1- ¿acaso eres un viejo retrogado?

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Tamborileaba los dedos en el incómodo mueble de la maldita recepción, Hawái, el lugar más caliente de la tierra -según él- de verdad que empezaba a odiar a Fuyumi, para empezar ese era el viaje que el tenía planeado con Yaoyorozu Momo, todo eso antes de que el la encontrara en la cama con su "mejor amigo gay". Todo lo que hizo su hermana mayor fue cambiar de dos personas a una.

Gran idea, hermana.

Desde su asiento miraba a una pareja francesa discutir con la chica de recepción porque el aire acondicionado de su habitación estaba mal, le causaba gracia lo inexperta que era la chica hablando el idioma, entonces otra llegó para socorrerla y calmar a la pareja, con su Perfecto y fluido francés.

Estupido hotel. Se suponía que debían de haber personas capacitadas en varios idiomas y nadie sabía maldito japonés, ¿como no sabían japonés? Tampoco Chino, ¿con quien rayos habló su hermana? El hizo la reservación por internet, pero Fuyumi cambió todo por teléfono, al menos una persona capacitada en japonés debía haber. Aunque a diferencia de él que entendía un total de seis idiomas, solo era capaz de hablar con claridad su idioma natal ya qué terminaba confundiendo sus palabras o confundiendo los idiomas.

Sus ojos heterocromaticos se posaron en la pantalla de su celular, si estuviese ahí con Momo eso no estaría pasando, ella sabía inglés ya que vivió un tiempo en América, la extrañaba, la extrañaba demasiado y estar en una enorme habitación de hotel por nueve días lo haría extrañarla más. ¡Claro! La reservación inicial era por 4 días, pero Fuyumi y sus tontas creencias de limpiar el alma con la naturaleza. Su molesta hermana mayor se dejaba influenciar por el hippie de su novio, tan hippie que decía que su espíritu animal era un halcón y cambió su nombre a Hawks. Odiaba mucho a aquel bastardo, lo odiaba menos que sus hermanos mayores, pero lo odiaba.

— ¡Hola! — habló una chica a su lado en español. La miro y se encontró con esos rasgos americanos, grandes ojos rosados y largo y ondulado cabello gris con un mechón verde menta.

— No hablo español. — dijo en lento y pausado japonés. Los ojos rosados brillaron y dio una pequeña sonrisa al ver los ademanes que el hizo solo para que ella lo entendiera.

— No tenias que hacer tantas señas. — Shoto alzó una ceja al escuchar el Perfecto japonés, ella sonrió y le mostró su celular, encendió la pantalla y apareció una imagen de King y Diane, dos personajes del anime Nanatsu no Taizai.

Otra friki igual que Natsuo.

— No pareces alguien que sea capaz de hablar japonés, pocas personas de tu lado del mundo lo hablan así de fluido.

— ¿Mi lado?

— Eres Americana, ¿no?

Ante aquella semi-afirmación la chica de extraños ojos abrió la boca con gracia e indignación a la vez que alzaba sus cejas.

— Eso es muy racista, ¿Todos los asiáticos creen que los de ojos grandes son americanos? Si dices que si voy a ofenderme muchísimo. — Shoto sonrió al notar que su voz se volvía más aguda con cada palabra.

— No puedo hablar por todos los asiáticos.

— Me ofendes agradable extraño, me ofendes. — cerró sus rosados ojos y movía la cabeza de un lado a otro.

— Todoroki Shoto.

— Lena Occhipinti. Soy italiana, no americana. Y por favor dime Lena.

La chica extendió su mano y Shoto la estrechó, aquella extraña italiana lo había distraído de la porqueria de viaje que estaba teniendo.

—  Todo un placer, Lena-San.

— ¡Oh por Dios! Los japoneses son tan educados, no es necesario usar honoríficos conmigo. Yo no los usare contigo. — volvió a sonreír.

Broken - Todoroki ShoutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora