El trabajo te hace libre

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Era una mentira y una frase que decían en cada momento, un lamentable modo de motivar a las personas que desconocían de la verdad de esos lugares. A primera hora del día, un gran número de soldados se reunieron en el patio, mi padre también formaba parte de ese grupo. Todos los soldados estaban agrupados y organizados de manera ordenada, por lo que podía deducir que eran alrededor de mil personas. Aunque sólo una minoría portaba armas de largo alcance.

No presté mucha atención sobre lo que decían hasta que vi a mi padre en el centro de todos, al parecer era una parte esencial de ese "campamento". Recordando tiempo atrás, él había contado que era el encargado de un trabajo grande, supongo que se refería a esto.

Iniciaron a dar un resumen de la guerra, de cómo el enemigo estaba organizándose y las nuevas tácticas hasta que comentaron sobre la verdadera razón del "campamento". Para ese momento, mi padre ya había dejado de hablar, pero las palabras que brotaban de ese nuevo sujeto era crueles. Quedé horrorizada con la forma que se expresaban de las personas que eran distintas a ellos, así como los modos que buscaban liquidar, e incluso exterminar, a esa plaga indeseable. Sin embargo, ese no era el único problema, saber que todos ellos aprobaban esas crueles actividades era lo peor. Habían sabido cómo lavar la mente de esos soldados y moldearlos de tal manera para generar odio.

Me sentí tan impotente de no poder nada por esas personas, de no haber hecho algo una vez supe la verdad. Estaba muy indignada, cuando grité hacia ellos. Dije muchas cosas que una señorita debería decir, pero no podía callar más. Ellos estaban cometiendo muchas injusticias inimaginables, sin que nadie pudiera controlarlos o hacer que se detengan. Además, para ser sincera, no pensaba que lograrían escucharme con tanto bullicio proveniente de los soldados, pero todos se quedaron en silencio tratando de encontrar a la persona que acaba de gritarles una verdad.

El único que sabía de dónde provino la voz, era mi padre. Habría reconocido mi voz, ya que había agachado la cabeza, quizá con la finalidad de evitar mi mirada. Él giró y dio la orden a todos para que se retiraran y siguieran con su labor. Sin embargo, un soldado que había permanecido cerca de él, se aproximó a mi padre para comentarle algo. Al parecer mi padre no tenía intención de hablar, porque volvió a repetir la orden, aunque el soldado de todas maneras continuó. Supongo que hablaba  de mí, ya que su mirada fue directamente a mi ventana. Inclusive, tuve la sensación de que logró verme. Aun si fuera así, no pensé que sería necesario tomarle tanta importancia. Al final, mi padre le volvió a repetir la misma orden con un rostro un poco afligido. Quizá a causa de su conciencia, si es que aún tenía alguna. El soldado asintió, y se dispuso a marcharse al igual que mi padre.

Luego de esa reunión, llegaron unos soldados para llevarse a las mismas chicas de ayer. Muchas de ellas  trataron de resistirse entre lágrimas, y una que otra fue golpeada por ello. Una de ellas no cedió y luchó con todas sus fuerzas para que la soltaran. La dejaron libre, aunque jamás pudo disfrutarla, al menos en vida. Greta al igual que todas nos quedamos pasmadas de esa escena tan brutal y sin escrúpulos. Más que eso, fue la expresión del soldado que me hizo temer más de ese lugar, no había culpabilidad en sus gestos, solo diversión.

Greta no tuvo la oportunidad de reaccionar, se la llevaron tan rápido. Luego, encargaron a dos mujeres de llevar el cuerpo a otro lugar, mientras que otra limpiaba el desastre causado. Cuando pensábamos que nada más podía ocurrir, apareció otro soldado más, esta vez una femenina. Di una ojeada al soldado con un poco de desconfianza, a veces podían ser más despiadadas que los hombres. Ella vociferó una orden, diciendo que salieramos todas en fila. Nadie dijo nada, y obedecimos tras ver cómo enseñaba un látigo en sus manos. Para ese momento, Felicia ya se había ocultado. Le había advertido sobre la importancia de no ser vista por ellos, y evitar que presenciara aquellos actos inhumanos.

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