❧ Solamente tú ❧

~Decisión~

Narradora

Un joven peliverde corría rápidamente al aeropuerto, con mucha dificultad logró encontrar a Hao quien estaba esperando a alguien en aquel lugar.

- ¡Hao, debes ir con Melody en este instante! – Le gritó mientras el castaño se aproximaba a su amigo, el peliverde estaba realmente pálido y preocupado.

- ¿Qué ha sucedido? – Preguntó el castaño.

-Es que Jeanne... ah...- El chico intentaba hablar, pero había corrido demasiado así que necesitaba tomar más aire –Mira...- Dijo mientras le entregaba su móvil con varios vídeos que le habían mandado otros estudiantes, Hao le entregó de golpe aquel móvil –Por favor, podrías quedarte aquí ¿Y esperarlo? - Lyserg asintió y Hao salió rápidamente de aquel lugar, no transcurrió mucho tiempo cuando por fin llegó a aquel apartamento, estaba realmente agotado y se aproximó a aquella puerta y empezó a tocar...

- ¿Q-Quién? – El castaño escuchó la voz quebrada de la joven y sabía que ella estaba realmente mal –Soy yo, por favor abre la puerta- La azabache dudó si debía abrir aquella puerta, con mucha inseguridad al final lo dejó entrar, el castaño se sorprendió por el estado en el que la joven se encontraba, ella ya se había duchado, pero sus heridas eran lo que se veía realmente mal... -Esa maldita niña- Murmuró entre dientes, mientras la furia se apoderaba de él...

-Yo...- La azabache bajó la mirada sin saber qué responder, Hao se acercó y la tomó entre sus brazos, luego la llevo a su habitación y la colocó en su cama, con mucho cuidado empezó a curar aquellas heridas, aplicándole una pomada, después le vendó la rodilla, mientras tanto la joven intentaba no quejarse del dolor, pues aquella herida había sido realmente grande y el dolor del cuerpo por aquellos golpes que había recibido no se comparaban al dolor emocional que sentía por haber pasado toda aquella situación, aun cuando ella no había hecho nada malo... hasta ese momento, ella no había intercambiado ninguna palabra con el castaño...

- ¿Cómo es que has podido pasar por ese lugar? - Le preguntó mientras colocaba con suavidad su mano en el rostro de la joven, que tenía unos parches que él le había colocado, la joven dirigió su mirada hacia aquellos ojos cafés y suspiró, realmente no quería hablar de aquella situación, pero sabía que el castaño ahondaría hasta sacarle una respuesta, presionó sus labios intentando organizar sus ideas, pero eran muchas cosas las que la agobiaban en aquel instante...

-Melody... por favor- Volvió a suplicarle el castaño, la joven presionó sus ojos mientras él castaño le aplicaba otro poco de pomada en sus labios, pues no se había percatado que también los tenía lastimados, la joven se acomodó nuevamente en aquella cama y tomó las fuerzas necesarias para contarle todo lo que había sucedido, al inicio se le dificultó hablar, pues tenía la voz ronca y quebrada, derramó lágrimas mientras el castaño sentía como su corazón se encogía al verla llorar, se sentía tan culpable por no haberla podido proteger....

-Lo lamento tanto, esto ha sido mi culpa- De pronto el castaño tomó la mano de la joven que estaba vendada y la joven lo observó –Pero... tú no hiciste nada- Le respondió la joven con suavidad.

-Exacto... no hice nada ¡No pude protegerte! – De la nada el castaño con mucho cuidado abrazó a Melody, mientras la joven hundía su rostro en el pecho del joven, él era tan cálido y le transmitía mucha paz... de la nada el silencio volvía a inundar aquella habitación mientras los jóvenes seguían abrazados, únicamente se escuchaba el tic tac de aquel reloj, después de un rato la joven se separó levemente del castaño y lo observó –No puedo quedarme aquí-Murmuró la azabache –Sí mi madre me ve en este estado... no sé qué le diré- El castaño escuchó aquellas palabras y se quedó meditando un momento, después se le ocurrió una idea, tomó su móvil y mandó un mensaje, aquel celular no tardó mucho en sonar con la respuesta que él esperaba.

-No te preocupes, tengo una idea- El castaño no dejó que la joven dijera alguna palabra y la tomó en sus brazos, con mucha prisa la sacó de aquel lugar, teniendo siempre cautela de que nadie pudiera observarlos.

Transcurrió como media hora en taxi y el joven bajó a la azabache de aquel vehículo, se encontraban frente a un edificio lujoso de apartamentos... - ¿A dónde vamos? – Le preguntó Melody, el castaño seguía cargándola y entró, en dicho lugar no había muchas personas, al ir en aquel ascensor, subieron al piso más alto y se encontraban frente a una gran puerta, el castaño seguía sin darle alguna explicación,  y ¡Oh, sorpresa! La joven no salía de su asombro al ver a la persona que se encontraba frente a ellos... era ¡Increíble!

-Así que nuestros padres han decidido arruinarte la vida- Un joven exactamente igual que el castaño, sólo que con su cabello más corto, se encontraba sentado en un sillón muy lujoso, el castaño por su parte bebía una taza de té para intentar asimilar lo que había sucedido en todo este rato, la azabache por su parte había sido llevada a una de las habitaciones de aquel enorme apartamento para que pudiera descansar.

-Así es, sin embargo... yo no planeo seguirles su maldito juego, no entiendo el motivo por el cual ellos decidieron comprometerme con una mujer como esa-

-Bueno, realmente no pensaba que a mi regreso encontraría una situación como esta aquí en Japón, pero es interesante... me gustaría ver cómo tú mi querido hermano, logras librarte del apellido Asakura- Luego de aquello lanzó una sonrisa de lo más jovial, Hao por su parte sacó su móvil, su hermano, quien es su gemelo, solía ser una persona que tomaba las cosas con tanta calma, que a veces quería golpearlo, sin embargo su mirada se puso realmente severa al observar varios mensajes de Jeanne, él ya estaba harto con esta situación y después de lo que había hecho con Melody, el simplemente ya no soportaría estar atado con esa mujer.

"Es suficiente, no te soporto más Jeanne, sí piensas que caeré en estos estúpidos juegos estás muy equivocada, desde el día de hoy este compromiso no existe más para mí, no me importa sí mis padres me terminan desheredando, yo NO ME CASARÉ CONTIGO, así que déjame en paz y sobre lo que le hiciste a Melody, estás muy equivocada si piensas que la dejaré sola, yo la amo y NADA ni NADIE impedirá que yo esté a su lado para protegerla, espero que te quede claro" Presionó la tecla enviar y aquel largo mensaje se envió, no tardó mucho para que el móvil empezara a sonar, al darse cuenta que se trataba de ella nuevamente, decidió apagarlo.

-Veo que realmente detestas a esa chica, es una lástima, me dijeron que era muy hermosa- Habló nuevamente Yoh, aunque esto lo decía de broma.

-Cállate- Le respondió con molestia Hao mientras Yoh se ponía de pie –Ya tranquilo, no vayas a golpearme-

-En realidad no lo haré, pero, tengo un favor que pedirte- Volvió a responder Hao.

- ¿Y eso es? – Le preguntó Yoh con total calma, aunque él ya sabía para dónde iba el asunto.

-Quiero que me permitas vivir contigo, ya no pienso regresar a esa estúpida mansión, nuestros padres no controlarán mi vida, no lo harán- El castaño se acercó a aquella ventana y observó la maravillosa vista de aquel lugar –Estoy seguro que lo lograrás, lo que menos quiero es que termines como yo- Suspiró Yoh resignado mientras cierta tristeza se hacía notar en su rostro.

-Seguramente quieres saber de ella ¿verdad? – Al escuchar aquellas palabras Yoh dirigió su mirada hacia su hermano.

-Ella se encuentra bien, no te preocupes, nuestros padres la dejaron en paz después de que te fuiste al extranjero tal y como ellos querían, después de que escucharon que te habías casado con esa mujer, la dejaron completamente tranquila-

Después de escuchar aquellas palabras, el menor de los gemelos sintió un vacío en su estómago y su mirada se había entristecido, a veces envidiaba mucho a Hao por su determinación cuando se trataba de algunas cosas, pues él solía cumplir siempre con lo estipulado por la familia Asakura... aquel terrible apellido que le había destruido su vida y había apartado a la persona que más amaba de su lado....

Continuará...