— L-lee Hyung — susurró con lágrimas en los ojos tras abrir aquella puerta. Él con notable sorpresa soltó a la castaña que se encontraba entre sus brazos. Corrió en dirección a mi madre intentando alcanzarle, ya que la mencionada había salido corriendo hacia la salida.
— Como lo s-siento pequeña – se disculpó la castaña apenada. Gire sobre mis talones y la mire a los ojos de forma indiferente.
— ¿Sabías que él era casado? – agacho la mirada y negó lentamente. Un suspiro pesado salió de mi pecho, cerré los ojos con fastidio – no tienes nada porque disculparte entonces – el sonido de la puerta cerrándose tras de mi fue lo último que se escuchó.
Esa fue la decepción más grande que he tenido por parte mi padre. Él, un hombre conocido por mucha gente gracias a los negocios que administraba. Fama que también me acompañaba a mí a donde quiera que fuera, con tan solo mencionar mi apellido.
Ese era el inicio del recuerdo que hacía que mi sangre hirviera a tal punto que mi rostro se tornaba rojo. Lo odiaba, claro lo odiaba. Gracias a mi padre, después de los 10 años de infancia viviendo como una princesa, odiaba mi vida, las personas que me rodeaban y a él, sobre todo a él.
Después de la tragedia causada por mi progenitor, que no solo abarcaba la huida por parte de mi madre lejos de ahí, sino la serie de eventos desagradables que acontecieron después de haber descubierto su engaño, me mude a Canadá con la persona que me ha criado hasta la fecha. La señora Park Hye Kyo, o como yo le llamaba "abuela Kyo".
La señora Park me conocía desde que usaba pañales, junto con mi madre, me cuidaba, alimentaba y enseñaba todo lo bueno de la vida.
— ¡Me voy abuela Kyo! – grité en dirección a la cocina mientras me colocaba mis zapatos negros, característicos de mi uniforme azul.
— ¡¿no se te olvida algo?! – gritó molesta. Me encogí de hombros un poco desconcertada y corrí hacia la cocina. – Eres una niña despistada Hyo Gun – dijo esbozando una sonrisa después de recibir un beso de mi parte en su mejilla.
Me rasque la nuca apenada – lo siento abuela Kyo – me disculpe y salí corriendo a tomar el bus que me llevaría directo al Colegio. Una vez hay comencé con mi rutina de cada miércoles.
Después de las clases camine en dirección al salón de baile del colegio. — ¡No inventes! – gritó eufórico, logrando que mostrará una mueca de desagrado ante su grito.
— ¿Selena Gómez ya te sigue en Instagram? – pregunté burlona por lo que recibí un golpe en mi hombro. – ¡Oye! no tienes por qué golpearme.
— Eso te mereces por engreída Gun – se defendió. Chasque mi lengua con una sonrisa de por medio y lo abrace por la espalda enredando mis manos justo frente a su abdomen.
— No te enojes Kookie – salte de golpe quedando medio colgada en la espalda del castaño, como si fuese una niña pequeña. – Solo estaba bromeando — di un beso a su mejilla – ¿me... perdonas?
Mi mejor amigo me acomodo mejor sobre su espalda y me miro por sobre su hombro — solo porque eres mi mejor amiga Hyo Gun.
Rodee mis brazos por su cuello, moviendo mis piernas de arriba abajo – ¡vamos Kookie! ¡Arre! ¡Arre! – solté una carcajada y Jeon comenzó a correr como loco hasta llegar al salón de baile que se encontraba en el colegio.
— Está bien que te quiero, pero ya bájate ¿no? — dijo sentándose en las gradas. Le revolví su cabello castaño y me dirigí al vestidor, para colocarme ropa más cómoda.
Mis movimientos lentos, suaves y al paso de "7 Years" de Lukas Graham era lo que mantenía ocupada, mientras mi querido Jeon grababa con su teléfono celular mi danza de baile contemporáneo moderno.
ESTÁS LEYENDO
L'oubli (건망증) - PJM
Fiksi Penggemar"La cura para el dolor por aquello que perdimos es el olvido" °Historia Original °Ésta es una historia romántica ⚠ Los capítulos son largos ⚠ °Esta es mi primer historia