avra K'Davarah

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Dos días pasaron y el circo estaba suspendido ya que los guardias investigaban el incidente con las equilibristas, esto al dueño le parecía exagerado pero conforme revisaron más a fondo las carpas, los mismo guardias le informaron que encontraron a una de las bailarinas asesinadas: la chica que Judal había sustituido.

Pero para fortuna del azabache y por una de sus compañeras, se dieron cuenta que la joven, desde antes de llegar al Imperio ya andaba en malos pasos: le fascinaba coquetear con los espectadores y cuando todos dormían después de las funciones, metía a algunos de sus amantes a su cama. De esto se dieron cuenta, al encontrarle regalos costosos, joyas y telas finas que un cirquero no podría costearse. Cuando Judal supo eso, se puso nervioso, aun cuando sabía que Sinbad era el que se había colado dos veces en su carpa. Aún así, temía que pensaran que el también hiciera lo mismo.

- Entonces, ¿Qué pasará con mi circo? - preguntó el dueño

- Seguirá cerrado hasta que encontremos a los culpables

- ¿Y los hombres que arrestaron?

- Solo fueron usados como distractores. Así que hasta nuevo aviso, el circo sigue cerrado

Pese a la queja de los artistas y el mismo dueño, la policía colocó sellos de clausura. Lo malo era que grupo tampoco podía irse, todos eran sospechosos. Ese día en el hotel

- ¡Sinbad! - Mystras entrando al cuarto - ¡despierta! - al verlo roncar - ya que - echándole agua de un florero

- ¡¿Qué?! - despertándose de golpe - ¿Qué pasa?, ¿nos hundimos?

- No, pero no importar, Sinbad, clausuraron el circo

- ¿QUÉ?

Así, Mystras procedió a contarle el motivo, lo cual no fue nada bueno para los planes del peli morado.

- Tendré que adelantar todo, entonces - pensó - Mystras, dile a Ja'far que tengo un encargo

Más tarde, Ja'far escoltaba al dueño del circo a la habitación de Sinbad, donde este lo esperaba con algo de impaciencia, cuando llamaron a su puerta

- Pase

- Sinbad, traje al dueño del circo como pediste

- Gracias

- Buenas tardes señor - saludó el hombre - mi nombre es Zaed

- Mucho gusto - sonrió el peli morado - mi nombre es Sinbad y...

- ¿U-usted es el rey de recién formada Sindria?

- Oh, veo que me conoce - sonriendo

- Lo conozco porque recuerdo haberlo visto en sus presentaciones en Balbadd, donde narro como conquisto sus laberintos

- Oh, ya veo - sonriendo - fue con comenzaba mi camino para comenzar a fundar mi país

- Ya veo, bueno, ¿puedo saber porque me mandó llamar?

- Supe lo que pasó en su circo y lamento la perdida de una de sus chicas

- Gracias, pero - suspirando - veo que no lo sabe todo, luego de que le contó el móvil del crimen - así que, piensan que el asesino pudo ser uno de mis muchachos o alguien fuera de él.

- ¿Sospecha de su gente?

- No, los conozco a todos, desde los actores principales hasta los peones. La mayoría ha nacido en ese circo que construí con mi tiempo, dinero, sudor y esfuerzo - suspiro - y ahora que esto paso, perderé dinero ya que nuestro tiempo aquí está por terminar

Arabiya layla GendanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora