*Aitor*
Déjame que le parta la cara... Solo un poco-dije de vuelta a casa, mientras Diana me agarraba.
Ya vale Aitor... - dijo dándome un puñetazo en el brazo con todas sus fuerzas, aunque apenas lo sentí, aún era muy joven, tenía tanto que aprender... Se hacía la dura pero yo sabía que solo era una niña indefensa asustada de sí misma...y aunque no lo reconoceria nunca también tenía miedo de mí...
De lo que yo significaba para ella...
¿Cuando vas a llamarme algo que no sea mí nombre?-dije acercandome a ella y acariciando su cara.
¿C-como qué...? -susurró temblando -¿gilipollas, imbécil, creído....?
Intentaba hacerme enfadar...
Sabía cómo enfrentar la furia, pero no sabía cómo enfrentar el amor....
Reí por lo bajo, haciéndola temblar aún más.
No sé... Hay muchos apodos... Mí amor, cielo, cariño... -dije y me complació ver como sus mejillas se encendían en un color rojo intenso.
Se soltó de mí y corrió hacia un lago cercano, solo que ella no sabía que estaba allí... Así que cayó al agua.
Llegué hasta ella cuando ya estaba agarrada a la orilla de piedra.
Nadas muy bien... -dije llegando hasta ella-parece que no confías en mi...
Claro que confío en tí-dijo.
¿Así? Demuestramelo, cierra los ojos -dije sonriendo.
De acuerdo-dijo cerrando los ojos.
Me acerqué a ella, sentí su cuerpo junto al mío, pegué mi nariz a la suya y... besé su frente.
Ella me miró confundida.
¿Qué?¿creias que iba a besarte en los labios? - dije sonriendo.
¿Qué? ¿Quien dice que yo creía eso? Eh... Creido-dijo empujandome.
Se mordió los labios y volvió a empujarme, me volvía loco verla morderse los labios,volvió a empujarme y la agarré besandola con pasión.Empezó a temblar.
¿Tienes frío? -susurré pegado a su boca.
No... -susurró
¿Entonces porque tiemblas? -susurré acariciando su cadera bajo el agua.
No lo sé... -gimió besándome.
Apenas sabía besar...
Metí mi lengua en su boca,empecé besandola como una niña y acabé besandola como a una mujer.
Me separé de ella a desgana, pues si seguíamos así no podría parar...
Teníamos la respiración agitada y el corazón acelerado, pero mi corazón se aceleró aún más cuando ella dijo lo único que jamás pensé escuchar de su boca.
Te quiero... -dijo abrazándose a mí para evitar mirarme a los ojos.
La envolví con mis brazos, era tan pequeña...
En mis 122 años jamás pensé que mi mate sería así... Tierna, dulce, delicada...
Entonces escuchamos un ruido entre los árboles
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Diana la sombra más oscura
WerewolfHabían pasado ya varios años desde la boda de Cristal y Diego. Todo era armonía y felicidad,la pequeña Diana creció rodeada de mimos y lujos ,era una niña buena y dulce,todo su vida era perfecta,pero como todo en la vida,nada es para siempre... Segu...