Cuándo Zitao abrió los ojos, tuvo que entre cerrarlos por la luz que entraba por la ventana. Miró a su alrededor dándose cuenta que se encontraba solo en una habitación que a partir de ahora ya no sería tan desconocida para él.
Estira sus brazos y encorva un poco su espalda tratando de quitar esa tensión de su cuerpo.Se pone en píe, se apresura a hacer la cama y a tomar su ropa del día anterior para cambiarse, pero sus pasos se detiene en seco cuándo esta frente a un espejo de cuerpo completo.
Su ojerosa mirada recorre el reflejo de su rostro, que ya no se veía tan pálido ni amarillento. Su mirada sigue. Mira la camisa que le quedaba un poco holgada al igual que los pantalones cortos, y a su mente llega el recuerdo de Yifan prestándole sus prendas ayer en la anoche.
Mira por encima de su hombro viendo la puerta cerrada. Aprieta los labios y vuelve a mirar su reflejo.
Zitao alza su mano derecha y sus dedos rozan el borde de la camisa. Sube desde su abdomen hasta llegar al cuello de la prenda, en el trayecto la yema de sus dedos acarició la tela de algodón. Toma el cuello y lo eleva un poco hasta cubrir su nariz como si fuera un cubre bocas.
Hasta ese momento estaba conteniendo su respiración, así que suelta el aire de sus pulmones en un suspiro y cierra sus ojos aspirando de nuevo el aire.
Sus fosas nasales se llenan del aroma del mayor, que le remueven varios recuerdos y su pulso se acelera sin poder evitarlo.Aun recuerda como ese aroma tan varonil siempre solía embriagarlo como si tomara alcohol. Y al parecer ese efecto no había cambiado después de todo.
-¿Qué haces?
-¡Ah!- Tao pega un salto como sí el piso le quemará la planta de los píes.
Sorprendido, mira a Yifan quién le dirigía una mirada desconcertada mientras ésta parado en la entrada de la habitación.
¡Ni siquiera escuchó cuándo abrió la puerta! Y de sólo pensar que el mayor observó todo desde un comienzo, lo hizo sonrojarse.
-¿Estabas oliendo mi camisa?- menciona Yifan de manera extraña y a la vez burlona, dejando salir una risa.
Suelta la perilla de la puerta entrando a la habitación.Tao rápidamente se coloca del otro lado de la cama, quedando el mueble en medio de los dos.
-¿¡Qué no sabes que se toca antes de entrar!?- los nervios de Tao están al tope, su rostro ésta como un tomate gracias a la vergüenza y al enojo. Más consigo mismo.
-Buenos días a ti también- el menor le mira seriamente, o al menos, trataba de mantener esa compostura. Ya que por otro lado, quería meterse bajo las sábanas de nuevo para esconder su vergüenza.
-Lo siento, lo siento- Yifan alza los brazos pero suelta otra risa que solo hizo molestar más al adverso.
-Estoy por cambiarme, sal del cuarto - señala la puerta abierta. Pero el mayor solo vacila mirando la ropa en la cama y después a Tao que seguía como un tomate. No creyendo, obviamente, las palabras de éste.
Pero decide no molestar más al menor, por lo que su sonrisa solo queda como una curva en sus labios carnosos, tratando de no dejar salir otra sonrisa burlona.
-Bien. Cuándo termines de... Cambiarte, baja - dicho esto dio media vuelta y salió del cuarto cerrando la puerta detrás suyo.
Tao pasa las manos por su rostro y por su cuello caminando de un lado a otro tratando de tranquilizarse. Maldice entre dientes por hacer aquella estupidez sin pensarlo dos veces.
Después de aquel "incidente" sería difícil fingir que no pasó por esa vergüenza.
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Come Back Dad [KrisTao]
FanfictionLos gemelos Kym y Kyroshi Huang hasta sus 12 años vivían una mentira, creyendo que la persona que siempre estuvo con ellos era su verdadero padre. Ahora que saben la verdad, tomaran medidas a las espaldas de Tao (su madre) quien se niega a contarles...