Capítulo 24

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Me fui al hotel mientras hablaba con Marc. Realmente me daba miedo lo que estaría pensando, porque este niño es muy impulsivo y no piensa las cosas demasiadas veces.

Ya estaba un poco más relajada y fue entonces cuando me invadió el sueño. Estaba super cansada y necesitaba echarme en la cama, y eso hice. Me quedé profundamente dormida en cuanto me tumbé, y me despertó una llamada al móvil. Era Marc

Marc: María estás bien? Te he mandado algunos mensajes al móvil y no respondes

Yo: Sí, perdona Marc, es que me he quedado dormida. No pasé muy buena noche debido a lo de ana y tu hermano y eso. No me he enterado de que me estaban llegando tus mensajes

Marc: No pasa nada, tranquila

Yo: ¿Cómo está Álex?

Marc: No demasiado bien. En los entrenamientos ha caído

Yo: Dale ánimos de mi parte vale? Quiero que esté bien

Marc: Yo se lo diré. Por cierto, hemos quedado para comer con Ana. Vamos a hacer como si no supieramos nada. Queremos ver si intenta engañarnos

Yo: Y si lo hace?

Marc: Le dejaré yo las cosas claras

Yo: Vale. Bueno entonces, luego nos vemos?

Marc: Sí, pasaré a recogerte a las 2

Yo: Perfecto. Hasta pronto bonito

Marc: Hasta luego preciosa

Me duché, planché el pelo, me vestí y me maquillé un poco. Era pronto aun, así que llamé a mi madre para saber como estaba

Mamá: Menos mal que has llamado. Te olvidas de mí eh

Yo: Que va mamá, es que ha habido unos problemas y no he estado del todo centrada

Mamá: ¿Qué  ha pasado?

Yo: Ya te contaré al llegar a casa

De repente llaman a la puerta. ¿Quién será? Faltan 20 minutos para las dos, no creo que sea Marc.

Yo: Mamá tengo que dejarte, luego te llamo

Mamá: Vale cariño. Un beso

Yo: Otro para ti

Abrí la puerta y me sorprendí. Era Marc.

Yo: Que pronto no?

Marc: Pues tú ya estás preparada y todo jaja

Yo: Ya, es que me gusta hacer las cosas con tiempo

Marc: Estás preciosas lo sabías?

Yo: Que va. Es que tú me ves con buenos ojos

Marc: Te veo con los únicos que tengo

Yo: Pues por eso, con buenos ojos porque son preciosos

Marc: Si son ojos normales. No tienen nada especial

Yo: Bueno eso lo dices tú

Marc: A ver dime, qué tienen de especial?

Yo: Tienen un brillo distinto en cada situación. Cuando estás agobiado cambian, y cuando estás feliz vuelven a cambiar

Marc: Y ahora en qué situación estoy?

Yo: Umm...estás feliz- dije sonriendo como una niña pequeña cuando sale del médico con una piruleta

Marc: Como para no estarlo. Es imposible no estar feliz si estoy contigo- y me agarró de la cintura y yo poniendo mis manos en su nuca le besé. Dando un pequeño mordisco en su labio inferior-oye, mi labio jum- dijo al separarse un poco

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