-Señorita Garzón, su desayuno.- entró a la habitación una chica alta de cabello castaño con una bata blanca hasta las rodillas, una pequeña cofia del mismo color de la bata adornaba su cabeza , en sus manos traía una charola igual de blanca que su traje. Contenía comida en la parte superior de la misma. Temerosa la dejó en la mesa del pequeño cuarto blanco en el que me encontraba hace ya... <¿Cuánto tiempo llevo aquí?> pensé para mis misma, ya he perdido la cuenta de las semanas o quiza meses que llevo aquí dentro...- No tengo hambre, llévate eso.- contesté fríamente desde mi cama, estática, sin mover un solo dedo ni si quiera me había tomado la molestia de ponerme de pie y beber algo de agua.
- Debe comer o todo empeorará para usted señorita..- su mirada viajaba desde mis ojos hasta la punta de los dedos de mis pies, comenzó a analizar el cuadro en el que me encontraba. Esa mirada ya la había sentido antes, me tenía pena y eso era lo que más odiaba en las personas. <¿Acaso no se dan cuenta del daño que hacen con esa mirada?>
- ¡No me mires así!- me levanté como pude de la cama blanca si es que a eso se le puede llamar así. La debilidad en mi cuerpo se notaba con tan solo verme caminar, me dolía todo pero realmente eso era lo que menos me importaba, llevaba días sin comer pero no tenía sentido hacerlo, no sin ella aquí, la extrañaba tanto.
- ¡Llévate esta porquería, te dije que no la quiero! - volví a gritar, esta vez lanzando la charola al suelo con toda la ira que tenía acumulada dentro de mi.
De algun modo estaba conciente de que aquella chica novata no tenía culpa de nada de lo que me estaba pasando, de hecho nadie la tenía. Sin embargo, la hacía pasar los peores momentos de su vida cuando me traía mis tres comidas diarias.
La vi recoger los restos de la misma que ya estaba tirada por algunos rincones de aquel frio lugar, no se como pude llegar hasta aquí y la verdad no me importaría seguir por mucho tiempo encerrada aunque a decir verdad, extraño a mi papá y a Valentina. No los han dejado verme por su seguridad, el haber pasado por aquella tragedia me convirtió en una persona agresiva y sin sentimiento alguno. Lo único que podía hacer era pensar en vengarme y eso, detenía cualquier tipo de progreso en mi shock mental.Volvi a mi cama como si nada hubiera ocurrido, la presencia de aquella mujer recogiendo y limpiando me daba igual en estos momentos. Me recosté sobre la almohada para luego arroparme con una sabana muy fina hasta el tope de mi cabeza, cerré mis ojos lentamente intentando dormir pero no lo lograba. Sentí claramente cuando salieron de mi cuarto cerrando una vez más la puerta con llave, los primeros días aquello me llenaba de impotencia pero con el pasar del tiempo hasta eso había perdido.
No se en que momento me dormí ni cuanto tiempo lo habré hecho pero aquí el tiempo no tiene importancia, desperté con el sonido de la puerta que indicaba que alguien estaba por entrar.
- ¿Garzón como vas?- preguntó tranquilamente mientras tomaba su silla de siempre para sentarse frente a mi.
No pronuncié palabra alguna cosa que no lo sorprendía para nada, todos los días hacía exactamente lo mismo. Entrar a mi habitación, preguntarme como voy sin obtener respuestas de mi parte, terminaba marchandose del lugar con sus hojas de reporte completamente vacías. Quizá su impotencia al no poder hacer nada por mi era más grande que la mía al estar aquí sin entender muy bien que mismo me ocurrió después de aquel duro suceso.
Seguía sin comprender porque con las enfermeras podía incluso discutir y cuando llegaba la hora de ver a un profesional, mi cuerpo y mi mente se negaban rotundamente a reaccionar.Quizá no quería explicar lo que sentía, quizá no quería revivir aquel duro momento, quizá solo quería seguir así creyendo que haciendome daño remediaba algo de lo ocurrido.
- Algun día tendras que hablar conmigo Maria Jose, lo necesitas..- dijo acomodandose un poco más en aquella silla que rechinaba cada que el se movia.
- Demonios..!!- Susurró. Alcé mi mirada logrando ver como sobaba su cien con sus dedos pulgares. - Me frustras Maria Jose, llevas 1 mes aquí y no hemos tenido avance alguno... - Al menos había logrado obtener información de el, ya sabía cuanto tiempo llevaba encerrada- Te asignarán otro doctor ya que conmigo no has tenido buenos resultados.- habló más calmado.
< ¡Un mes!> maldije para mi... No podía creer cuanto tiempo había transcurrido desde aquel día. Zurita se ha intentado comunicar conmigo se varias maneras por semanas sin lograr absolutamente nada.
Estaba harta y su simple presencia en ese lugar todos los días me incomodaba aún más, se levantó con mi carpeta entre sus manos y arrastró la silla hasta donde estaba minutos antes de que el llegara.- Suerte Garzón, espero mejores algun dia..- se acercó a mi con la intención de estrechar mi mano pero me volví a recostar omitiendo su acción. Golpeó la pared lleno de frustración para luego marcharse.
¿Acaso nadie entendía que quería estar sola? ¿Acaso nadie ve la gravedad del asunto? Perder a la mujer que yo más amaba, aquella que me dio la vida, mi mejor amiga y madre a la vez, fue lo peor que pudo ocurrirme...
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Toma Mi Mano - Cache💗
Fanfiction"Toma mi mano María José, prometo no soltarte... Seremos tu y yo contra el mundo"