14.- Miles

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MILES

-¡Levanta, Kane! - Despierto de golpe cuando Helders me estampa un cojín en la cara. - Debimos abandonar la abitación a las dos, la chica de recepción estaba furiosa. Me ha gritado muchas cosas sobre que somos unos capullos y he tenido que regalarle entradas para los tres próximos conciertos para que no llamara a la policía.

-¿Pero qué hora es?

-Son las seis de la tarde, amigo. Ahí te he dejado una camisa nueva. Anoche la liaste bien gorda ¿eh?

Trato de levantarme de la cama con la mayor cara de enojo que he tenido nunca. Mi mente lo preocesa todo a una velocidad muy lenta, pero milagrosamente no tengo resaca. Siento mi cara extraña, y al tocarme el labio noto un dolor terrible y una gran hincazón. Instintivamente me giro en busca de la almohada y ahí están, pequeñas manchas de sangre de mi labio, supongo. Miro a Helders  desconcertado en busca de algún tipo de explicación sobre por qué mi cara parece un Picasso aún con la mano sobre la herida.

-¿Qué?

-Qué digo yo. ¿¡Qué le ha pasado a mi cara!? - levanto la voz más de la cuenta un poco alterado mientras señalo exageradamente a mi magullada cara, rozando sin querer la herida por lo que suelto un tremendo aullido de dolor y me lanzo a la cama sin pensarlo. Helders se muere de la risa pero intenta disimularlo para no enfadarme, supongo.

-A tu cara le ha pasado que es la cara de un capullo. Y como tal estuviste haciendo el imbécil anoche. Tienes que dejar de colocarte de esa manera, en serio Kane, no queremos que tengas que retirarte como los Rolling antes de tiempo.

-¿Me pegué con alguien? ¿En mi propia fiesta?

-No exactamente.. Digamos que.. el lavabo te atacó. 

-¡Pero qué dices! ¿Estás tratando de volverme loco, maldito Helders? - ya no quería seguir enfadado, trataba de mantener mi pose firme, pero la risa se hacía paso tensando mi cara y haciéndome morir de terrible dolor cada vez que mis labios se estiraban.- ¡Dios! ¡Mi cara! ¿Qué rayos es eso de que un maldito lavabo me atacó!!?

-Oh sí. Jam me ha enviado el vídeo esta mañana ¡NO TIENE DESPERDICIO! - se lanza a la cama junto a mí mientras busca en su teléfono el mencionado vídeo del lavavo asesino.

En la pantalla del teléfono apareció la imagen que grabó Jamie. La imagen avanza por un corto pasillo hasta llegar a la puerta del baño en el que yo aparecía justo delante del lavabo ¿dando puñetazos? al aire, pero en cierta manera parecía que estaba en medio de una pelea con el mueble.

-¡ESTÚPIDO! ¡ERES UN ESTÚPIDO!

-Kane, deja al lavabo que no te ha hecho nada - se oye la voz de Jamie desde detrás de la cámara.

-¡MALDITO ESTÚPIDOOOOO! - gritaba mi yo del vídeo agarrando esta vez fuertemente el lavabo. Tan fuertemente que lo desencajé de la pared lanzándolo directamente a mi labio inferior, quedando, pues, bastante herido. 

En ese momento la imagen enfoca al suelo y Jamie apaga la cámara incapaz de mantenerse en pie de la risa, yéndo a ayudarme sin embargo cuando vió que me había partido la cara.

-Maldición, así que así es como me las gasté anoche, peleándome con un lavabo. - ambos moríamos de la risa, una risa muy dolorida en mi caso.

-Sí bueno, la fiesta no estuvo mal. Pero deliraste muchísimo. Te llevaste repitiendo "estúpido" toda la noche hasta  que te quedaste dormido. Llamaste estúpido al médico que te curó, al taxi, a la puerta del baño, y a todos nosotros por supuesto. Estúpido, estúpido, estúpido. 

-Mejor voy a darme una ducha y ya me visto para marcharnos. 

-Bien, te veo abajo, estúpido. 

Le lanzo un beso a Helders y desaparezco dentro del baño maldiciendo el dolor nuevamente y Matt se marcha con una carcajada. Ya bajo la ducha dejo que los chorros de agua me caigan encima y noto como los músculos de la espalda se me van destensando. Por suerte la herida del labio no iba a darme muchos problemas ya que no tenía ningún otro concierto pronto y no iba a tener que cancelar nada. Dios santo..¡el concierto! ¡OLYMPIA! ¿Dónde está mi chica? ¿Cómo es que Matthew no me ha mencionado nada sobre ella?

Salgo apresuradamente de la ducha en busca del teléfono móvil para chequear si me había dejado algún mensaje. Nada. La llamo y nadie responde. 

Olym cariño, ¿dónde estás? No has pasado la noche conmigo - le escribo un mensaje pero antes de enviarlo recuerdo que venía con su amiga. Carla... Una imagen extrañísima se forma en mi cabeza.. Me parece recordar a la chica hablándome e insinuándose descaradamente, y después ¿sus pechos? No puede ser. Debo estar mezclando recuerdos.

Me estuve dedicando a coquetear con Carla solo para ver la cara de enojo de Olym, se pone tan tierna cuando se enfada, con su pequeña nariz arrugándose y sus mejillas rojas... Pero no me gusta, es demasiado directa. Y de pronto se me viene a la cabeza una nitidísima escena: Es Olympia lanzándome un vaso seguido de la imagen de Carla sin camisa llena de polvo blanco. Mi-er-da. Corro de nuevo al baño buscando mi imagen en el espejo, jo-der. Además de la hinchazón del labio inferior cerca de la comisura derecha, también tengo la ceja izquierda partida con dos puntos de sutura. Sí que soy un maldito Picasso.

No puedo haberla cagado tantísimo, ¡RAYOS! Por eso no paraba de gritar "Estúpido", no se lo decía al lavabo, ¡me lo decía a mí! Vuelvo a reescribir el mensaje.

Olympia cariño, tenemos que hablar. Acabo de recordar creo. Por favor déjame verte, necesito que hablemos. Olympia por favor, responde. Soy un absoluto capullo, solo quiero que me dejes hablarte, pero quiero que tú me des tu permiso, no quiero presentarme a tu casa sin que me quieras allí, pero lo haré si no me respondes. Por favor Olym, mi vida. No quiero perderte. - Enviado. 

Stand next to me, Olympia [Miles Kane]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora