Capítulo 11

223 30 0
                                    

Narra Poche 

La vida de un ser humano se ve destruida cuando pierde a alguien de suma importancia, los pilares fundamentales de toda persona son sus padres; a menos que no hayas crecido con ellos obviamente. Dicen que al final de un túnel oscuro siempre existe una luz que desea ayudarte a hallar el camino correcto por donde debes ir, ¿Mi luz? La doctora Calle...

Desde que ella apareció por esa puerta horrible de la habitación del hospital en donde yo me encontraba mis días han cambiado. Es verdad que he tenido días buenos tantos como días malos pero es válido. Mi mamá siempre solía decir: "Se vale llorar, se vale estar tristes porque es la única manera en la que encontrarás la verdadera felicidad..." 

La doctora de la sonrisa bonita tiene algo en su ser que la hace especial y única para mi.

- Hola hola...- la puerta se abrió dejando ver a mi hermosa doctora pasar, me sobresalté un poco y cerré de inmediato el diario en el que había estado escribiendo. - Perdón Poche, te asusté?

- Hola doctora..algo - me encogí de hombros y ella se acercó a mi sonriendo. 

- En que estabas? Te interrumpí..- negué de inmediato con la cabeza escondiendo el cuadernillo detrás de mi. - Vamos déjame ver de que se trata Poche, acaso no confías en mi? - pregunto, se escabulló como pudo y tomó el cuaderno sin problemas.

- No doctora por favor devuelvamelo..- corrí hacia ella quien entre jugarretas se había alejado de mi para que no la alcanzara. 

Entre mis intentos inútiles por quitarle el cuadernillo de entre sus manos ella leía parte del escrito que acababa de hacer. - La doctora de la sonrisa bonita tiene algo que...

- Doctora no lea!-  me estiré tanto como pude para quitarselo de sus manos y ella tropezó con el filo de la cama cayendo encima de la misma y yo sobre ella. 

Nuestras miradas se cruzaron, sus ojos eran bellos con ese color avellana tan autentico. No podía gesticular palabra alguna, el tiempo parecía haberse detenido en ese mismo instante. Solo eramos ella y yo en ese lugar, el sonido de mi corazón latir fuertemente se hizo presente y yo temía que ella también lograra escucharlo, pero al parecer no. Su mirada era encantadora, paciente, sin incomodidad alguna; tan rápido como pudo intentó hablarme sin moverse un poco si quiera. Por alguna razón yo seguía sobre ella con mis brazos estirados para no tener que lastimarla aunque de seguro yo ya los tenía lastimados. 

- Poche... quien es la doctora de la sonrisa bonita?- Su pregunta me sobresaltó y me puse de pie de inmediato dandole la espalda. Sentía vergüenza... - Vamos Poche confía en mi, sabes que puedes decirme lo que sea..- tomó mis hombros y me volteó hacia ella mientras yo mantenía mi mirada baja. 

- Usted...- solté sin más explicación, sentía que no debía darla. 

- Yo? Poche yo..- Intento decirme algo pero puse mi dedo entre sus lindos labios para que no lo hiciera. 

- No necesita decirme nada doctora, el sentimiento no es mutuo y lo se..- suspiré dejando a mi cuerpo caer en la cama. - Usted, solo hace su trabajo.- cerré mis ojos por un momento pero los abrí en cuanto sentí que ella tomo mi misma postura. 

- No deberías sacar conclusiones por ti misma Poche, siempre debes permitir que la otra persona involucrada te de su opinión.- su voz era tranquila, algo seria pero ella estaba serena y eso me proporcionaba seguridad. - Has comido hoy?-  preguntó de repente cambiando el tema de conversación provocando que yo me sentara de un brinco en la cama. 

- No. - conteste seriamente mientras ella se ponía de pie. 

- Entonces es hora de irnos.- la miré confundida y ella solo estiró su mano para que yo la tomara. 

Narra Calle

Debo admitir que no me tomó por sorpresa la respuesta de Poche en cuanto le pregunte por la "doctora de la sonrisa bonita" de algún modo tenía la leve sospecha de que era yo aunque esa parte fue la única que alcancé a leer. Al cambiarle el tema de repente ella tomó una postura seria y fría, sabía que debíamos hablar sobre el tema pero sentía que no era el lugar correcto así que la invité a que salgamos de aquellas cuatro paredes, se la debía. 

- A donde estamos yendo?- pregunto impaciente mientras recorríamos los silenciosos pasillos del hospital. 

- El lugar a donde vamos te va a gustar, pero ahora espérame aquí un segundo.- entré al salón de los doctores y tomé un paquete de galletas dulces que habían en uno de los anaqueles y jugos de manzana. Los metí en una bolsa y salí para encontrarme nuevamente con Poche. 

- Que lleva ahí doctora?- seguimos caminando, su voz era dulce y curiosa a la vez. 

- Algunas cosas para comer Poche..- abrí una puerta blanca grande al final de uno de los tantos pasillos del hospital.

- Wow...- se llevó las manos a la cara y caminó sola por el lugar mientras yo me limitaba a ver sus reacciones. Estaba en la etapa 3 de mi proyecto y toda reacción de ella debía ser como lo predije. 

Traer a María Jose aquí es parte de mi proyecto y mientras más me repito a mi misma que lo hago por ayudarla, más mi conciencia me grita que lo hago para mi conveniencia. Suena egoísta, verdad?

Toma Mi Mano - Cache💗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora