Capítulo 30

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Narra Marc

Yo no sé que decir. Sé que no quiero nada así con ella pero no sé como decirselo. Pero tengo que hacerlo, porque ella cada vez se va acercando más a mí. No puedo. No puedo estar con ella como ella quiere

Yo: Lo siento- dije alejandome de ella. No me salía decir otra cosa

Vero: Pero Marc, ¿por qué?

Yo: Vero, estoy con María. La quiero. Y lo nuestro acabó hace tiempo- me cogió la cara con ambas manos

Vero: Solo dime que no sientes nada por mí

Narra María

Eran las 11 y media, y estaba fuera! ¿Por qué? Porque el profesor de las últimas horas había llegado disculpandose porque se tenía que marchar por problemas médicos. Así que ya han acabado mis clases.

Llamé a Marc pero no me lo cogía así que directamente fui a mi casa, donde tampoco estaba. Estuve hablando con mi madre, que fue la que me dijo donde estaba, o al menos donde le dijo él que estaría. Había quedado con una amiga. Que raro. Una amiga, en Sevilla...después de haber estado ayer con Vero. Y no me coge el móvil. Uf, soy un poco desconfiada lo sé pero espero que no sea ella porque no me fío ni un pelo.

Salí disparada hacia el bar donde estuvimos ayer. Espero que estén allí porque si no no tendría ni idea de donde podrían estar. Estaba enfadada por lo que podría querer esa amiga, pero también estaba preocupada, era raro que Marc no me cogiera el móvil.

No estaban en las mesas que tenían fuera, así que entré para ver si estaban allí. Y en cuanto crucé la puerta los ví, y al instante se me llenaron los ojos de lágrimas. Vero estaba con ambas manos en la cara de Marc, y a pocos centímetros de él. Y él no estaba haciendo nada para quitarsela de encima.

No podía creer lo que estaba viendo, ya mis lágrimas no se pudieron contener más y empezaron a caer, dejando sus huellas por mis mejillas. Quería acercarme a ellos, también quería irme, quería hablar. Pero, sin embargo, no podía hacer nada, mis piernas no reaccionaban. Solo sabían estar quietas, y parecía que de un momento a otro me iba a desmayar.

Fue entonces cuando Vero miró hacia donde yo estaba pero no se molestó en alejarse o disimular. Pero Marc se dio cuenta de que algo había pasado, y miró también hacia la dirección donde ella lo había hecho. Al verme, se levantó rápidamente, sabía que iba a venir a abrazarme, a consolarme, a explicarme que estaba pasando. Y así lo hizo. En cuanto estuvo en frente mía me agarró por la cintura y me abrazó, pero sin decir nada. Yo simplemente lloraba. Tenía la esperanza de que todo esto fuera un sueño, o que significara otra cosa distinta a la que yo estaba pensando. Creía que quería volver con ella, y que por eso no me decía nada. Era simplemente un abrazo de despedida.

Miré a la mesa donde aun estaba ella. Y tenía la cabeza agachada con las manos apoyadas en su pelo. No tenía ni la valentía de mirarme a la cara. Quería decirle cuatro cosas pero entonces Marc me separó de él y me miró fijamente a los ojos.

Marc: Cariño, estás bien?

Yo negué con la cabeza. ¿Por qué me seguía llamando cariño? Aun quiere estar conmigo? Pero...si es así por qué no me explica esto?

Marc: Deja de llorar por favor, no puedo verte así- decía mientras me secaba las lágrimas que seguían cayendo- María di algo

Yo: ¿Me vas a...dejar?- fue lo que me salió, era mi máxima preocupación- y su reacción me sorpendió. Y creo que a él mi pregunta también. Y también a Vero, quien levantó la cabeza deseando escuchar una respuesta

Marc: ¿Cómo te voy a dejar? Si eres lo mejor que tengo. Te lo dije esta mañana, no te alejes de mí nunca. Y si yo te lo dije es porque yo tampoco lo haré

Yo: Pero...entonces qué estaba pasando?-Vero salió corriendo del bar, parecía que también estaba llorando. Marc me sentó en la mesa donde ellos habían estado y empezó a explicarme lo que había pasado

Al terminar, mi respiración parecía haberse calmado y ya estaba mucho más tranquila. Marc me quiere, me quiere de verdad. Y yo había desconfiado de eso, no me lo podría perdonar.

Yo:Creía que...- no pude acabar la frase porque Marc me interrumpió

Marc: No pienses que te voy a dejar por otra persona. Te quiero, y que se intente acercar a mí la chica que quiera, que no tendrá nada que hacer conmigo. No puedo ni podré querer a otra como te quiero a ti, sabes? Eres mi pequeña y siempre lo vas a ser, siempre. Porque no permitiré que nadie nos separe

Entonces, desde esta mañana que entré en la facultad, sonreí. Tengo conmigo al mejor chico del mundo, y no voy a perderlo. Al verme sonreir, Marc también lo hizo y se acercó para besarme.

Fueron unos besos seguidos uno detrás de otro, notando como cuando nos separabamos sonreíamos, pero no nos daba tiempo a decir nada, otra vez nos besamos.

Pero ambos nos dimos cuenta de que estabamos en un lugar público, y él es una persona famosa que en cuanto lo vean pueden agobiarlo a preguntas, así que dejamos estos ataques de emoción para otro momento jaja

Llegamos a casa cogidos de la mano y mi madre al vernos así sonrió, parecía que despreocupada ya, ya que al irme yo tan rápida antes pues pensaba que pasaba algo malo

Mamá: María, tengo que ir a recoger a tu hermano. Estaba esperando a que llegarais para saber si iba todo bien. He llamado a la profesora para decirle que me iba a retrasar un poco

Yo: Pues ve mamá, todo va genial

Mamá: Nos vemos luego, cuando lo recoja aprovecho y voy a comprar

Se fue, dejandonos a Marc y a mí en el sofá, yo apoyada en su pecho y él recorriendo mi cara y mi cuello con sus dedos. De vez en cuando me besaba, dulcemente y yo jugueteaba con su pelo. Todo iba como siempre pero, sin darme cuenta, estaba en sus brazos cogida como un bebé y me llevaba a mi habitación. Cuando llegamos me tumbó en la cama, quedando él encima de mí, con su lengua insistiendo sobre la mía. Me quitó la camiseta que tenía puesta y yo le quité la suya. Él bajó a mi cuello, dejandome una marca ahí. Me desabrochó el botón de los vaqueros que llevaba, y él se quitó los suyos. Yo ya tenía la cabeza en otra parte y estoy segura de que Marc también.

Pasado solo un par de minutos más ya estabamos los dos sin nada de ropa. Y disfrutamos el uno del otro un largo tiempo.

Era la 1 y cuarto, mi madre estaría al llegar. Miré a Marc y me puse a hacer lo que él me hacía cuando estábamos en el sofá

Marc: Te amo

Yo: Y yo a ti cielo

Nos vestimos y fuimos a la cocina, a preparar la comida, así mi madre no tendría que hacerla. Hicimos pasta, tampoco nos complicamos mucho jaja

Pasamos las horas siguientes hasta que Marc comenzó a preparar sus cosas. Ambos fuimos a mi habitación y yo me senté en la cama mientras él lo organizaba

Yo: No quiero que te vayas

Marc: Ni yo quiero irme, pequeña. Pero tú tienes tus estudios, yo no hago que te concentres. Tengo que entrenar también y aquí no puedo

Yo: Ya, pero nos veremos pronto?

Marc: Claro que sí. Este fin de semana te vienes a Cervera, vale?

Yo: A ver si puedo, porque el lunes es el concurso al que me ha apuntado Alba y no hemos ensayado nada, y no quiero hacer el ridículo jaja

Marc: Pues si tú no puedes este fin de semana,vendré yo. Además, yo quiero verte bailar

Yo: Que vergüenza

Marc: Te irá genial, estoy seguro

Lo acompañé hasta el aeropuerto, donde él me abrazó como si no nos fueramos a ver en un año.

Marc: Nos vemos pronto. Te llamo en cuanto esté en casa

Yo: Vale cariño. Te quiero, no lo olvides

Marc: No lo haré- dijo con esa sonrisa que tanto me encanta- te quiero- y me dio un último beso

Al salir, vi a alguien conocido en la puerta. ¿Qué hacía aquí? Era Carlos

Algo más que una fanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora