Parte 37

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Dejé mis maletas en la entrada del departamento. Bueno, en las fotos se veía más grande.

Cuando abrías la puerta lo primero que te topabas era la sala, donde solo estaba un sillón con un televisor enorme, y no tanto enorme como plasma, no, enorme como caja. Luego a mano izquierda estaba la mini cocina, muy, muy pequeña donde con muchos trabajos entraba un alma. Y si caminabas más estaba una puerta con la habitación, sí, el departamento era solo de una habitación, bueno, no era que necesitara más. Y en ella estaba el baño. Salí y lo que más me llamaba la atención era el balcón era del largo de todo el departamento, lo que no era mucho, pero daba la vista a toda la ciudad.

-Wow - dije recargándome en los barrotes para apreciarla

Todavía había bastante luz, ya que el vuelo que había tomado hasta acá solo era de una hora. Tomé mis llaves y salí para comprar algo de comida, pulsé el pequeño botón azul del elevador y esperé a que llegara.  Me subí y pulse el botón del lobby. Me sentía muy feliz, era una emoción que no había sentido nunca, esa donde no sabes qué va a pasar mañana, que ahora tú tienes el control de tu vida. Mi jeans vibró y lo saqué, era una llamada de mi padre.

"Hola pa" - dije saliendo del elevador

"¿Todo va bien?"

"Sí, todo excelente, solo voy a tener que caminar millones de calles hasta el supermercado"

Había vendido mi motocicleta con todo el dolor de mi corazón, pero era para que pudiera comprar un carro, claro, cuando tuviera el dinero suficiente.

"Bueno, creo que ese ya no va a ser un inconveniente"

Fruncí el ceño aunque no me pudiera ver. Cuando salí del edificio, vi un carro rojo con unos pequeños globitos.

"Papá"

"Digamos que alguien me debía algunos favores por sacarlos de la cárcel"

Reí de la emoción y caminé hasta el coche.

"Espero lo disfrutes linda"

***

Primer día, primera mierda.

- Lleva esto papeles al cubículo de Fred - dijo una señora dándome un puño de papeles

Tomé los papeles y comencé a caminar con ellos.

-Que mierda - susurré entrando y dejándolos en la mesa

Cuando salí golpeé a alguien, bueno, me pegué en la cara con su pecho.

-Carajo - dije apartándome

-Hola - saludó aquel señor que ya nos habíamos visto. Aquel que me veía durante mis practicas

-Oh, lo siento - traté de irme pero tomó mi mano

-Que bueno volver a encontrarla señorita Miller

Fruncí el ceño.

-Gracias - dije

-Bueno, le parece si me acompaña a mi oficina

Más que una petición era una orden.

Asentí y caminamos por los pasillos.

-Buenos días agente  Johnson - todos los que estaba ahí comenzaron a saludarlo

Abrió una puerta y me hizo una seña de que entrara, así lo hice y luego entró él.

-He visto su currículo, cada detalle. Me parece muy bien - dijo sentándose en su bonita silla de cuero

-Gracias

-Bueno, normalmente esto se lo encomiendo a otra persona, pero mi hijo va a llegar esta tarde y quiero que lo cuide

Asentí.

-¿Qué edad tiene?  pregunté

-Usted solo debe saber lo que le acabo de decir - dijo mirando unos papeles - ¿entendido?

-Sí señor

Salí de la oficina y todos, enserio, todos me miraban. Traté de no soltar alguna grosería y caminé por todo el edificio hasta tomar el ascensor y bajar. Entré en mi coche nuevo y fui directo al aeropuerto. Ya me habían mandando el cartel donde contenía el apellido "Johnson".

Estacione y baje con él, esto era mucho mejor que estar dando vueltas por toda la oficina entregando papeles. Solo era un entrenamiento, pero como lo odiaba.

Me senté en la sala de espera del vuelo donde venía el niño.

***

Algunos minutos después la gente estaba bajando del avión, me levanté y tomé mi cartel mientras veía a cada persona. Nadie se acercaba a mí, sin dejar de mostrar el cartel miré hacia m bolsillo sacando el celular para ver si toda la información estaba bien.

-¿Nicky?

Miré hacia arriba y me topé con Ryan.

-¿Ryan? - dije muy asombrada

¿Qué haces?

-Espero al hijo de mi jefe

Abrió los ojos, muy, muy abiertos.

-¿Es tu jefe? - preguntó

Fruncí el ceño.

-¿Lo conoces?

Me quitó el cartel.

-Es mi padre

Ah, el destino era una perra. Una perra MALA, muy mala.

Asentí.

-Te espera - dije caminando hacia el estacionamiento

Ninguno de los dos dijo nada. Nos subimos al coche y fue lo mismo, ni siquiera mi mente se activó para poner algo de música.

Llegamos al edificio y pase mi tarjeta por el escáner y entramos.

-¿Qué tal todo? - preguntó cunado subimos al ascensor

-Bien - contesté pulsando el botón que daba al piso - ¿y tú?

-Bien - me dio una sonrisa de boca cerrada

Los dos asentimos y esperamos a que llegáramos. Las puerta se abrieron y salimos, nuevamente con la mirada de todos encima.

-¿Siempre son así? - pregunté

-Sí - dijo ya con las facciones más duras

Caminamos hasta llegar a la oficina de... su padre. ¿Era que el destino quería joderme?.

Toqué pero Ryan entró.

-Hijo - sonrió aquel señor

Y casi me doy una palmada en la frente. Eran iguales, aquel color verde de ojos, su pelo castaños, Ryan tenía tatuajes y su padre no. Bueno, mínimo con el traje no eran visibles.

-¿Te divierte esto? - gruñó Ryan

Su padre se levantó de la silla.

-No negaré que ha sido muy entretenido ver como trabas de ocultarlo

Okey, mi cabeza iba a estallar.

-No entiendo - solté - todo está tan en secreto

Los dos me miraron.

-Bienvenida a la CIA -dijo su padre sonriente.





Y fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora