Señal

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Después del trabajo, fui a casa para alistarme. Me vestí lo mejor que pude y, al bajar las escaleras. Mi casera me estaba esperando una vez más.
-Hasta cuando Bob, me debes la renta.
-Respondí—. No se preocupe, ya cobraré y podré pagarle con ello.
Se calmó y, me fui directo a casa de Poli. Había un sol resplandeciente, creo que el clima me daba la señal de que por fin me iría bien. Me sentía libre,  como que podía con todo. Estaba cerca, así que le toqué el timbre. Esperé y esperé, hasta que finalmente se asomó a la puerta. Poli traía overol azul, polo blanco, sombrero y unos lentes. No podía creer que una excelencia de mujer saldría conmigo.

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