Y fuiste tú

Parte 34

Todo el camino se había vuelto silencioso, los chicos estaban dormidos. Los mire por el retrovisor.

-Wuacala, imagínate tener niños así - reí

Ryan solo sonrió.

-¿Quieres ganar esas botellas de Whisky? - alce una ceja

Él rio.

-Yo tengo mucho más que eso - me puso una mano en la pierna

Sonreí.

-¡Asco!- gritó Allen haciendo que todos nos espantáramos

-¿Qué pasa? - los ojos de Dean estaban muy hinchados

-Ryan y Nicky se estaban tocando sus cositas - dijo con cara de asco

-¡Eso no es cierto! - grité

-¡Si! - me sacó la lengua

-¡Que no!- volteé hacia atrás

-¡Ryan y Nicky se quiere, se besan, se toman sus manos, se agarran sus...

***

Tuvimos que parar en un súper mercado para comprar algo de hielo para el ojo morado de Allen.

-¿Alguien quiere algo más? - preguntó Ryan por el espejo retrovisor

Todos negamos con la cabeza.

-Nicky - dijo alzando una ceja

Suspire.

-Perdón por tener un hermano tan estúpido que la única manera de que se callé es golpeándolo

Ryan rodó los ojos y encendió el auto.

-¿Ya vamos a llegar? - preguntó Dean

-Faltan treinta minutos - contestó Carter

-Que bien, ya no quiero estar con gente agresiva - Allen me aventó su bolsa de hielo

-Que maduro - se la avente de nuevo

-Joder, ya manténgase en paz- dijo Carter

Todos lo miramos.

-Y es el más joven - dijo Ryan riendo

-¡Llegamos!- Gritó Dean saliendo del coche rápidamente cayendo de boca

-No lo tomen, ya lo chupo el Diablo - dijo Carter, llevándose que Dean le parará el dedo corazón

Todos bajamos y respiramos el aire veraniego.

-Ahh, playa, que rico huele - dijo Carter

-¡No tan lindo como tu hermana!- gritó Jerry

Todos los miramos mal, en especial Ryan y yo.

-Perdón, es un chiste - bajó sus maletas y se fue

-¡Oíste, ¡dijo que olías a caño Nicky!

La inconfundible voz de Kelly apareció.

-Que lindo verte de nuevo - forcé una sonrisa

-Sí, lo sé perra, ya me extrañabas - sonrió

-JÁ, extraño más a la señora Martínez que a ti - me cruce de brazos

-Uyy, ni me menciones a esa perra - dijo con los dientes apretados

Cualquier otro que no supiera que la pobre señora tenía más de ochenta años, pensaría que era una adolescente o alguien más de quien hablábamos.

-Bueno chicas, las habitaciones ya están - dijo Scott

-Gracias amor- Kelly le dio un beso en la mejilla