MEMORIES; Senju Tobirama. ✓

014.

Tobirama se encontraba mirando unos papeles que eran de su hermano mayor, pero al percatarse de mi presencia me ha dedicado una media sonrisa mientras me veía con cariño y al verlo actuar de esa manera ha causado que se me apretujara el corazón.

—¿Estás nuevamente evadiendo tu trabajo? —me preguntó mientras miraba nuevamente aquellos papeles, pero al no obtener alguna respuesta de mi parte me ha mirado nuevamente —¿Sucede algo?

—Esto se acabó.

—¿Qué cosa? —me preguntó sin comprender al momento en que dejaba aquellos papeles de lado y así comenzar a acercarse hasta donde me encontraba. —¿Estás estresada por la boda?

—No puedo seguir a tu lado, Tobirama.

Tobirama me miró sorprendido por unos segundos, pero a los pocos segundos soltó un suspiro y me dio una pequeña caricia en mi cabeza.

—Tus bromas se te están yendo de las manos.

Mi corazón se apretujó en ese momento al ver que él pensaba que lo que decía era una broma y ojalá así fuera, pero lamentablemente yo estaba hablando muy en serio.

—No es ninguna broma. Yo no quiero seguir a tu lado. —le he dicho mientras alejaba la mano que se encontraba en mi cabeza para así mirarlo seriamente. —Se ha acabado.

—¿Qué?

—Vamos. ¿De verdad creíste que yo estaría contigo? —le pregunté con una sonrisa burlesca. —Por favor. Una Uchiha nunca estaría con un sucio Senju.

La expresión de cariño que había tenido hacía mí se había borrado en tan solo segundos para comenzar a verme con rabia y desilusión.

—Tú...

—Sabes, lo único que sentí hacia ti fue odio. Odio por matar a mi adorado hermano menor. —le he dicho al momento en que le mostraba mi Mangekyo Sharingan. —Pero supongo que debo de agradecerte el hecho de darme estos nuevos ojos. Mientras más odio sienta, más fuerza obtendrán mis ojos...

No había logrado terminar de hablar debido al hecho de que él comenzó a apretujar mi cuello mientras me miraba con rabia. Por unos segundos me había sorprendido ante su repentina acción, pero luego me mantuve firme y seguí viéndolo fijamente sin quitar la sonrisa siniestra de mi rostro.

Él se alejó de mí debido al hecho que lo estaba viendo con mi poder ocular activado y Tobirama sabía perfectamente que el ver a mis ojos fijamente lo perjudicaría.

—Creí que al menos tú eras distinta a todos esos Uchiha. —me ha dicho con asco al momento en que sacaba su espada y la apuntaba en mi dirección. —Me equivoqué contigo...eres una escoria.

—¡Vaya! Eres tan atractivo cuando te enfadas, Tobirama. —le dije. —Es una pena que seas una persona tan ingenua. ¡Caíste en mi trampa de sacarte información sobre los Senju!

—¡Maldita...!

Tobirama me había atravesado con su espada, pero aquel no era mi cuerpo verdadero y comenzaron a aparecer varios cuervos.

—Los cuervos son hermosos, ¿verdad? —le pregunté al momento en que comenzaba a desaparecer de su vista. —No olvides cuanto te odio, Senju Tobirama.

—¡Juro que voy a matarte, Uchiha ____!

Al momento en que Tobirama había desaparecido de mi vista no he podido evitar caer al suelo de rodillas mientras tapaba mi boca en una acción de evitar que mis sollozos se escucharan.

Yo había terminado mi relación con la persona que más amaba para que así pudiera vivir en tranquilidad.

—Espero que algún día podamos volver a estar juntos, Tobirama. —murmuré mientras acariciaba el anillo que me había regalado con tanto cariño. —No olvidaré estos recuerdos...

Te agradezco todo el tiempo que pasamos juntos Tobirama y lamento demasiado que hayamos terminado de esta forma, pero espero que algún día entiendas que ha sido por tu bien.

Adiós, Senju Tobirama.

—Hiciste lo correcto, hermanita.

—Espero que ahora estés feliz, hermano. —le he dicho mientras limpiaba las lágrimas que había sacado. —¿Ahora qué es lo que haremos?

—Destruiré el hogar que tanto aman los Senju. —ha dicho con una risa amarga a lo cual lo he visto fijamente. —Y tú me ayudarás con eso.

—Creí que querías alejarte de aquí. —dije con el ceño levemente fruncido al momento en que volvía a colocarme de pie. —Yo no pienso ayudarte a destruir la paz que ellos están viviendo.

—Paz. No existe la paz querida hermanita. —me ha dicho seriamente al momento en que activaba su Mangekyo Sharingan y al verlo he sentido como todo a mi alrededor cambiaba. —Y tampoco he de necesitar tu ayuda.

—¿Qué? —dije sin comprender. —¿Qué piensas hacer?

—Te he dicho que eras bastante ingenua.  —me sonrió de manera siniestra ocasionando que me aterrara, ya que, nunca lo había visto de esa forma. —Sabes, me hubieran servido los ojos de Izuna, pero lo has destruido y por eso es que obtendré tus ojos.

—Estás asustándome, hermano...

—Te mostraré cual es la verdadera paz. —me ha dicho al momento en que sentí un fuerte dolor en mi pecho. —Tus ojos serán los que destruyan la felicidad de los Senju.

—Hermano... ¿por qué...?

Madara había atravesado mi pecho con su espada por lo que había comenzado a sentir un fuerte dolor.

¿Por qué me has hecho esto, hermano? Eso era lo que quería preguntarle, pero ya mis palabras no salían debido al hecho que me encontraba agonizando en el suelo mientras él me miraba con los ojos llorosos.

—Te quiero, ____...

Mi hermano había preferido el poder antes de la paz, él había decidido matarme para obtener el poder de mis ojos y ya no podía hacer nada.

Ojalá en el futuro hubiera algún Uchiha que pensara de la misma manera que yo, que sienta que el poder no lo es todo y pueda crear la paz que tanto había anhelado. Si llegara a existir aquella persona, espero que logre lo que yo no he podido crear...

Espero aquel futuro con anhelo.

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Tobirama destruía todo lo relacionado con cierta Uchiha que lo había traicionado. Él no podía contener consigo aquella rabia dentro de él debido al hecho de la mujer a la cual más amaba lo había engañado todo ese tiempo.

Aunque por más que él intentaba eliminar todo lo relacionado con ____, había algo que no podía borrar fácilmente y aquello eran los recuerdos que habían vivido juntos.

—¿Por qué me has mentido...? —se preguntó al momento en que le daba un fuerte golpe a la pared ocasionando que esta comenzara a agrietarse. —Juro que cuando vuelva a verte te mataré...no pienso dejar las cosas así, ____.

Y así con aquella promesa de venganza Tobirama comenzó a vivir su vida. Sin saber, que en un futuro próximo se cumpliría lo que tanto había anhelado.