1 Un pequeño error

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Una noche despejada en donde podían apreciarse las estrellas y constelaciones a la perfección.
Un ambiente fresco e irrepetible , la armonía del lugar...
Todo perfecto para la relajación en el lugar conocido como ;"Santuario"

Pero ... No todos en dicho lugar podían decir lo mismo .

A pesar de las altas horas de la madrugada,en donde se supone deberíamos descansar, se encontraba alguien que parecía no querer dormir.

Shaina, santa de cobra, se encontraba en el campo de entrenamiento intentando mejorar sus técnicas... Aunque para ser sinceros nunca podría superarse a sí misma con dichos ataques cargados de recuerdos y preguntas aglomeradasradas en su cabeza.

Cuando se dió cuenta de la situación detuvo sus acciones por unos instantes y se dispuso a analizar la situación de manera detenida.

- ¿Porque desde aquel día me siento así? No puedo conciliar el sueño, no puedo comer tranquila, ya no puedo entrenar en paz...

Dirigió la vista fijamente a un punto desconocido de una gran roca enfrente suyo.

- No puedo creer que ... ¡No! - Caminó en dirección a aquella roca y se colocó en postura de batalla enfrente de la misma .


De inmediato encendió sus cosmos al límite y una aura de color violeta comenzó a emerger alrededor de ella hasta que con gran ímpetu lanzó su primer ataque que careció de puntería y vino la frustración que fue acompañada de ira.





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Un tanto lejos de allí y entre las ruinas del santuario, se encontraba Milo de Escorpión, el cuál permanecía recargando la espalda en un viejo pilar mientras consumía de manera alegre una jugosa manzana roja.

Estaba solo y eso lo aburría... Aunque a decir verdad: en ese momento le daba pereza subir todos esos templos para llegar con Camus, al cual reprochaba de manera interna e imaginaria precisamente por haber nacido bajo el signo zodiacal de Acuario... Uno de los templos más difíciles de acceder.

Se quedó admirando el resto del lugar para no aburrirse , pero no funcionó.Veía las estrellas y lo único que le venía a la cabeza eran las repetitivas clases de constelaciones que estaba obligado a tomar cuando era niño como requisito para ser un caballero.

Ya no sabía de verdad que hacer, le quedaba media manzana y no había nadie disponible para molestar.

De pronto: algo vino a su mente y decidió usarlo como recurso contra su aburrimiento.

Tal vez una canción le haría bien.

- 🎶 El recuerdo de un adiós, días lejanos que se van.
Pinturas viejas en el desván que el tiempo encontrará.
Acuarelas de amistad, en rojo y gris y allí estaré.🎶



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En ese momento Shaina se negó a la idea de ser débil o de tan siquiera perder contra algo como una roca.

Esta vez su enojo hizo hervir a su cosmos y el color morado de su aura se mezclaba con el rojo de su ira.

Agudizó la vista, y rápidamente volvió a atacar. Esta vez todo fue una luz cegadora durante unos instantes y después, la inmensa roca quedó hecha un millón de pedazos que se esparcieron por todos los alrededores con violencia .




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-🎶Cada vez, que al sonreír, resista el amor🎶 - Milo ya se había inspirado en la canción y de la nada, un gran trozo de roca le rebotó en la cabeza, haciéndolo soltar lo poco que le quedaba de fruta al suelo- ¡Auch!¿Qué les pasa? ¿A quién se le ocurre lanzar rocas así? -Tomó la piedra en su mano izquierda y miró alrededor- A, si ya entendí, Camus. Muy gracioso ¿No? Ya verás cuando te encuentre - Lo buscó con la mirada porque de verdad pensó que había sido el francés el responsable de dicho golpe, pero al no encontrar nada descartó la posibilidad - ¿Camus?, ¿Chicos? Esto no es divertido, voy a encontrar al que me lanzó esto y cuándo lo haga, me las va a pagar muy caro -Advirtió a quién fuese que estuviera allí y comenzó con su búsqueda.





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A lo lejos estaba Shaina intentando recuperar el aliento mientras su cosmos se apagaba lentamente.

- Si. Lo sabía... Un asunto como ese no me puede doblegar, sigo siendo igual de fuerte...-Volvió a practicar sus ataques.


Milo buscaba al responsable en esos rumbos porque sentía muy cercana la presencia de un cosmos, y un poco a lo lejos había sido capaz de identificar una silueta.

Se acercó con cautela mientras sostenía la piedra en la mano. No había visto de quién se trataba, pero se dispuso a lanzar la roca, así que se asomó para calcular el ángulo del tiro y entonces: la vio.

Una chica de corto cabello verde que de ganó su corazón con ese simple vistazo.
A él, por supuesto le pareció muy linda, muy hermosa.

Mientras que ella había notado su molesta presencia.


-¡Oye!¡Tú!¡¿Qué haces espiándome!?- Se defendió con rudeza al apenas mirarlo.


- ¿ Qué? No. Yo no estaba espiando - Salió de dónde se ocultaba- Es sólo que... Deja de lanzar rocas así ¿Quieres? Un día vas a matar a alguien.

-¿Quién te crees para decirme lo que tengo que hacer?

- Oye, tranquila, sólo es un consejo. A mi únicamente me cayó en la cabeza. Podrías meterte en problemas por eso.


-¡A! Podría meterme en problemas porque un sínico vino a espiarme mientras yo entrenaba y por eso le cayó una piedra en la cabeza -Se iba acercando amenazante.


-Ya dije que yo no te espiaba. Tú eres la que debe medir su fuerza porque estaba a una distancia considerable y tu roca me golpeó.
Puedes herir a alguien que conozcas.


- Pero a ti no te conozco y no me importas ,así que largo- Estaban frente a frente y ella dio la vuelta para volver a lo suyo.



- Descuida yo solo vine a devolverte tu piedra que me lastimó -Le tendió la piedra.




-Mira -Volvió a encararlo -Será mejor que te vallas , no me importa quién seas-Lo tomó con brusquedad del cuello de la camisa- Pero sí no me dejas en paz ;voy a golpearte con esa y más piedras.
Además; definitivamente no me gustaría conocer a alguien tan tonto como tú - Lo empujó y soltó su camisa, haciendo que Milo cayera al suelo se espalda.

Finalmente ella echó una pequeña risilla de burla triunfal y se marchó mientras el griego se quedó pensando unos minutos.

-¡Oye, tu piedra! -Soltó una carcajada -A qué niña... -Se recostó en el suelo-Bueno, luego te la devuelvo.


Words to the windDonde viven las historias. Descúbrelo ahora