y del odio al amor

1.2K 119 2
                                    

*Aitor*
Vamos mocoso... despierta...estas en la casa de los asesino de tu padre...-dijo Coralia.
¡Déjalo en paz!-dijo Ángel no sé por qué pero se le oía cansado.No la hagas caso Aitor -dijo Sombra también muy cansado-ella no tiene la culpa de nada...
Conseguí aplastar a Coralia hasta un rincón de mi mente y abrí los ojos.
Estaba en una habitación de color rosa y negro con dos camas individuales.
Veo que ya estás despierto muchacho ,me alegro-dijo un hombre de ojos azules entrando en la habitación-quisiera disculparme por el comportamiento de mi hija .
La verdad me cayó como un jarro de agua fría ,estaba delante de Diego Montesinos.
Papá me pintas  como un ogro -dijo Diana entrando con paso decidido en la habitación.
Estaba más hermosa aún de lo que recordaba. Me levanté y ella retrocedió mirándome sería y con desconfianza.

No me gustó su mirada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No me gustó su mirada.
Matala-dijo Coralia.
Miré sus ojos.
No-dije-sal de mí.
MATALA MOCOSO- gritó haciéndome caer de rodillas.
Ella se arrodilló a mi lado agarrando mi cara entre sus manos.
¿Que te pasa? -dijo con preocupación, levanté la vista encontrándome con sus hermosos ojos azules -¿estas bien?
Ahora sí-dije tocando su cara y ella no solo no se apartó,si no que me abrazó, sin importarle que su padre nos estuviera mirando con asombro.
Escuché un grito de dolor, pero no de Sombra ni Ángel si no de Coralia, saliendo de mí.
Se siente bien ¿verdad? -dijo Ángel.
No la dejes volver Aitor es un ser maligno y quiere corromperte-dijo Sombra muy serio.
Ejem... -carraspeó su padre y ambos nos separamos, levantándonos del suelo.
Lo miré, no parecía un asesino...
Papá... -dijo Diana cogiendo mi mano dejándome helado- él es mi mate...
Esperé ,en guardia,su violenta reacción.
Pero para mi sorpresa, sonrió.
¡Vaya esto si es un sorpresa!-dijo palmeando mi hombro-
¿Como te llamas muchacho?
La respuesta salió sin pensar.
Aitor Galván-dije, para después darme cuenta de que acababa de delatarme delante de mi enemigo.
Me miró sorprendido.
¿Tu padre se llamaba Adrián? -dijo aún más ansioso.
Pues ya de perdidos al río...
Sí-dije mirándole a los ojos con Diana a mi lado agarrando mi camisa con fuerza, nerviosa.
Me preparé para la batalla, poniendo a Diana detrás de mí, ella no tenía la culpa de el padre que le había tocado.
Me quedé de piedra cuando Diego Montesinos me abrazó con fuerza.
¡Gracias a la diosa!- gritó haciéndome sentir aún más confuso- ¡por fin te encuentro muchacho!
¿¡QUE!?
Cuando se separó de mí ví lágrimas en sus ojos.
Amor que pasa porque gritas- gritó una mujer desde fuera pero quien entró fue una loba dorada con ojos azules iguales a los de Diana.-se paró en seco al verme y se puso en guardia.
Tranquila cielo... -dijo Montesinos- es el hijo de Adrián...
La loba cambió y a la velocidad del rayo la tenía abrazada a mí.
¡No sabes lo mucho que te hemos buscado! -dijo agarrando mi cara tal y como había hecho antes su hija.
¿Buscandome? ¿Porque? -dije mirándolos a los dos.
Tu padre me dijo que te buscara antes de morir... -dijo Montesinos -ven te lo mostraré
Pegó su frente a la mía y varias imágenes asomaron a mi mente.
Eran recuerdos difusos, pero la voz de mí padre se escuchaba alta y clara en mi cabeza.
Por favor hermano, mátame, ella me está esperando, Coralia nos separó en vida, no lo hagas tú en la muerte...
Hazlo y busca a mi niño...
él se sabe esconder y defender, pero es muy pequeño,  no dejes que Coralia lo encuentre...
Vi a mi padre tumbado en el suelo y a la bruja tirando de algo así como hilos rotos, mientras la sujetaban.
Mi padre separó la frente de la de Montesinos con una sonrisa, mientras él le sujetaba la cabeza.
Vé en paz hermano -dijo Montesinos, dejando escapar una lágrima, y mi padre murió en ese momento, sonriendo mirando al cielo.
Carina... -dijo sonriendo, ví como mi madre bajaba a buscarlo, era transparente, pero era ella...
Montesinos intentó separar mi frente de la suya, pero yo no  lo dejé quería ver más.
La siguiente imagen me partió por la mitad y deshizo todo lo que creía saber en un solo segundo.
Montesinos y su Luna llorando mientras enterraban a mi padre, justo al lado de mi madre, mientras las almas de ellos intentaban consolarlos sin poder hacerlo...
Me solté de Montesinos llorando desesperadamente y me abracé a Diana que me esperaba con los brazos abiertos.
La abracé con fuerza,pensando  arrepentido en los motivos por los que había venido hasta aquí.
¡Diosa que error más grande habria cometido!
Aflojé mis brazos y ella pegó su frente a la mía, mientras Daniela nos miraba desde la puerta.

Te quiero- susurré y ella pegó su cuerpo al mío abrazándose a mí como un naufrago a un trozo de madera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Te quiero- susurré y ella pegó su cuerpo al mío abrazándose a mí como un naufrago a un trozo de madera.

Diana la sombra más oscura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora