La vida no es perfecta, se comete errores y desacierto.
E Izuku no es la excepción a la regla
El instinto maternal nunca se equivoca
El alfa interno lo acepta, pero su raciocinio se niega, porque esta herido
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El cómo llegó al área de bebes recién nacido, aun no lo sabe.
se acercó y sus ojos rojos vieron a muchos bebes, unos llorando, otros durmiendo.
busco con la mirada, vio la inscripción.
Midoriya Izuku
Se acercó tímido.
—¿Es usted el padre?
—Este... yo... es que
—Lo entiendo, son los nervios, ahora se la traigo... esta estable— la enfermera fue y cargo delicadamente— Ella es su hija, sosténgala así y luego su brazo aquí para que esta cómoda... perfecto, es algo natural en usted.
El alfa la sostuvo entre sus brazos, vio su rostro blanco, y limpio sin pecas. Su cabello era verde claro, no oscuro como su mamá, quería ver sus ojos, pero estaba dormida.
La meció un poco y su frágil mano movió hasta su dedo del alfa, entonces abrió lentamente los ojos, tan verdes como jade brillante.
Era el vivo retrato de su mamá, sin pecas.
El alfa la miro y algo dentro de él se movió. Esos ojitos los veían con un brillo único, el alfa comenzó a derramar lágrimas, ¿cómo pudo creer que ese bebé no era suyo?... el instinto le grita y ruge que esa cachorra es de su sangre.
Desde que se enteró se negó completamente ahora esta ahogado en lágrimas, debía decir las palabras correctas y las que marcarían a esa niña de por vida.
—Bienvenida al mundo... eres el amor de mi vida y la cosa más preciosa que sostuve antes, mi vida... "Mi Cachorro" — el alfa abrazo fuerte a la bebé y comenzó a llorar, su alfa interior se alegró y su razón lloró de felicidad. —Te amo hija mía, jamás lo dudes.
Estuvo llorando un largo rato y luego se escuchó la puerta abrirse.
Vi a los ojos a su omega que venía con compañía.
—¿Kacchan?
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