~Almas Gemelas ~

Dos

Francis es el hermano menor de Piero, el padre de Bernardo. Nos conocimos los tres de chiquitos, yo tenía 4 años, Piero 5 y Francis 3 años. Ellos se mudaron al lado de mi casa. Rápidamente vinculamos una amistad entre los tres que duro años, ellos eran como mis hermanos, siempre me cuidaban y alegraban cuando estaba triste. Francis era extrovertido, un gran deportista, y muy cabeza hueca; Piero era todo lo contrario, tímido, buen estudiante, no era un gran deportista como su hermano, el único deporte que le fascinaba era el softbol como a mí, era unas de las cosas que teníamos en común. Siempre estuvimos juntos desde la primaria, secundaria y la universidad, yo estudie para ser publicista, Francis profesorado de educación física y Piero para ser arqueólogo

Al verlo a Bernardo, recordé a Piero , se parecía tanto a él a su edad, era la réplica exacta, unas lagrimas salieron de mis ojos, pero las saque rápidamente, no quería que mi hijo me viera así..

B: hola mami... Te extrañe

G: hola mi chiquito yo también te extrañaba... Esta enorme dale un abrazo a mama.

Me abrazo y llore de la emoción, lo había extrañado tanto me hizo tanta falta estar cerca de Bernardo. Una voz hizo soltarme de mi hijo y mirar hacia la puerta. Me había olvidado por completo de mi mejor amigo.

C : hola Francis perdóname, es que bueno lo extrañaba mucho a mí bebe...como estas?

Le pregunte mientras me levantaba y lo abrazaba, el me correspondió el abrazo.

F: no te preocupes, es tu hijo es obvio que lo extrañaste yo ando bien y tu? cómo va el trabajo?

G : bien ya me instale, y feliz de estar con mi hijo... no te dio trabajo no?

F: no tu hijo es un ángel, igual que la madre.

G : no digas eso que me lo voy a creer... bueno pasa te hago un café... y a ti angelito te muestro tu cuarto y te hago la leche si

B: si mami...

Estuvimos hablando y poniéndonos al tanto de nuestras vidas con Francis, ya que las veces que llamaba a su casa me pasaba horas hablando con Berni y no con mi mejor amigo, al parecer consiguió trabajo en una escuela cerca de aquí como profesor de física, así que estaría más cerca, me alegre bastante, me hacía falta hablar con Francis, necesitaba a alguien mucho, él y Bernardo era la única familia que me quedaba, no quería que nos separáramos

Francis se termino yendo a las 12 de la noche, se nos paso el tiempo charlando, Bernardo se durmió apenas termino la leche que le prepare, estaba exhausto, entre a su habitación y le di un beso en su frente, lo había extrañado tanto.

Fui hacia mi habitación y me acosté, me quede dormida en un abrir y cerrar de ojos; pero esa noche tuve un sueño, estaba sola en un lugar desierto, no sabía cómo había llegado ahí, pero de repente aparecieron personas, no podía verles las caras, pero aparecieron todos con armas y empezaron a apuntar a donde yo estaba. Me quede quieta sin saber qué hacer, en eso todo empezó a llenarse de humo y sentí como alguien me agarraba de la cintura y me elevaba hacia arriba, mire para arriba y vi un rostro, en ese momento desperté. No reconocía el rostro, a decir verdad mucho no lo vi, pero ese sueño fue bastante raro, decidí que era mejor olvidarlo, era un sueño nada mas, conseguí volver a dormir para no estar adormilada en el arduo trabajo que me esperaba en la mañana.