Diecinueve

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Cuando se fue, mire alrededor, era un departamento bastante espacioso, con adornos modernos pero elegantes y grandes cuadros colgados de artistas de la edad media. Giro mi cabeza hacia la mesita de luz que se encontraba a mi lado y veo un montón de documentos, vigile a ver si mariano venia y como no lo vi me puse a ver, definitivamente era lo que esperaba encontrar, documentos para el transporte de otros productos aparte del BIORRAT, muevo un poco y encuentro una carta, cuando termine de leer entendí todo, iba a esparcir kilos de la droga a través de las cajas donde serán llevados los productos, y esos los recibirán una sola empresa , pero no pude identificar el nombre de dicha empresa, trataba de mover si encontraba mas cuando descubrí un documento que se me había caído por accidente, cuando lo abro no podía creerlo. El documento pertenecía a Mariano Matías Calderón Villagrán, y cayeron todas las fichas en mi cabeza, era Matías, el chico que quería separarme de Piero era nada más y nada menos que mariano, no podía saber cómo no me había dado cuenta. Escuche ruidos de pasos aproximándose así que deje todo y me moví al otro extremo del sofá.

M: listo acá traje la bebida, quieres una copa.

G: si por favor- ya no sabía qué hacer, necesitaba de algún modo robarme al menos la carta que había encontrado y contarle todo a Piero pero no sabía cómo escapar de la casa. Bebí mi copa rápido.- cuando siento una mano posarse en mi pierna. Cuando la aparto amablemente, mariano se acerca y me besa, intente apartarme pero no podía hacerlo me tenia atrapada, le mordí la lengua fuerte y él me soltó.

M: auch, porque me mordiste? Qué te pasa? No digas que no querías que te besara.

G: por supuesto que no quería que te pasa?

M: que me pasa? De verdad quieres saberlo? Nunca pude dejar de pensar en ti, nunca, no pensé una chica no quisiera estar conmigo, escogiste al inútil de Piero en vez de a mí, y míralo ahora, es tu asistente, no es nada, yo tengo mucho para ofrecerte, porque no me dejas tenerte.

G: porque yo no soy un objeto que tengas que poseer, soy una persona Mariano.

M: mariano no. Matías, se perfectamente que sabes quién soy, vi cuando mirabas mi documento, y aunque no quieras yo te voy a tener. -mariano se acerco rápidamente y me levanto e sus brazos, me dejo en su cuarto y me encerró dentro.- tengo que ir a hacer algunas cosas, no intentes nada porque no puedes salir de aquí y nadie puede escucharte así que pórtate bien.

Escuche como Matías se alejaba y el sonido de la puerta abrirse y cerrarse. Saque rápidamente mi celular de mis zapatos, aunque no lo crean es el mejor lugar para guardarlo, y llame a la única persona que podría ayudarme.

G: atiende, por favor atiende.- se escucho nuevamente la puerta abrirse cuando contestaron.

P: Guada?

G: Piero no tengo mucho tiempo, estoy en la casa de mariano me tiene encerrada por favor ayuda- no termine la frase porque Matías me vio y me saco el teléfono.

M: intentabas llamar a Piero, pues no lo harás-tiro el celular contra el piso y volaron todas las partes de este.-ahora quieras o no, eres mía.

Matías intento acercarse, y le propine una patada en la boca del estomago, Salí corriendo del cuarto, pero me alcanzo y me atrapo, yo le di otro golpe esta vez en sus partes intimas. Vi como se retorcía en el piso del dolor, cuando estaba levantando mi pierna para darle otra patada se abrió la puerta y apareció Piero con otros tres policías mas, dos policías agarraron a Matías, mientras el otro revisaba el apartamento y Piero se dedicaba a tranquilizarme.

P: ya amor ya paso, estas a salvo- me decía mientras me abrazaba con fuerza.

G: como llegaste tan rápido?

P: te seguí, en el restaurante y hasta aquí con el auto, no podía dejar que estuvieras sola, cuando me llamaste subí rápido, los chicos estaban conmigo. Menos mal que los llame, no me hubiera perdonado que ese idiota te hubiera hecho algo.

Yo seguía abrazándolo, buscando la protección en sus brazos, sabiendo que estando a su lado nada malo pasaría. Esa noche estuvimos en la comisaria mientras explicaba todo lo que había pasado, los papeles encontrados eran precisamente de la droga que quería esparcir, y varios documentos de ventas en el mercado negro, Matías pasaría sus siguientes años en prisión.

A la mañana siguiente cuando volvimos de la comisaria, fuimos directo a la cama y quedamos profundamente dormidos. Todo lo sucedido nos agoto las fuerzas que teníamos.

~Almas Gemelas ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora