CAPITULO CINCO: ¿REMPLAZO?

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CAPÍTULO CINCO: ¿REMPLAZO?

(Seis meses después)

Cada día me era más fácil  soportarlo, cada día me hacía a la idea que Aeryn podría no despertar nunca. Después de los tres meses volví a mi rutina aunque agregué algo a ella, visitaba a Aeryn todos los días a las cuatro, leía una hoja de su diario, le contaba chistes o platicaba con ella y después volvía al trabajo. En la noche antes de dormir escribía todo lo que pasaba mientras ella estaba en coma. En eso se había convertido mi vida. Me había vuelto un zombie, Paul y Scott dejaron de visitarme en cuanto notaron que no tenía entusiasmo de salir.

-¿En serio tío?- pregunté molesto.

-Necesitamos ayuda- respondió mi tío casi en una súplica.

-Pero y...-

-Cuando despierte, tendrá su trabajo- dijo mi tío interrumpiendo lo que iba a preguntar. No había necesidad de mencionar de quien estaba hablando ya que el sabía por quien estaba abogando.

Suspiré derrotado.

-Esta bien- dije serio y luego subí a mi cuarto para dejar mi mochila. Mi tío había ido a verme a mi casa después de que había salido de la escuela y había llegado con la noticia que ya tenía un remplazo para Aeryn y la verdad era que yo no quería a nadie, pero al final de cuentas accedí. Volví a bajar y tome una manzana del frutero, la mordí y tome mis llaves.

-Vámonos tío- dije agitando las llaves, el se levanto del sillón y camino a la salida. Mi tío había venido en taxi así que obviamente los dos iríamos al trabajo juntos.

-Te encantara, ella es muy linda y aparte no necesita que la entrenes, viene muy bien recomendada- mi tío intentó animarme pero sólo logró sacar un "aha" de mi parte.

Llegamos al restaurante y entonces la vi, tenía el pelo negro azabache y unos ojos grandes. Era bonita. Pero nadie nunca llegaría a tocar mi corazón como Aeryn había hecho.

-Hola don Louis- hablo aquella chica, su voz era aguda como una niña pequeña.

-Bienvenida Chloe, el es mi sobrino Dylan-

Ella me miro y de pronto me dieron ganas de cuidarla, era tan tierna incluso más tierna que Aeryn.  Su mirada me recordaba a la pequeña Melanie.

-Hola, Chloe, bienvenida- dije, ella se sonrojó y no entendía por que sí sólo la había saludado.

Mi tío abrió el restaurante, que había estado cerrado sólo el tiempo en que el había ido a verme. Chloe y yo entramos casi al mismo tiempo lo cual ocasiono que nos quedáramos atorados en la puerta, yo cedí para que ella pasara primero, la mire y se sonrojó aún más y me dieron ganas de apretarle sus mejillas,

-Muy bien chicos, váyanse a cambiar los estaré esperando- anuncio mi tío, ella camino a todos lados desorientada, yo reí y ella giró a verme.

-Ven, los vestidores están por aquí- dije poniendo mis manos en sus hombros y guiándola. Era más bajita que Aeryn.

Al entrar vi como de costumbre el uniforme de Aeryn, estaba como ella lo había dejado la última vez que lo uso. Suspire. Trate de fingir que nada pasaba, no quería contarle a esta chica lo que estaba pasando conmigo.

-Bien, supongo que utilizarás este uniforme- dije con una sonrisa forzada.

Ella me miro frunciendo el ceño. Tal vez era muy evidente que no deseaba que ella utilizará ese uniforme.

-Dylan, Don Louis me dio un uniforme nuevo- dijo señalando el gancho que llevaba en la mano. Yo mire el gancho y entonces me pregunte como es que no había notado que lo llevaba -sólo estoy esperado a que salgas- término de decir, aún no podía creer que hablara tan suave y tranquilo. Era como una muñequita de porcelana.

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