MEMORIES; Senju Tobirama. ✓

008.

Nuestro padre nos había mandado a llamar para hablar acerca de un acontecimiento importante y aquello me hizo entender que Izuna ya le había mencionado lo que había averiguado acerca de Madara.

—¿Sucedió algo, padre? —preguntó Madara al momento en que se sentó frente a él de manera respetuosa.

—Hace poco he estado enviando a Izuna a vigilarlos y lo que averiguó me dejó completamente decepcionado. —aquellas palabras provocaron que Madara y yo nos tensáramos. —Madara. ¿Sabías que aquel chico era parte del clan Senju?

—No. No lo sabía.

—¿Por qué has desobedecido mis ordenes? —le preguntó seriamente mientras lo miraba con algo de desprecio. —Si los demás del clan se enteran de esto...sabes que sucederá, ¿verdad?

—Sí, padre.

—Si no quieres que te llamen traidor y terminen con tu vida... —comenzó hablando mientras nos miraba seriamente. —La próxima vez que lo veas, lo seguirás. Consigue información del clan Senju y regresa...esta será tu misión.

—Entendido.

—Y si llegara a darse cuenta. Mátalo.

Aquellas palabras frías provocaron que Madara se tensara y lo viera algo asustado, pero inmediatamente se colocó firme y le aseguró que cumpliría con su misión.

—En ese caso. Voy a prepararme.

Madara se levantó sin mirar a nuestro padre, pero sabía perfectamente que esta situación lo estaba afectando demasiado y quería entregarle mi apoyo.

—Nosotros nos encargaremos de seguirlo. —me habló mi padre provocando así que me quedara en mi lugar. —No podemos confiar en que Madara cumplirá con su palabra. Ya nos traicionó una vez.

—Entiendo, padre.

—Espero que te encargues de aquel chico como lo has hecho con el otro Senju.

—¿Qué quieres decir, padre?

—Oh. No te lo habían mencionado. —él me miró con una sonrisa de orgullo provocando así que un escalofrío recorriera mi espalda. —Tu primera víctima fue el hijo del líder de los Senju; Senju Itama.

En ese momento quería vomitar, quería gritar y llorar debido a aquella confesión. Nunca imaginé que a la persona que le había quitado a su familia era a él.

Yo había matado al hermano de Tobirama.

❀❀❀

Junto a mi padre nos escondíamos para así entrar en ataque contra Hashirama, yo no quería participar de esto, pero no tenía opción.

—Sabía que no podíamos confiar en él.

Nuestro padre al ver como Hashirama comenzaba a huir se dio cuenta que Madara le había advertido y por eso me ha dicho que entráramos a atacarlo. Aunque a mitad del río nos interceptaron Tobirama y su padre.

Tobirama me vio con sorpresa unos segundos para luego volver a su expresión seria, en cambio yo lo miré con dolor y angustia debido a lo que me había enterado el día de ayer.

—No seas suave con ella solamente porque sea una mujer, Tobirama.

—De verdad estás mal de la cabeza si piensas que mi hija es débil, Butsuma. —le ha mencionado mi padre con orgullo. —En este momento es la más cercana a heredar el clan.

—Tu clan se irá por la borda cuando eso suceda, Tajima. —le dijo con superioridad. —No te preocupes. Tobirama se encargará de que eso no suceda.

Noté como Tobirama se encontraba inquieto con la situación, tanto él como yo no queríamos hacernos daño, pero no teníamos ninguna opción en ese momento más que pelear entre nosotros. Y al saber que yo le había causado daño con la muerte de su hermano he decidido que la mejor manera de redimirme es morir en sus manos.

—Veamos si eres tan fuerte como tu padre dice, Tobirama. —le mencioné provocando así que volviera a su seriedad de siempre. —No te contengas.

—No pensaba hacerlo.

Ambos nos acercamos rápidamente chocando nuestras espadas, él me miró con algo de pena por el momento que estábamos viviendo. En cambio, yo le dediqué una media sonrisa para luego ir bajando mi espada poco a poco.

Estaba lista para morir en sus manos.

—¿Qué?

Como estaba tan concentrada en Tobirama no me había dado cuenta del hecho de que su padre intentó matarme y que gracias a Madara había sobrevivido.

—No pienso permitir que hieran a mi hermana menor.

—Lo mismo digo.

Madara y Hashirama se habían colocado frente a nosotros en modo de defensa, ellos se miraban seriamente como intentando hacerle ver al otro que no darían su brazo a torcer.

—Parece que no conseguiremos hacer realidad ese estúpido sueño, Hashirama.

—Madara, tú...

—No duró demasiado, pero me alegro por todo el tiempo que pasamos juntos.

—¿Qué hacemos, Madara? —le preguntó nuestro padre seriamente. —Ahora somos tres contra tres.

—No. Hashirama es más fuerte que yo.

En ese momento Hashirama intentó detenerlo, pero mi hermano mayor le ha dicho que la próxima vez que se vean sería en el campo de batalla y en eso le ha mostrado a los Senju su Sharingan.

—Prepárate, Butsuma. —le ha dicho mi padre con superioridad. —La próxima vez otro de tus hijos morirá en manos de los míos.

—¿Qué estas queriendo decirme, Tajima?

Mi padre tocó suavemente mi hombro mientras me miraba con orgullo, en cambio, yo me encontraba helada ante la confesión que estaba a punto de mencionar.

—Mi hija fue la causante de la muerte de tu hijo menor. —le dijo orgullosamente. —Ella escuchó como él le suplicaba que no lo matara, pero aun así terminó con su vida. Sorprendente, ¿verdad?

—¿Eso es verdad?

La pregunta había sido hecha por Tobirama y al verlo pude ver la decepción en sus ojos por lo que no tuve el suficiente valor de seguir viéndolo.

—Sí. Yo lo maté.

Sabía que para Tobirama sus hermanos eran lo que él más quería y a pesar de eso le había afirmado con orgullo el hecho de que maté a su hermano para así no decepcionar a mi propio padre.

❝Lo siento, Tobirama.❞