4.- "Te extrañe"

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— Tarea, traer un ensayo de cuatro cuartillas sobre la diferencia que hay entre un líder y un jefe hablando de una ambiente laboral — terminó de decir el profesor Oh al finalizar las clases.

— ¿Qué no es lo mismo? — pregunto Tae al mismo tiempo que guardaba su libreta.

— No — contesté con obviedad — ambos conceptos tienen un significado diferente — colgué mi mochila en mis hombros para salir del salón.

— Pues, yo no le veo mucha diferencia — se encogió de hombros.

Mientras caminábamos por el pasillo hacia la salida, mire a la maestra Lee y Antes de que me preguntara por la carpeta que el día anterior debí haber entregado al Doc. Seok Jin, me di media vuelta con dirección a la parte trasera de la universidad. Tae me miro un poco confundido — ¿A dónde vas? — Gritó debido a que ya le llevaba algo de distancia.

— Te alcanzo en casa — fue lo último que dije antes de que pusiera formular otra pregunta.

No tenía cara para decirle a la maestra que después de chocar con aquel lindo, pero misterioso chico literalmente salí corriendo del lugar, más aun después de que me diera un beso en la frente sin previo aviso. Olvidando por completo la carpeta que debía entregar.

— Que tonta soy — murmure para mí misma mientras tomaba asiento debajo de un árbol. Me sentía estúpida al haber corrido como si fuese una estúpida colegiala. Aunque debo admitir que ese chico era demasiado atractivo y a la vez atrevido. Digo qué atrevimiento el suyo al besarme si... ni siquiera me conoce.

Saque los auriculares de mi mochila para poner música, quería distraerme un rato en lo que la mayoría de los alumnos se dispersaban camino a sus casas o donde quiera que fueran.

Mientras escuchaba Heartbeat de Suran el sueño se comenzó a hacer presente. Mi respiración se estaba tranquilizando, pero una voz gritando a lo lejos me comenzó a despertar de la pequeña siesta que estaba teniendo. — ¡Cuidado! — gritó. Debido a eso entreabrí mis ojos un poco.

Casi me da un paro cardiaco al ver que un balón de futbol se acercaba justo a mi rostro a una velocidad impresionante. Con suerte en un rápido movimiento esquive el golpe, teniendo como consecuencia que cayera al suelo observando atónita como el balón rebotaba y salía disparado en otra dirección.

Simplemente no salía de mi asombro, me quede mirando fijamente el transcurso por el que viajaba el balón después de chocar con el árbol, posiblemente ni siquiera estaba parpadeando.

— ¿Estas bien? Perdón fue mi culpa yo... ¡oh! — llego hablando un chico. Poco a poco salí de mi trance y al notar que no prosiguió con sus disculpas, fui yo la que comenzó a reclamar.

— ¿Por qué mierda no te fijas por donde patean tus estúpidas pier... — mi boca guardo silencio por si sola al ver que el chico de enfrente no era nada más y nada menos que el guapo doctor del que había huido el día anterior.

Trague saliva al verlo. No sabía si era el destino o algo parecido, pero el observar a un chico así de atractivo dos veces seguidas debía de ser casi un milagro. Después de observarnos unos segundos mi ceño se frunció al ver como el pelinegro comenzó a elevar la comisura izquierda de sus labios en una singular sonrisa. ¿Por qué sonreía?

— Si te preguntas porque sonrío es obvio, una chica tan linda como tú se ve aún mejor con las mejillas rosadas — rodé los ojos ante su comentario.

— Que tontería — me di la media vuelta con el fin de retirarme.

— ¿No quieres escuchar mi disculpa? Te prometo que es buena — debute mis pasos. Me gire a verlo y cruzándome de brazos mientras le miraba sin expresión alguna espere por su disculpa.

L'oubli  (건망증) - PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora