Amistad

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Abro los ojos perezosamente, me siento descansado y relajado. Miro al rededor, estoy en mi cama, me siento feliz, mi madre me sonríe desde el retrato junto a la cama. Levantó la vista y Tae me mira confundido.
Extiende una humeante tasa de café que recibo gustoso.
- Sigues haciendo un café tan malo- sonrió después de darle un buen sorbo.
Tae corresponde mi sonrisa y se sienta a mi lado.
- Te extrañe tanto, pequeña tonta.- dice agitan su mano en mi espalda y se siente cálido.
- Yo también- digo en un susurro que casi vuelve a convertirse en llanto.
- Debo ir a trabajar, supongo que tu también. Que te parece si cenamos juntos ésta noche.
- Está bien.- giro y me encuentro en un profundo abrazo, de esos que te dan fuerzas para seguir.
Me dirijo directo a la oficina, sin tiempo  para canbiarme de ropa, pido que me la envíen a mi oficina.
Cuándo atravieso la puerta de la oficina lo primero que veo es el rostro compunjido de Min Ho.
- Hoy no parece trasnochado Sr Park, pero por la ropa, supongo tampoco regresó anoche a su casa.
- No debo darte escusas. Prepara todo estaré listó en media hora.
Min Ho salio no muy confirme y yo me vuelvo a leer los pendientes de archivos sobre el escritorio.
El día había pasando no muy diferente a otros.
Las reuniones salieron perfectas y Min Ho parecía conforme.
Ya casi era hora de la salida de trabajo de Tae y Min Ho no salía de la oficina.
Me despidio tras una mueca extraña y una insiste mirada de mi guardián.
Apresuradamente afloje mi corbata y subo al auto una vez me deshice de el.
Me diriji al hospital y Tae ya estaba fuera esperándome.
-Wow Chimin, que auto tienes.- baja la ventanillas y el aire frío entra de golpe.
- Chim chim está devuelta señores!!!! Gritaba sacando la cabeza.
Yo no paraba de reír, Tae era como la única familia que tenía ahora.
Pasamos por el supermercado y compramos unos víveres. Llegamos al departamento y una esbelta figura se inclinaba sobre el marco de la puerta.
- Min Ho, que rayos haces aquí- Tae parecía divertido.
- Me recuerda a "ya sabes quien"- dijo y se metió al departamento entre risitas
-Lo mismo debería preguntar yo Sr. Park. Es mi responsabilidad, hacerlo cumplir con sus deberes sobre la empresa.
- Mi vida personal no tiene porque ser de tu incumbencia- le grite exasperado.- vete.
- Lo siento Sr. Pero permaneceré y me aseguraré de que regrese a casa.
Sin mas dio un giro y se metió al departamento donde Tae estaba intentando descorchar una botella de vino.
Un Min Ho bastante extraño se recostaba sobre el marco de la cocina, sosteniendo una copa de vino que habíamos comprado. Tae hablaba de no tengo idea que cosa y para mi sorpresa Min Ho sonreía. Si señores... El recto y estricto Lee Min Ho sonreía de una forma que no había conocido, hacia mi extravagante amigo. Que luego de sacarse su ambos se colocó un sueter amarillo que dañaba mis ojos y unos pantalones a cuadrados que podrían ser de la última colección de Gucci...es gracioso verlo intentando cocinar, cuando ambos sabemos que es un desastre para eso.
Tomo un sorbo mas y la luz de mi teléfono se enciende. Es Jungkook del otro lado. Dudo en responder.
- Hola- digo
Se que nada bueno trae su llamado.
- Pensé que no responderías- dice
Y su tono de voz quebrado me dice que esta ebrio de nuevo.
Parece que solo tiene el coraje de llamar cuando bebe.
- Por que no iba a hacerlo?- respondo
-Porque te fuiste sin despedirte- y ahora está gritando- dónde estas?- su voz vuelve a caer.
- No tengo por que decirte donde estoy. Que quieres Jungkook.?
- A ti- lo dice en un susurro que desgarra mi alma.
Cuando levantó la vista cuatro ojos expectantes me miran sorprendidos.
- Debo cortar- digo
Y me duele hacerlo, pero no puedo seguir siendo su marioneta.
- Por favor no cortes, donde éstas? Iré a buscarte.
- Estas ebrio Jungkook, mejor descansa.
- No, quiero verte. Jimin por favor- y su voz suena rota.
Siento lástima por el, tal vez estoy siendo un poco cruel. Pero se lo merced.
Tae me observa con el rostro fruncido un tanto confundido.
- Ok, iré en cuento me desocupe.
Tras un profundo suspiro corta la comunicación.
- No puedes ir a otra parte, de aquí nos vamos a la casa.- Tae escupe la bebida y se ahora en risas.
- Ya hablamos de esto Min Ho, no dejare que te metas en mi vida personal.
- Bien chicos, es hora de comer. Chim pon la mesa, sabes donde encontrar las cosas y tu, ayudame con esto.
Tae sonríe y Min Ho parece conforme.
Cenamos entre historias y anécdotas de Tae, realmente extrañaba a mi amigo. Min Ho parecía demasiado atento a lo que Tae decía y era divertido verlo beber sin que se diera cuenta.
Luego de la 4ta botella de vino, los ojos de Min Ho apenas se abrían y Tae cómplice se apoyo junto al alto para dejarlo reposar sobre su hombro.
Min Ho dio una sonrisa más y quedó por completo rendido sobre el calido cuerpo del rubio.
- Vete Chim, yo me encargo- la mirada de Tae me decía que no estaba padeciendo el favor.
Tomé mi abrigo y me dirigí una vez mas al departamento de Jungkook. Todavía no estoy seguro si es lo correcto, pero no hay forma en la que mi cuerpo deje de agitarse por el.

cuando llegue a la casa de Jungkook, goolpe la puerta del departamento y nadie abrio. Decidi probar con el picaporte y la puerta estaba abierta.

el lugar era un asco de botellas y ropa tirada por todas partes. Jungkook sobre el sillon aparentemente dormido.

Me acerque e intente hablarle, el aroma a alcohol invadio mis fosas nasales.

-Jimin?- pregunto sin abrir los ojos

-si soy yo, que te sucedio, estas hecho un asco- la verdad era que me sorprendia verlo de esa manera. en nada se parecia al hombre pwerfecto que habia conocido ahce un año atras

Jungkook comnezo a llorar. su rostro compunjido y la botella de wisky aun en la manodaban un aspecto de imagen patetica.

- lo siento tanto jimin- balbuseo e intento pararse.

lo sostuve antes de que pudiera caer.

-vamos te llevare a la cama- dije intentando trasladarlo por fin al dormitorio.

una vez lo recoste sobre la cama, estba decidiio a salir de ahi. algo oprimia mi pecho, habia un dolor prufindo que pujaba por salir.

- no te vayas por favor- me dijo casi dormido. tomando mi mano.

me recoste a su lado y cruzo su braso por sobre mi cintura. me sentia entre calido y dolorosamente incomodo. Jungkook traia un monton de sentimientos que no queria vovoer a tener.


PROHIBIDO (KOOKMIN) Segunda parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora