Bring Me To Life (Zayn Malik y Tu)

Capítulo: 6

- ¿En… en mi?- le pregunté.

Él asintió con su cabeza, tenía las mejillas coloradas ¿tenía vergüenza? Se mordía su labio, estaba inseguro. Oh, no, decirle que pare, que deje sus labios en paz. Sentía cosquillas en mi interior. Me estaba obsesionando con sus labios, tan perfectos, tan rosados, tan apetecibles. Me llamaban, “____, acércate, bésanos”, Como si no fuera suficiente que sus labios hablaran, ahora él se los mojo con su lengua, ¿él estaba incómodo? 

No pude más, mi cabeza daba vueltas y ansiaba un beso suyo, lo acaba de conocer, era mi vecino y me había salvado la vida. Había besados a chicos de los cuales no sabía ni su nombre. Mi mochila se deslizo por mis hombros, la mochila de Zayn estaba en el suelo, ya que él no se la había puesto al bajar al autobús. 

- ¿Qué te pasa ___?- me pregunto Zayn.

Su voz sexy pudo conmigo. Me lancé encima de él, agarrando su cabello en mis manos y juntando nuestros labios. Luego bajé la mano por su nuca y agarre el cuello de su camisa. Él no reaccionaba, ¿no le gustaba como besaba? sus labios calientes y blandos sobre los míos fríos, era la mejor sensación. Empecé a andar, haciendo que el cuerpo de Zayn se quedara entre una pared y mi cuerpo. Mordí el labio inferior de Zayn, haciendo que le gimiera, pegué mi cuerpo más al suyo, mi feminidad con su miembro. Zayn por fin reacciono. Abrió su boca y mis labios la acapararon toda, ansiaban más, al igual que mi cuerpo. 

Mi puerta estaba abierta, la abrí y empujé el cuerpo de Zayn dentro. Le saqué la camisa, mientras besaba su cuerpo ¿por qué no hacía nada él? Conseguí desabotonar todos lo botones y volví a sus labios, Zayn siguió mi beso, jugando con mi legua, si, lo hacía muy bien. Empuje a Zayn, haciendo que cayera al sofá y yo encima de él, mi feminidad encima de su miembro. Empecé a hacer pequeños movimientos haciendo que su miembro empezara a tomar vida. Y Zayn apartó mi cuerpo del suyo, con una fuerza que me sorprendió. Cogió su camisa del suelo y abandono mi casa.

¿Qué…qué había pasado? Apoyé la cabeza en el sofá, cerré los ojos y sonreí. Pasé mis manos por mis labios, estaban calientes, sus labios habían estado ahí. No era un sueño, no me lo había imaginado… Había probado el cielo y quería más… Fui a mi cuarto con ganas de verlo detrás de mi ventana, necesitaba saber si le había gustado mi beso, si tenía ganas de otro. 

Pero su cuarto estaba a oscuras, la cortina cerrada… Ni resto de él. Me tumbé en la cama ¿por qué estaba así? Había besado a miles chicos, todos esos besos no me importaron nada, pero este… Era diferente. Recuerdo el tacto de su piel sube tocando mi brazo, recuerdo la tensión que había entre nosotros, el roce de nuestros cuerpos… Mi corazón latía a mil por hora, como ahora. Quizás tenía fiebre… ¿Una cabezadita?

No podía dormir. Vuelta y vuelta. Decidí tomarme una pastilla de Johanna, caí inmediatamente en un profundo sueño. 

Me desperté sola, no me desperté por una pesadilla, no había soñado nada, era negro todo, pero mejor eso que todas las pesadillas que atormentaban mi cabeza cada noche. Salí de mi cuarto, feliz, restregando la mano en mi ojo y sonriendo. Pocas veces pasaba esto.

- ¿Por qué estas feliz?- una voz retumbó en mi cabeza.

Levanté la mano, mierda, me había olvidado de su presencia. Johanna estaba sentada en un taburete de la cocina, con una bata roja de seda trasparente, en los puños tenía plumas rojas, llevaba unos tacones rojos (sus zapatillas de estar por casa)

- Creía que no estabas en casa- dije.

- ¿Hay alguien en tu cuarto? ¿Es guapo? ¿Por qué no me lo presentas? No tiene que ser muy bueno, no te he oído gritar.

Recuerdo la ultima vez que traje alguien a casa… Me prometí no traer a ningún chico más a casa.

- No hay nadie.

- - Johanna expulso humo por sus labios rojos- No me mientas.

- No te miento.

- Ya sé- me mira y sonríe de lado- Has vuelto a matar a alguien.

Esos recuerdos vuelven a mi cabeza, me falta el aire, quiero caer al suelo, quiero morirme, por favor que paré esto.

- No.

- ¿Qué has fumado? ¿Dónde están las jeringas? ¿Marihuana? Pásale algo a tu madre. Han pillado al chico al que le suelo comprar.

Estar en el mismo espacio que ella hacía que me pusiera mala, que me entraran nauseas y que la sangre viaja rápidamente por mi cuerpo. Verla a ella es como volver a vivir cada momento que ella destruyo. 

- No he tomado nada- dije suave- No he inhalado nada…- mi voz empezaba a ponerse seria- No me he inyectado nada. No soy como tú- la miré a los ojos, tenía la raya de abajo borrada, eran oscuros sin sentimiento- No soy una puta barata que no puede vivir sin estar drogada.

Deshice los puños y la sangre volvió a bajar por mis manos… Uno, dos y tres. Mi cuerpo choco contra el suelo, mi mejilla empezó a ponerse roja, mis ojos se cerraron al impacto. Sentí el afilado tacón suyo pisar mi mano, como si quisiera hacerme un agujero, casi lo consigue. 

- No me vuelvas a hablar así niña.

Pasa por encima de mi cuerpo, pegando con la punta afilada de sus tacones mi barriga, haciendo que casi vomite de inmediato. Doy una vuelta, agarrando mi barriga, me siento muerta, ojala lo estuviera. 

Me levanto, ella ya no esta, voy a mi cuarto y busco mi vía de escape. Me desnudo, hace calor. Mi mano tiembla, pero aprieto la cuchilla para que no choque contra el suelo. Me tumbo en mi cuarto y voy cortando, en mis muslos cerca de mi feminidad, en mi costado, en mi barriga, en mi brazo. Aprieta con la mano las sábanas cada vez que la cuchilla atraviesa mi piel. Intentó que no manche la sangre la sábana, para que la sirvienta que viene los miércoles y domingos no se extrañe. Me tiro al suelo, llorando, odiando mi vida, sangrando, llenas de rajas que jamás desaparecerán.

Me merezco este sufrimiento, por la persona que asesine con mis manos. Johanna hizo que esos recuerdos que me costaron años esconder salieran a flote. Recuerdo el sonido de la sirena de la ambulancia, llovía mucho, me arrastre por el suelo ensangrentado… por su sangre y por la mía, me escondí en un callejón. Recuerdo mi llanto, recuerdo la voz de la enfermera diciendo que estaba muerto.

Continuara...