A *___* le salió un suspiro del alma cuando se metió en la bañera ovalada de Jooheon. El agua caliente y las burbujas la cubrían casi por completo; tan solo la cabeza quedaba fuera del agua. Hacía tiempo que Jooheon le había dicho que podía usar el cuarto de baño principal siempre que quisiera, pero nunca había aceptado la oferta. Junto a su dormitorio había una ducha y una bañera estupenda aunque no era tan increíble como esta.
«Admítelo. No has venido por el tamaño de la bañera, sino porque él se lava aquí».Con el ceño fruncido tomó una esponja de la repisa que había junto a la bañera y empezó a frotarse los brazos con tal fuerza que se arañó la piel. ¡Maldita sea! Se resistía a admitir que echaba tanto de menos a Jooheon que había venido a su baño para usar su bañera e inhalar su aroma.
«¡Fuiste tú la que dijiste que no se volverían a acostar! ¡Gran idea!».
Sí, lo había propuesto ella, pero no paraba de dar vueltas al asunto. En un momento dado le había parecido la opción más acertada porque no quería estar con él hasta que estuviera completamente segura de que Jooheon confiaba en ella. Si no sabía lo que le había ocurrido, podría volver a cometer fallos y a herirlo sin querer, y no soportaba esa idea. En aquel momento había pensado que se abriría, compartiría su trauma con ella y le permitiría ayudarlo a superarlo. Pero se había equivocado de principio a fin.
En lugar de compartir con ella lo que le atormentaba por dentro Jooheon se había distanciado. Desde que *___* le había dicho que no volverían a hacer el amor hasta que le contara el «incidente» Jooheon no la había vuelto a tocar ni a besar. ¿Qué le había pasado? ¿Lo había presionado demasiado? ¿No había esperado suficiente? ¿Habría sido mejor haberse conformado con lo que estaba dispuesto a dar?«Puedo decirle que me ate a la cama y que me haga lo que quiera. Así, no podré volver a hacerle daño».
Emitió un gruñido, dejó de frotarse los brazos y sacó una pierna del agua para dejarla en el borde de la bañera. La idea era muy tentadora. Aunque *___* era una mujer muy independiente, le había encantado cómo la había sometido Jooheon en la cama y cómo se había apoderado hasta de sus sentidos.
Por algún motivo el macho alfa que aparecía cada vez que la tocaba la ponía tan cachonda que se volvía loca. Esa virilidad, unida a la ternura y a la vulnerabilidad que en ocasiones dejaba entrever, ejercía una fuerza irresistible que la atraía como la luz a una polilla.
Jooheon la hacía sentir preciosa.
La hacía sentir a salvo.
Madre mía... Lo cierto es que adoraba a ese macho protector y posesivo que tenía un corazón de oro y que, además, era suyo.
Levantó la pierna en el aire y la esponja se deslizó por la pantorrilla, avanzando despacio hacia la rodilla y el muslo. Le vinieron a la mente retazos de recuerdos que hicieron que su entrepierna comenzara a palpitar y que su corazón se detuviera por un instante.
Atada a la cama de Jooheon, a merced de su boca hambrienta.
En el sofá, agarrada por las muñecas, sintiendo que el mundo entero le daba vueltas.
En el ascensor, abierta de piernas para que la penetrara con todo su ser y la hiciera gritar.
Hace tres días, abrazada a él mientras la partía en dos.
¡Dios bendito! Ese hombre había convertido todas sus fantasías eróticas en una realidad de vivos colores y no había una sola cosa de él que no le gustara.
Una lágrima solitaria le recorrió la mejilla mientras cambiaba de pierna y empezaba a frotar la otra con la esponja.
Tres días. Tan solo habían pasado tres días y ya se sentía devastada. Lo anhelaba en soledad y aquella sensación la reconcomía por dentro y la dejaba hecha polvo. Él no solo cumplía sus fantasías eróticas, también era todas sus fantasías. Lo tenía todo. Jamás había conocido a una persona como él y, seguramente, no volvería a conocer a un hombre así.
Era un encanto aunque dijera que no.
Era atento aunque dijera que no.
Dulce.
Bueno.
Un auténtico genio, del que aprendía algo nuevo cada día aunque, sin duda, eso también lo negaría.
Porque además era humilde. Lee Jooheon i no se consideraba una persona especial, pero ella lo veía tal y como era: como uno de esos hombres que si consigues atraparlo no debes soltarlo jamás.
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la obsesión de un Millonario ✔ TERMINADA ✔
Fiksi PenggemarUn chica común y un súper millonario. Interes, amor, pasión u algo más 😘 *************** ⚠Contiene escenas (+18) ⚠ Vocabulario explícito ⚠ Es una adaptación