Kendall Jenner Imagines.

7 Minutes in Heaven

Eran ya las diez y media de la noche y estoy con Kylie en su rolls royce rumbo a la fiesta de Gigi. La verdad no tenía muchas ganas de irme de fiesta, habia estado trabajando sin parar y solo queria descansar en casa.

Entonces me enteré que Myles estaría allí.

Y no podía perder la oportumidad de verlo de nuevo.

Myles Corvus era un empresario que conocí en un evento de caridad el año pasado y desde entonces era mi crush, el era genial, con los pies en la tierra y gracioso, pero nunca intercambiamos números y tampoco se lo pedí a Bella por vergüenza.

Es que era tan atractivo! No podía negarme a verlo de nuevo.

-¿Puedes hacerme caso?-Habló Kylie llamando mi atención.
-Perdón, que decias?-Pregunté algo avergonzada, ella rió.
-Te pregunte en que pensabas, estabas sonriendo como tonta.-Dice estacionando el coche afuera de la casa de Bella.

La musica se oía fuerte y había gente fuera del lugar bebiendo y fumando.

-Nada, solo... Nada realmente.-Mentí encogiendome de hombros, ella sonrió.
-Eres una mentirosa, desde que te conté que Myles vendría no dejas de pensar en eso.-Dice y abre la puerta del coche para salir, dejandome con la palabra en la boca.

Decidí salir, encontrandome con varios rostros de Hollywood y la farándula.

Todos estaban mirándonos caminar a la entrada y no me sorprendía, a donde sea que fuese habrian ojos sobre mí y mi hermana.

Ky abrió la puerta para encontrarse con varios de nuestros amigos por todos lados.

-Llego por quien lloraban!-Gritó y reí, Dios, Kylie era demasiado extra.
-Hey! Que bueno que vinieron!-Gigi se levantó y vino corriendo a abrazarnos-¿Como estan? Vengan estamos todos en el living.

Mis ojos buscaron los de Myles pero no los encontraba en ningun lado, tal vez no vino? Espero equivocarme, realmente quería verlo aqui.

-Estamos jugando cartas, pero la mitad ya está en la mierda y no saben que estan haciendo-Rie señalando a Hailey y Taco, quienes estan riendo sin parar, sonrio al ver a mis amigos divertirse.

Me acerco con Kylie a saludar a todos, nos reciben con abrazos y sonrisas.

-Donde demonios está Myles?-Preguntó Gigi mirando a todos lados.

Entonces si estaba aquí. La pregunta es donde.

Lo buscaría, pero estamos en una mansion de mas de siete habitaciones y ni hablar del patio.

-Lo llamaron del trabajo, está por la piscina.-Dice Bella mirando sus cartas.

Se quedaron hablando y escapé a buscarlo sin que lo notaran.

Salí al patio y había una que otra persona ahí, me enfoqué en la piscina, en esta vi a Fai.

Y allí estaba el.

Al fondo hablando por telefono, se le veía algo fastidiado, tenía las cejas fruncidas y la mandibula apretada, lo vi colgar el teléfono y voltear.

Nuestras miradas cruzaron y sonreimos al mismo tiempo, quería acercarme a saludar.

-Kendall! Donde te habias metido! Pense que no vendrías!-Dice Fai saliendo de la piscina para venir directo a mi, suspiré al ver a Myles irse por la otra puerta.

Gracias Fai.

-Hey, tonto, como estas?-Pregunté, el sonrió.
-Bien! Dame un minuto, iré a cambiarme y te alcanzo adentro, esta bien?-Preguntó y yo asentí rapidamente queriendo irme de allí.-Genial-Añade y se aleja de mí.

Aproveché y entré a la casa de nuevo, volví al living y vi a Myles sentado al lado de Bella, estaban riendo juntos y Bella tenía su mano sobre su rodilla.

Sentí como la sangre subia a mi rostro, siempre habia sido celosa y posesiva, ahora mas aún.

-Relajate, parece que mataras a mi hermana con tan solo mirarla.-Susurra Gigi en mi oido, yo salto algo sorprendida.
-¿De que hablas?-Pregunté sintiendo como mis mejillas se ruborizaban, ella rió.
-Se que te gusta Myles, me di cuenta cuando lo conociste.-Dice dandome un leve empujón-Te ayudaré.

Estaba por contestar cuando ella gritó:

-Jugaremos 7 siete minutos en el cielo!-Gritó tomando una botella vacía de la mesa, todos gritaron emocionados.
-Gigi, que mierda haces?-Susurré en su oido, ella sonrió.
-Nomino a Kendall!-Dice y me da la botella antes de mandarme un beso volado.

No puede ser.

Ni siquiera tenia una probabilidad de que me tocase Myles y no quería tener que perder el tiempo con cualquiera.

A la mierda. El que no arriesga no gana.

Myles me miró con una sonrisa y se atrevió a guiñarme el ojo.

-Esta bien, lo haré.-Dije y me acerqué a la mesa de centro.

Puse la botella y miré a Myles antes de rodarla, el se veía ansioso, la botella estaba rodando y sentía como cada segundo parecían horas.

Y no me di cuenta cuando esta paró.

Señalando a Myles.

Ambos nos miramos y puedo jurar que vi un atizbo de sonrisa en su rostro.

Estaba tan perdida mirandolo que no escuche los gritos de todos nuestros amigos a nuestro al rededor.

-Bueno, las cosas son como son.-Dijo Kylie levantandose caminando hacia Myles para empujarlo hasta hacerlo levantarse.

Yo seguía en shock y no sabia que hacer hasta que Gigi me empujó junto a Myles. Frente a nosotros había una puerta y no sabía que había detras de ella.

Gigi sacó su telefono y marcó unas cosas antes de enseñarnos la pantalla.

-Siete minutos, muchachos, diviertanse.-Dice y Kylie abre la puerta antes de que Gigi nos empuje a dentro a ambos.

La habitación parecía un pequeño almacen donde guardaba sus cosas de limpieza, era tan pequeño como mi locker de secundaria.

-Hey, no tenemos que hacer nada si no quieres.-Digo y siento como sonríe y se acerca un poco-Solo es un juego tonto y...

Entonces me interrumpe con sus labios posandose sobre los mios, cierro los ojos instantaneamente, siguiendo el beso.

Nos besamos el uno al otro hasta quedarnos sin aire, coge mis piernas y me alza, haciendome enredar mis piernas en sus caderas por inercia y continua besandome.

-Un juego tonto, decías?-Sonrió apegandome a una de las paredes de la diminuta habitación.-E querido probar tus labios desde que te vi por primera vez y ahora lo eh logrado gracias a este "tonto" juego.-Dice y vuelve a besarme.

Agradecí que me tenía bien sostenida en sus brazos porque con tan solo oír su ronca voz decir eso ya hubiese caido de rodillas.

Bajó sus besos a mi cuello después de un buen rato de besar mis labios y chupó mi punto debil.

Sabía que quedarían chupetones, pero en este momento no podría importarme menos.

-Que tal si vamos a mi casa cuando terminen los siete minutos?-Pregunté sintiendo sus labios recorrer mis claviculas, el sonrió sobre mi piel y me mordió suavemente.
-Creo que nunca e oido una mejor idea.-Bromea y vuelve a besar mis labios.

Entonces la puerta se abre bruscamente y unas risas se oyen instantaneamente.

El me suelta delicadamente y me sonríe algo avergonzado.

-Lo siento, si quieren continuar tendran que buscarse un hotel.-Rie Gigi y nos saca de la pequeña habitación.

Todos nos miran con sonrisas peculiares y nos dicen cosas como consiganse un cuarto o Deberia darles vergüenza, sucios.

-¿Que tal si salimos de aqui?-Me susurra al oido y sonrío.
-Vamos.