Capítulo 6

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Narra Calle 

Me encontraba en la oficina escondida detrás del cuadro de pintura de la habitación de Maria Jose, los primeros dos días los pasó llorando, no obtuve respuestas positivas. No comió, no bebió agua, no uso ningún elemento de aquel cuarto que tanto me había costado organizar. Algo estaba haciendo mal, pero no sabía aún de que se trataba. Me levanté frustrada en busca de una taza de café, necesitaba energías para poder seguir, había pasado tras ese ventanal 2 días seguidos analizando los escasos movimientos de Poche.

- Dani, tienes que irte a descansar llevas años aquí..-  Paula ha estado visitando mi oficina desde el día uno en que comencé con el tratamiento de mi paciente.

- No exageres Pau, solo han sido dos días.- refunfuñé poniéndome frente al ventanal bebiendo un poco de mi café.

- Que intentas Daniela Calle, que ella sola se reaccione?, eres tú quien debe entrar ahí y ayudarla. Detrás de este cuadro no la estás ayudando en nada a veces no entiendo tus métodos...- mi mejor amiga tenía razón, ella no reaccionaría sola, como pude ser tan estúpida.

- Sabías que te amo verdad?- me acerque a Pau, deje un beso en su mejilla y en sus manos mi taza de café.

- Yo a ti Calle... - Suspiró - Dani! Sebastian está preocupado por ti, no descuides tu relación...- había olvidado por completo a Sebas, tenía semanas sin verlo ni saber nada de el. 

- Tranquila, dile que estoy bien... el entenderá- salí de la oficina directo a la cafetería del hospital. 

Conseguí dos gelatinas de fresa y las escondí en mi bata para que nadie me descubriera entrando alimentos a la habitación, estaba estrictamente prohibido.

- Servicio a la habitación...- Toque la puerta y entré, me di cuenta de que Maria Jose se había sentado en un rincón de la habitación una vez más con lagrimas en los ojos. - Señorita Garzón usted y yo necesitamos darnos una ducha..- su mirada confundida me causo gracia y me di cuenta de la tontería que había dicho. 

- Llevo dos días aquí sin irme a casa, he vigilado cada paso tuyo aunque se que no te has dado cuenta..- me senté en el suelo casi a su lado manteniendo una distancia prudente. - Este cuarto es la copia exacta del tuyo, te diste cuenta verdad?.- Maria Jose asintió un poco con su cabeza y sonreí ante tal reacción aquello era mucho para mi. - No somos amigas Poche pero estoy aquí para ayudarte, me he reunido con tu papa y tu hermana.- Su mirada de sorpresa me sorprendió a mi aún más. - Quieres saber de ellos?- Asintió brevemente acomodándose en su lugar. - Tu y yo haremos un trato... si te duchas y te cambias esa bata por una de tus pijamas yo te prometo que te contaré como están ellos. 

 Me puse de pié y le extendí mi mano, por primera vez ella la tomó sin recelo alguno, se levanto directo al cuarto de baño mientras yo buscaba unas toallas y su pijama. Salí del cuarto por algunos papeles dejandole todo sobre la cama.

- Miren a quien tenemos aquí! - la risa sarcástica de este tipo me estaba colmando la paciencia pero no podía ceder ante sus insolencias. 

- Doctor Zurita, que desagradable sorpresa..- suspiré sacándolo de mi sillón donde se encontraba muy cómodo.

- Con que así es como sacaras a la loca de su locura, dandole comodidad en este lugar.- rió aplaudiendo, su sola presencia era tan intolerable. - Wow que cuerpo tiene la loquita...

- Doctor Zurita le voy a pedir amablemente que se marche de mi oficina. - solté de inmediato.

- A mi tu no me mandas doctorcita..- se resistió agarrándome de los brazos arrinconandome fuertemente a la pared golpeando mi cabeza contra el ventanal. 

- SEGURIDAD!!- grité y de golpe me soltó, saliendo rápido de la oficina. 

Me volteé a revisar si Poche se había dado cuenta del movimiento de la pintura pero no, en su lugar obtuve una grandiosa vista. Su cuerpo era realmente hermoso como lo había mencionado Juan Pablo y yo no tenía porque negarlo. Tenía ciertas marcas producidas por su notable sistema oseo por la poca alimentación, pero aún así su cuerpo se veía muy bien. Salí de la oficina esta vez asegurando la puerta, rodee la habitación y entré sin previo aviso. 

- Pe..perdón pensé que ya te habías vestido - me giré de inmediato al ver como Maria Jose intentaba taparse con una de las toallas. 

- Ya...puede voltearse doctora - su voz, su voz era tan dulce aquellas únicas palabras fueron música para mis oídos. Pero no podía darle a notar mi asombro, tenía que seguir con normalidad. 

- Me alegra que hayas accedido al trato, como te sientes?- pregunté sentándome en una silla frente a su cama esperando que se sentara frente a mi. 

No respondió, una vez más solo obtenía silencios de su parte pero debía ser paciente con ella, las cosas no han sido tan fáciles en su vida y haber perdido a su mama la puso en esta situación de la cual yo la iba a ayudar a salir. 

- Tu familia está bien, los visité porque necesitaba hacer esto para ti..- expandí los brazos mostrandole la habitación. - Valentina es una niña encantadora y el señor Juan Carlos es una hermosa persona, eres tan afortunada de tenerlos en tu vida..- de sus ojos comenzaron a brotar lagrimas y en parte era lo que yo buscaba sin embargo me vi en la necesidad de abrazarla. 

- Permiteme ayudarte Poche, se que no has visto a tu familia desde que entraste aquí pero si tu me dejas ayudarte puedo autorizar que ellos vengan..- me miró con ilusión, sus ojitos aceitunados llenos de lagrimas me provocaban cierta ternura. - Déjame secar esas lagrimas, esta vez lo haré yo...- me brindó una media sonrisa que valía más que mil palabras. 




Estoy haciendo muchos capítulos para ustedes pero me he dado cuenta de que la cantidad de votos  es menor a la cantidad de lecturas. 😞 Así que si desean saber la continuación de la historia apoyenme votando como siempre lo han hecho en este y en los capítulos anteriores... Tengo mucho por dar 💗

Katherine P. E. 💁

Toma Mi Mano - Cache💗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora