Dear Dairy

Capitulo 28: "Amanece en Venecia"

*Narra Autor*

El sol se colaba por las cortinas, era fuerte pero refrescante. Valerie gradualmente comenzó a abrir los ojos; estaba en su cuarto. Por un instante llegó a dudar si lo que había pasado la noche anterior fue un sueño; tenía todo el aspecto de ser un sueño. Comenzó a estirarse, Harry no estaba en su cuarto. Entró a la ducha, se lo merecía después de todo.

Sentía sus ojos arder, y sus labios le dolían ‘Raro’ –Pensó. El agua artificial cayó por su cuerpo, cerró los ojos y tiró la cabeza para atrás. Comenzó a tararear una canción, y para cuando salió envolvió su cuerpo con una toalla blanca. Seleccionó su ropa; un simple jean y una blusa morada. Se dejó puestas las pantuflas y peinó su cabello. Al salir, el cuadro menos esperado estaba ante ella.

Harry Styles, cocinando un desayuno, ella sonrió para sus adentros. Caminó lentamente y lo abrazó por detrás. Él se volteó a verla, y le dedicó una sonrisa, de esas que te dejan soltar un leve suspiro. Valerie escondió su rostro en su espalda, aspirando su olor masculino.

-Huele rico. –Murmuró mientras se separaba su rostro de su espalda y fijaba su mirada en la sartén. Uno, dos… cuatro huevos se encontraban en ellos. La morocha sacó el jugo y comenzó a servirlo en los vasos.  

-Bueno, todo listo. –Exclamó Harry mientras apoyaba ambos vasos en la mesa junto con los cubiertos. Miró a Val y volvió a sonreír. Ella se ruborizó, se podía ver como sus mejillas ardían.

-¿Dónde dormiste? –Preguntó la muchacha luego de meter un trozo de huevo a su boca.

-Pues aquí, en el sofá. Te dormiste luego de… -Harry dudó unos segundos en terminar la oración.

-Luego de besarnos. –Terminó secamente ella mientras reía. Se veía feliz, radiante y llena de energía.

-Sí… Val, ¿te apetecería salir a algún lado hoy? –Soltó el ruliento mientras revolvía sus huevos. Metió uno a su boca, mientras esperaba la respuesta a su pregunta. -Seguro, ¿A dónde te gustaría ir?

-Mmm, ¿Qué dices si vamos a la Piazza San Marcos? –Ambos rieron, era un bonito recuerdo guardado; Valerie sonrió.  

-Sabes, me han dicho por ahí que el puente de los suspiros es un lugar realmente bello. –Soltó mientras ingería algo de jugo. Harry la miró con esos ojos verdes esmeralda tan hermosos, asintió con la cabeza.

Ya al mediodía tenían una cesta llena de comida variada; desde cerdo hasta un exquisito vino de una bodega reconocida. La canasta venía explotada de pan y frutos secos, y frutas sabrosas para un día de campo. Hay que admitirlo, las plazas de Venecia son el mejor lugar para un día de campo; eso, y el gran clima que se pronosticaba para hoy al mediodía. Una vez bolso en mano, Harry y Valerie salieron.

-Parece que esos dos lograron arreglarse. –Murmuró Louis mientras besaba en la mejilla a Charlotte, quien miraba junto a él la amplia sonrisa que tenía la morocha en su rostro al salir con Harry a su lado.

-Ya era hora. –Bufó la pelirroja. Louis sonrió y volvió a besarla.

Al salir, Harry guardó la canasta en la parte trasera de su auto, mientras ayudaba a Valerie a subir a la puerta del copiloto. Rodeó el auto y se subió al asiento del piloto. Metió las llaves e hizo que el motor encendiera. Ambos ajustaron sus cinturones de seguridad y salieron disparados al parque. Aunque la mente de Harry estuviera al pendiente del camino, y la de Valerie, en la salida; podía sentirse el nerviosismo y la felicidad entrelazados. Pero, en sus mentes aún quedaba una respuesta pendiente ¿Qué somos?