3- ¿Que diablos pasa con tu cabello?

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—¿Que diablos pasa con tu cabello? — dijo cuando abrió la puerta y la sonriente Lena con cabello ahora rojo.

—Lo tiño. — contestó con simpleza ingresando a la habitación.— El techo es hermoso.

—¿Por qué entras así? — cuestionó molesto.

— No soy un vampiro, puedo entrar sin ser invitada.

— Eres tan rara. — murmuró mientras negaba con la cabeza.

— ¡Arréglate! Iremos a caminar por la isla.

Shouto le señaló una silla para que ella tomara asiento mientras el se preparaba para dar una caminata que no le interesaba. El bañarse y ponerse algo cómodo para caminar solo le tomó unos dieciocho minutos y apareció frente a la chica que jugaba en su celular.

—¡Que lindo! Pareces un modelo. — elogió provocando que el sonriera.

— Terminemos con esto.

Fueron al bufete por un rápido desayuno y se unieron a las demás personas que darían la caminata. Diez minutos caminando por hermosos paisajes, quizás si Momo estuviese ahí odiaría aquello y preferiría quedarse en la playa tomando el sol.

Sacudió su cabeza para sacar los pensamientos a cerca de Momo de su cabeza.

—¿Sucede algo? — preguntó con sus rosados ojos en el heterocromatico. Shoto negó con la cabeza. — ¿Por qué eres así?

—¿De que hablas?

—Evitas las cosas personales. Nos conocemos hace un par de días y me tratas con la distancia de un palo. Baja tu guardia y disfruta esto, sea lo que sea de lo que estés huyendo, ¡Lo lograste! Toma fotos del paisaje y sonríe, estás en un paraíso tropical.

Aquello fue como dos bofetadas al mismo tiempo, Shouto se quedó inmóvil tras el discurso de Lena. ¡Oh! Esa chica si que era rara ¿por qué le interesaba tanto animarlo? Tal y como dijo: solo se conocían hacia un par de días.

—¿De que huyes tu?

Los labios de la chica frente a él se fruncieron, ¡bien! Ahora el había tocado un nervio y la bola se encontraba en su lado de la cancha, debía hacer un buen saque para mantener el juego a su favor.

También debía dejar de usar metáforas de volleyball para todo.

Se concentró en esos ojos rosados, ¿En serio eran de ese color? No conocía a nadie con ese color tan peculiar de ojos; ella cambiaba diario el color de su cabello y bien podría tener lentillas en ese momento. Se dio a sí mismo un golpe mentalmente.

Concéntrate Shouto, que sus ojos no te hipnoticen.

No tengo nada de que huir... Las cosas son las que huyen de mi. — aquello fue un bisbiseo a penar perceptible.

¿Por qué sonaba con tanto dolor? Eso hizo que se le encogiera el corazón. Era como verse al espejo, la mirada de Lena ya no era radiante y decidida, ahora evitaba hacer contacto visual.

Hizo muy bien su saque y ahora el tenía todos los puntos.

—Es hermoso. — comentó viendo lo mismo que los ojos de la chica enfocaban. Un ave que el desconocía en totalidad con plumas de llamativos colores.

—Ujum... — fue todo. Eso no era una palabra, solo era un simple sonido. Era como comunicarse con un gato. Definitivamente ya no quería la pelota en su lado de la cancha.

Malditas metáforas. Debía aprender nuevas.

Se incorporaron junto a los demás turistas en silencio mientras escuchaban las explicaciones del guía.

Broken - Todoroki ShoutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora