Capítulo 36

2.6K 71 1
                                    

Era lunes ya, por la noche. Y me puse a ver una película cómica, tenía ganas de reírme yo esta noche, aunque la película no acabó siendo tan buena como parecía así que un poco antes de que acabara la quité y me tumbé en la cama. Cogí mi móvil y miré whatsapp

*Whatsapp

Marc: Ya solo quedan horas para vernos pequeña

Yo: Espero que esas horas pasen rápidos. ¿Qué haces despierto aun? Mañana sales temprano no?

Marc: Demasiado temprano, sí. Pero estoy nervioso

Yo: Marc Márquez, campeón de las tres categorías de motogp, nervioso? No te creo cari lo siento jaja

Marc: Pues creeme jaja

Yo: Va no me digas eso que me voy a empezar a poner nerviosa yo también

Marc: Acaso tú no lo estás?

Yo: Un poco pero bueno jaja

Marc: Jaja dejemoslo mejor

Yo: Sí, mejor- tenía sed, bastante, y se me había olvidado traerme mi botella de agua- espera un momento- salí corriendo a la cocina y volví en menos de un minuto- ya estoy

Esperaba una respuesta suya pero, al parecer, se había quedado dormido. Mejor. Debía descansar, no quería ser la culpable de sus ojeras.

Y yo, sin darme cuenta, también me quedé dormida

Narra Marc

Es temprano y ya estoy de vuelta en Sevilla. Solo traía un equipaje de mano para pasar el día, porque esta tarde María volvía conmigo a Cervera. Para mi sorpresa, cuando salí del aeropuerto estaba Cristina esperandome. La saludé y entré en el coche.

Yo: María aun estaba dormida?

Cris: Sí, ella sigue en la cama y yo acabo de dejar a David en la clase. Bueno, cómo fue el viaje?- yo suponía que ella no sabía nada, así que no dije nada del tema

Yo: Muy bien, todo el día de un lado para otro pero así mejor, lo aprovechamos bien jaja

Cris: Claro jaja un viaje de un par de días hay que aprovecharlo. Si no, se olvida

Yo: Pues sí, así que no creo que se nos olvide- estoy seguro de que no se nos iba a olvidar

Cuando llegamos yo fui a la habitación de María, que estaba en la cama. Me acerqué a ella silenciosamente y me senté en un lado de la cama, quedandome embobado mirándola. Me parecía increíble que esta chica fuera para mí, pero lo era. Y la quería como a nadie.

Y encima está chica será la madre de mis hijos, lo tengo claro. Si no es ahora lo será más tarde. Pero tiene que ser ella

Le acariciaba el pelo mientras ella dormía, pero comenzó a moverse y a despertarse. Abrió los ojos muy poco a poco y parecía que no había notado aun que yo estaba ahí. Cuando abrió los ojos totalmente y me vio se incorporó inmediatamente para abalanzarse sobre mí a abrazarme, dejandome tumbado en la cama

Yo: Que buen recibimiento, me gusta

María: Pues claro, llevas aquí mucho tiempo?

Yo: No, he llegado hace poco

María: Y por qué no me has despertado? Esperabas a que lo hiciera sola?

Yo: Sí, no quería despertarte porque estás tan relajada así que me daría lástima

María: Lástima dice jaja pues yo a ti no te dejaría dormir- dije sacandole la lengua- ¿quieres desayunar?

Yo: Sí porque tengo hambre ya

Estuvimos desayunando y yo creo que no fue buena idea. A María no le sentó bien el desayuno debido a los nervios. Se lo noté en la cara. Teníamos que estar en una hora en la consulta para que le hicieran la prueba.

Yo: Tranquila, vale cariño?- dije cogiendole la cara. Ella asentió- Todo ira bien

Decidimos salir antes para poder dar un paseo, estaría bien que nos diera el aire un poco. No había hoy demasiadas personas que me pararan por la calle así que pudimos ir bastante tranquilos.

Llegamos a la consulta. Eran las 10 menos cuarto. Cuando llegamos no había nadie en la sala de espera, así que se nos empezó a acelerar el corazón al pensar que nos llamarían en cualquier momento.

No tardaron más de cinco minutos

Dr: Buenos días. Veo que son los únicos así que pueden pasar ya, adelante

Yo agarré con fuerza la mano de María, queriendole mostrar confianza y apoyo

Entramos ambos y ella se empezó a preparar para la prueba. Yo estaba sentado en una de las sillas a su lado. Y todo comenzó

El corazón se me iba a salir por los nervios, y no dudaba en que el de María estaba igual.

El médico no decía absolutamente nada, simplemente se limitaba a hacer su trabajo pero sin hacer notar nada en su expresión, mirada o algo de ese estilo. Esta intriga podía conmigo. Me levanté y comencé a dar vueltas. Parecía que estaba esperando a que naciera, cuando realmente aun no sabía nada. El problema era que ya quería saber todo.

Se quitó de repente los guantes

Dr: Muy bien María, ya puedes ponerte cómoda

Ella me miró con la cara desconcertada, supongo que la misma que tenía yo en ese momento. Pero no me salían las palabras para preguntarle al médico que cual era el resultado. Por suerte, María reaccinó antes y mejor.

María: Doctor, estoy embarazada?

Él se giró hacia ella mientras que toqueteaba unos papeles que tenía encima de su mesa. La miró y, con la misma mirada neutral que había tenido todo el tiempo, dijo

Dr: Lo siento, pero no. No está usted embarazada.

Algo más que una fanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora