El día era cálido, y por raro que pareciera, el sol se hacía notar. Casi no habían nubes y la brisa no era del todo frío.
Estábamos de camino a la prueba de equipo de Ayrton, quien se había vuelto loco al saber que iríamos todos en plan "familia feliz", aunque por suerte acabó aceptando la realidad.
Realidad que consistía en que yo me encontraba sujetando a Toby, y mi tío Keith discutía con mi tía debido a la nueva pancarta que había hecho la noche anterior.
-Cariño, ya sabes que yo te apoyo en todo, pero tú hijo va a matarme como deje que saques esa pancarta -imploró mi tío.
-Keith, hemos venido apoyarle. Además, estoy segura de que le va a encantar-contesto mi tía.
Reí al contemplar la situación, y mientras le hacía alguna que otra gracia a mi primo pequeño, llegamos a los que serían nuestros asientos en este pequeño show.
-Bi, por favor-oí la voz de Ayrton a mis espaldas- no dejes que mi madre abra el bolso.
-Lo intentaré-dije mientras reía.
La verdad es que no iba a intentarlo. Tenía muchas ganas de ver la cara que se le quedaba a mi primo en cuanto su madre abriera la pancarta delante de casi medio pabellón. Además, estuve ayudándola a hacerla, así que obviamente tenía que abrirla.
¡Había quedado genial!
-Keith, siéntate y no molestes-demando Mandy ante las súplicas de su marido.
Nos sentamos en la cuarta fila, más o menos centrados en el pabellón.
Pasé mi mirada por todo el edificio, analizándolo.
Era grande; las gradas de colores rojos y blanco rodeaban todo el campo de baloncesto. Había un gran cartel luminoso donde supuse que pondrían las puntuaciones de cada equipo en los partidos.
No estaba nada mal, la verdad.
Miré a los jugadores; habían unos 40.
-Son muchos, ¿no? -pregunte en voz alta.
-Sí, hoy seleccionarán a unos 25 jugadores para la pretemporada -explicó mi tío.
Vaya, ahora sabía porque Ayrton estaba tan nervioso estos dos días atrás.
Un silbato retumbó en las paredes del pabellón, atrayendo las miradas de todo el mundo.
-Bien, quiero que se relajen muchachos-comenzó el entrenador- como cada año, seleccionaré alrededor de unos 25 para la pretemporada. Después, seleccionaré al equipo titular. Bien, está demás decir que haber pertenecido al equipo en años anteriores no asegura ninguna plaza en el equipo, excepto para el capitán -explicó- Malson, ese eres tú, por si no te has enterado.
Se oyeron unas risas generales y habló el nombrado -Algo he oído, jefe.
Solté un bufido al escuchar la contestación.
Este chico es medio idiota.
-Bien, comencemos-gritó el entrenador.
En menos de un segundo comenzaron a correr por la cancha, empezando lo que sería el calentamiento. Mi primo Ayrton iba al ritmo de su mejor amigo y capitán del equipo, hablaban mientras trotaban. No estaba nerviosa, sabía que mi primo iba a hacerlo; él tenía un talento natural para el baloncesto.
-¡Vamos Ayrton! -gritó mi tía desenfundado su genial pancarta.
Ayrton y la mitad del equipo se giró hacia la grada. Una risa general se escucha seguido de algunas burlas.
Mi tía parecía no hacer caso a eso, y seguía manteniendo firme la pancarta que con tanto empeño habíamos hecho.
"Ayrton, bebé, comete el mundo"
Ciertamente sabía que esto iba a pasar, pero mi tía se justificó diciendo que este año no podían decir nada malo, pues no hablaba de su culito de bebé o su aspecto de ángel. Así que no me atreví a decirle que eso arruinaría su reputación. Además, no está demás reírme un poquito de mi primo mayor.
Oí como tío Keith se pegaba la mano en la frente, y dos segundos después, el pequeño Toby le seguía mientras soltaba una risa.
Reí mientras me acomodaba en el asiento.
Que buen día se había quedado.
****
-Enhorabuena, bebé -dije con burla al ver a mi primo.
-te odio -contestó él.
Reí, y le indiqué que sus padres estaban en la puerta del pabellón, hablando con alguien.
-¿no vas a darme la enhorabuena a mi? -oí a mis espaldas.
-enhorabuena, ¿de qué? -repliqué- que yo sepa tú no has pasado ninguna prueba, capitán.
-qué bien suena, ¿no? -se acercó un poco más a mi.
Instantáneamente me aleje, y levante una ceja en modo de decirle que me explicara que decía porque no entendía una mierda.
-Capitán -comenzó - suena muy sexy en ti.
Vaya, que atrevido.
-Ahora que lo se, no volveré a repetirlo -le conteste borde a modo de cerrar nuestra conversación.
Camine dándole la espalda hacia donde mi primo se encontraba hablando con el entrenador.
-No vas a librarte de mi tan fácil, nena -susurró en mi oído.
Un escalofrío recorrió mi columna vertebral y me quedé paralizada.
¿Quién cree que es este personaje para hacer eso?
Hacia mucho tiempo que alguien no me hablaba al oído, y por supuesto que él no iba a comenzar hacerlo. Si quería coquetear conmigo la llevaba bastante clara.
-¿En shock, nena? -se burló.
Decidí ignorarlo, y seguí mi camino.
-Vamos Ayrton -demandé mientras le cogía de la camiseta.
-Ey, espera -respondió- oye, estaba hablando.
-Estabas, ya no.
Se que estaba siendo algo borde con el, pero me daba exactamente igual. Quería salir de ahí, y por supuesto de perder de vista al imbécil de Adam, quien nos pisaba los talones.
Caminamos los tres casi al mismo paso, y llegamos a donde mis tíos estaban hablando con una señora que a mi parecer, podía tener unos 60 años.
-Bueno, es hora de que nos vayamos- dijo mi tía al vernos aparecer- Toby tiene algo de hambre y Ayrton tiene que darse una buena ducha.
-Sí, un placer hablar con vosotros -dijo la señora - ya estás aquí, Adam.
La señor se dio la vuelta, y sonrió cálidamente a quien supuse que era su nieto; él miss capitán.
Él asintió con la cabeza mientras comenzaba a andar hacia un coche totalmente negro.
La señora le siguió los talones, y se subió al coche cuando un señor trajeado le abrió la puerta.
Vaya, el capitán tenía dinero.
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Kaos
Fiksi Remaja¿Qué serías capaz de hacer si el pasado volviera y decidiera joder todo lo que habías conseguido hasta ahora; que todo aquello que creías enterrado saliera a la luz cegando toda acción del presente? Bianca Brooke no había sido una chica buena siempr...