~Almas Gemelas ~

Diez

P: déjame explicarte, soy espía, trabajo en una organización secreta del gobierno.

G: y como llegaste a eso,

P: viste ese verano que pase en el campamento de matemáticas, pues al parecer no fui ahí, fui a otro campamento donde te enseñaba artes marciales y todas las armas para pelear y defenderte. Yo era muy bueno, la verdad termine siendo el mejor del campamento, el director del lugar me ofreció este trabajo, lo acepte pensando que iba a ser grandioso. Tenía que esperar a ser mayor de edad, después de cumplir los 23 años me llamaron, mi primera misión fue detener a unos rusos que venían para atacar la zona sur. Lo logre, pero uno de ellos logro escapar y juro vengarse de mí. No podía permitir que conociera mi identidad porque si no sería capaz de lastimarlos a ustedes y no lo hubiera soportado, tenía que protegerlos. Hasta ahora no lo han encontrado.

G: pensando que iba a hacer grandioso? Siempre pensé que eras loco pero nunca tanto.. y si te lastiman nunca pensantes en eso, renuncia no puedes vivir así.

P: ya no puedo renunciar, y sé que mi trabajo es peligroso, pero ya no puedo volver, si pudiera hacerlo jamás hubiera aceptado pero lo descubrí tarde, pensé que iba a ser toda una aventura, que era lo que yo deseaba, pero un día me di cuenta que no.

G: no era lo que deseabas? Entonces qué?

P: -abrazándote- te deseaba a ti, te acuerdas ese día que nos quedamos varados con el auto, recuerdas como me abrazaste, sentí que me necesitabas y eso me encanto, te bese porque necesitaba sentirte, después no podía, no quería alejarme de ti. Reaccione, me di cuenta que te quería pero no podía ser por eso te solté, después te vi dormida y no podía dejar de mirarte, eras perfecta. Eres perfecta. No podía soportar estar lejos de ti. El día de tu cumpleaños 18 no soporte más.

G: basta basta, deja de hablar no lo soporto, suéltame quiero irme.

El me soltó lentamente.

P: Amore

G: no me digas así, me voy

Cuando estaba a punto de abrir la puerta se escucha un fuerte trueno, me dirigí a la ventana y veo que empezó a llover.

P: si sales te vas a mojar, quédate a dormir si mañana quieres irte, te vas no te detendré.

Hice lo que me sugirió, me volví a acostar porque todo lo que había pasado me canso. Siento su mano pasar por mi cintura y descansar plenamente en mi vientre, lo saque.

G: no me toques.

P: porque haces todo tan difícil.

G: yo lo hago difícil, crees que esto no es difícil para mí, cada día te pensaba todo el tiempo, lloraba porque te extrañaba no estabas conmigo, dos años, dos años pensando que estabas muerto y ahora te encuentro diciéndome que eres una espía y me dejaste para protegernos. Porque no me dijiste, porque me hiciste sufrir así. TE ODIO.

Piero solo me veía, empecé a golpearle el pecho con mis puños, pero no le hacían nada. Me descontrole, el me abrazo fuerte y llore, lo abrace y llore.

P: perdóname, no quería que sufrieras así, pero ahora duerme por favor te hará bien.

Me aleje de él y me acosté, pero no podía dormirme, me di la vuelta y coloque mi cabeza en su pecho, sentía a su corazón latir en un ritmo acelerado, extrañaba escuchar eso. El me abrazo tiernamente y quedamos profundamente dormidos.