Narra Magnus...
Rin....rin...rin
Me removí con pereza en la cama buscando mi celular cuando por fin lo encontré lo primero que vi fue la hora (12:42 de la madrugada) para después contestar
–diga?
–Magnus...Magnus soy Izzy– se escucho la voz de mi cuñada desesperada
Eso hizo que me despertara de golpe haciendo que la desesperación apareciera en mi pecho
–Izzy que ocurre? Va todo bien? Y Alec?– dije levantandome de la cama y buscando mi ropa en la oscuridad
–Alec se puso mal, lo llevaron al hospital– pude escuchar claramente los sollozos de la chica
–voy para allá, no te preocupes Alec es fuerte, estará bien
Terminé la llamada para comenzar a vestirme, en cuestión de 5 minutos ya estaba listo, tome las llaves de mi auto y casa para después correr a mi auto (que ya había sido reparado) y encenderlo para dirigirme al hospital
No tarde más de 10 minutos para llegar al hospital ya que conducía como si el diablo me persiguiera. Estacione el auto y baje de este no importando me si cerré bien las puertas. Lo primero que vi fue a Jace recargado en la pared junto a las sillas de espera donde estaban sentados los padres de Alec y Izzy.
–hola, vine lo más rápido que pude ¿como está?
–hola Magnus– saludo Maryse– aún no nos dan noticias, está en terapia intensiva– explico
Asentí y me senté sin decir nada más, estaba junto al padre de Alexander que miraba a la nada.
Mi Alec debe estar sufriendo y yo no puedo hacer nada por el más que esperar.
Pasaron 5 horas, Izzy se había dormido en el hombro de su padre Maryse daba vueltas por la sala de espera y Jace estaba sentado junto a mi sin decir nada aunque se le notaba lo cansado y preocupado que estaba, igual que todos nosotros.
Unos minutos más y el doctor por fin apareció buscado a los familiares de mi garbancito
–somos nosotros– dijo Robert haciendo que Izzy se despierte
–Alexander Ligthwood esta estable pero su situación es crítica. El cáncer se expande. Le daremos un nuevo tratamiento pero me temo que a Alec no le queda mucho de... vida, lo lamento mucho
–haga lo que tenga que hacer, mi hijo estará bien– dijo Robert tratando de parecer fuerte al igual que Jace
Maryse y Izzy soltaron algunas lágrimas pero no se derrumbaron y yo... Yo estaba roto por dentro.
–puedo verlo?– pregunté adelantando me a los demás
–por supuesto, claro, si la familia está de acuerdo
– si, puede entrar– respondió mi suegra dándome una sonrisa
Le regrese el gesto y me permitieron entrar a la sala de terapia intensiva, no sin antes ponerme un traje especial para no llevar gérmenes al lugar.
Lo primero que vi al entrar fue al amor de mi vida acostado en una camilla conectado a millones de cables y tubos. Mi hermoso Ángel se veía tan pálido y frágil que me dieron ganas que tomarlo y ocultarlo de los demás para evitar que le hagan daño.
Me senté y tome su mano, estaba fría y pálida pero nada de eso me importó, el sigue tan hermoso como el día que lo conocí.
–mi garbancito, mi ángel, mi vida. Todo estará bien, sanaras y volveremos a estar juntos y felices como siempre. Ya verás – trate de no soltarme a llorar pero era imposible, ahora no traía mucho maquillaje más el que me deje antes de dormir aún así no se me corría con las lágrimas que mis ojos liberaban y representaban el dolor que me causaba ver a mi amor así
–te amo Alexander, no tienes idea de lo mucho que lo hago
Finalice antes de que una enfermera viniera a sacarme ya que no podía estar mucho tiempo con él. Después se le fue permitido el paso a los padres de Alec y nada más.
Esa noche la pasé en el hospital
•••••••
Estaba esperando fuera de la casa de los Ligthwood a que llegarán con mi ángel. Han pasado tres días desde que tuvo esa crisis y hoy lo dieron de alta, nadie me quiso dar explicaciones de porqué tan rápido ya que normalmente una persona en ese estado se quedaba mínimo una semana, pero me dio alegría saber que logró mejor lo suficiente para dejarlo salir.
Los tres días estuve con él acompañando lo y dándole ánimos, sólo que ayer por la noche me ordenó toda la familia Ligthwood que fuese a mi casa a tomar un baño y descansar para que al otro día pudiera tener energías para estar con mi pelinegro favorito.
Pronto se estaciona una camioneta blanca frente la mansión, me levanto de donde estaba sentado y me acerco a recibir a mi garbancito. Veo a Jace abrir una silla de ruedas para después ayudar a Alec a sentarse en ella y poniendo la mochila con su pequeño tanque en sus piernas . Llegué a lado de mi ángel y me inclino frente a él
–hola garbancito
–hola Magnus– no me reprimo más y me acerco a besar sus dulces labios
Estaba tan contento de tenerlo de vuelta pero como siempre alguien lo tiene que arruinar
–hay menores de edad aquí, ¿saben?– nos regaña Izzy
Nos separamos y sonreímos mutuamente.
La tarde nos la pasamos viendo películas con la familia Ligthwood y disfrutando del momento.
••••••••
Al día siguiente por la noche, recibí una llamada y al ver que se trataba de mi garbancito sonreí, no lo había visto desde ayer en la noche
–hola amor– saludé con alegría
–hola Mags, como estas?
–muy bien y tú?
–bien– hubo un pequeño silenció en la línea– Magnus recuerdas lo que te pedí en el viaje a Francia? La carta?
Me puse a pesar unos segundos hasta que lo recordé
–si claro, lo recuerdo
–y ya la has hecho?
Me giro y tomo el sobre que estaba encima de mi escritorio
–si, la he echó
–perfecto. Magnus podrías venir a la capilla que esta cerca de él hospital? Por favor?
–ocurre algo? Porqué me preguntabas por la carta?
–bueno, gracias a los comentarios de Simón me hizo darme cuenta lo mucho que quisiera saber lo que dirías el día de mi funeral, así que haré un pre-funeral
–Alec que...?– iba a regañarlo pero el me interrumpió
–por favor Magnus, sólo ven– suplico, suspire en respuesta
–esta bien, llegaré en 10 minutos– dije y colgué
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bajo la misma estrella (Malec)
Fanfiction1 enfermedad 2 hombres enamorados 1 de ellos al borde de la muerte descubre cómo surgió esta historia de amor