algo me hizo soltar un gemido inaudible.

Era más guapo en persona.

Me miró de pies a cabeza sin expresión alguna, luego se acercó a mí dejando su cámara en una mesilla.

-Es un placer conocerte al fin.-dijo estrechando su mano con la mía, yo sonreí intentando no babear.

Nunca me había sentido así por un hombre, normalmente ellos babeaban por mi, que está pasando?

-Es un placer señor Vladi.
-Llámame Marco.-Dijo soltando mi mano-Espero que no te incomode el hecho de que estamos solos, prefiero trabajar así.
-Esta bien.-Dije, pero claro que no estaba bien! Iba a modelar para el en ropa interior.
-Perfecto, en tu camerino tienes toda la ropa, no abrá maquillaje, me gusta al natural.

Asentí y camine al camerino, cerrando la puerta detrás mio.

Suspiré viendo lo que usaría, algunos conjuntos eran sin sostén y aunque me gusta andar casi desnuda, esto era diferente.

Normalmente andar mostrando mis pechos en el set era de lo mejor, pero caminar así frente a Marco lo hacía raro.

Salí tapándome, Marco volteó a verme y habló.

-No hay por qué taparse, estamos en plena confianza, Kendall.-Dijo tranquilo-Esto es lo que haremos, quiero que te pares en medio y solo seas sexy naturalmente, no creo que eso sea difícil, ¿Verdad?

Tragué saliva y asentí.

-Perfecto-Dije dejando caer mis manos, pude notar que se esforzó en no mirar, y eso me dio la confianza que necesitaba.

Unos pantalones Ck era lo único que estaba usando.

La sesión comenzó y lo único que Marco hacía era tomar fotos y halagarme de vez en cuando.

-Creo que lo tengo.-Dijo dejando de tomarme fotos caminando a su escritorio donde tenía su laptop.-Las quieres ver?-Preguntó, yo sonreí y me acerqué.

Esta vez me miró casi sin vergüenza antes de carraspear y devolver su atención a la laptop, me mordí el labio, sintiendo la tensión armarse entre nosotros.

-Me gusta esta.-Dije mirando la foto en la que estaba con los brazos cruzados mirando a la cámara.
-No sé si es suficiente.-Bufó apretando la mandíbula, yo relamí mis labios al ver lo fuerte que era su mentón, todo este tiempo quise tocar su brazo, tener algún contacto con el.
-Creo que están perfectas.-Dije rozando mi brazo con el suyo, el se tensó de inmediato, eso era una buena señal.

Me moví un poco haciendo que una parte de uno de mis pechos le rozaran la piel de su brazo, el se lamió el labio inferior y siguió viendo la pantalla.

Cuando iba a voltear para decir algo me alejé y busqué sentarme sobre el escritorio, la tanga que usaba se notaba de más y no me incomodaba.

Supongo que la confianza volvió a mí.

-Las editaré y las mandaré.-Dijo cerrando la laptop de golpe.
-Necesito mucha edición?-Pregunté con la intención de coquetear un poco.
-No creo.-Dijo guardando su laptop en su maleta, despejando el escritorio.
-Que bien.-Dije acomodándome, vi como echó una mirada rápida a mis pechos y luego miró al suelo.
-Le mandaré las fotos a tu manager.
-Bien.-Dije pasando una de mis manos por mi cabello, el resopló.
-No vas a cambiarte?-Preguntó metiendo sus manos a sus bolsillos.
-Oh, ya terminamos aquí?-Pregunté, creo que entendió el doble sentido cuando sonrió de lado.

Se acercó un poco a mí y por primera vez le vi sonreír.

Su sonrisa también era perfecta.

-Me temo que si.

Rodé los ojos, el tipo iba a ser difícil, obvio que lo iba a ser, es un profesional, su imagen caería si se enterasen que se acostó con una de sus modelos.

-Iré a cambiarme.-Dije bajando del escritorio, quedando a centímetros de él.
-Bien.

Miré sus labios y noté como él también miró los mios.

Pero igual se alejó.

La chispa estaba ahí, pero ambos teníamos miedo de prender la llama y luego no poder apagarla.

Tomó su cámara y la metió en otro maletín junto a sus accesorios, dejándome de a lado, fue entonces cuando decidí ir a cambiarme.

Porque estaba tan ansiosa? Quiero treparmelo encima.

Tal vez no le gusté como pensaba.

Estaba por entrar al camerino cuando sentí su mano tomarme de la muñeca.

-Pensándolo bien... Creo que falta algo.-Dijo hablándome hacia el hasta estar a unos centímetros de su boca, jadeé y miré sus labios muriendo por tocarlos, si no me besaba ahora...

Sus labios chocaron con los míos, me tomó un par de segundos devolver el beso, sus labios se sentían bien, no quería separarme.

Enredé mis brazos en su cuello y me apegué a él sin despegar mis labios de los suyos, sus manos estaban es mi cintura y me sujetaban con fuerza.

Retrocedemos hasta chocar con la puerta de mi camerino, gemí sobre sus labios al sentir lo fría que estaba esta, el sonrió y dejó de besarme.

-¿Te gustaría ir a almorzar conmigo?
-¿De dónde salió eso?-Reí buscando sus labios de nuevo, el se alejó.
-No quiero que esto sea algo de una vez, me gustaría salir contigo y conocerte, Kendall.
-A mí también, Marco.-Dije sonriendo como boba, el sonrió y me volvió a besar.
-Veamos a cambiarte, nos vamos apenas termines.
-Come órdenes, jefe.