Cuando nos separamos lo miré esperando alguna reacción. Él simplemente sonreía.
—¿Fue tu primer beso, no? —preguntó riendo burlón.
—¡Cállate, idiota! —me sentía totalmente avergonzado. Sí, había sido mi primer beso y estaba feliz de que hubiera sido con él.
—Querrás decir : Cállate y bésame, idiota —contestó entre risas.
—¡Wayne! —mis mejillas estaban rojas, al ver esto, él se levantó de su columpio, se sentó en el suelo junto a mí y me abrazó.
—Eres tan tierno que creo que vomitaré arcoíris.
Por alguna razón me sentía feliz y avergonzado, en mi interior había una mezcla de emociones que no podía descifrar.
—Muérete —contesté, mi pelirrojo se separó y quedamos a un par de centímetros.
—Llorarías si me muriera —yo rodé los ojos.
Fue entonces cuando razoné. Él me gustaba, yo le gustaba a él. Nuestros padres no tendrían problemas con nuestra relación y él no tenía dificultades con su sexualidad, el verdadero problema era Sammy Claire.
—Creo que me iré a casa. Es muy tarde, Wayne —dije levantándome decaído al recordar las circunstancias de nuestra relación.
—Te acompaño.
—No. Harás ruido y mis padres obviamente no saben que me fui— argumenté recordando como había salido por la ventana apurado.
—¿Te escapaste por mí? —preguntó el pelirrojo con un brillo divertido en sus ojos.
—Sí ¿Algún problema?
—Que me gustas mucho —contestó y luego me besó nuevamente.
Besar a Wayne se sentía bien, era como si estuviera haciendo lo correcto de alguna manera.
Cuando nos separamos el pelirrojo tomó mis mejillas y me miró a los ojos.—Yo te enseñaré a besar, Charlie.
—Maldito idiota —dije golpeándolo juguetonamente.
Me sentía feliz, decaído, melancólico y muy enamorado de Wayne Blair.
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Love and Risk
Short Story¿Cuando ya no queda nada lo único que se puede hacer es arriesgar, no? Eso es algo que Charlie sabe... En especial desde que se enamoró de Wayne, su mejor amigo.