Habían pasado ya varios años desde la boda de Cristal y Diego.
Todo era armonía y felicidad,la pequeña Diana creció rodeada de mimos y lujos ,era una niña buena y dulce,todo su vida era perfecta,pero como todo en la vida,nada es para siempre...
Segu...
*Izan* Llegué al Instituto cuando la clase llevaba veinte minutos empezada,por lo que me sentaron al final de la clase como castigo, parecía que nuestros profesores pensaban que éramos niños pequeños... Lo bueno fué que me sentaron cerca de la mocosa Montesinos... Bueno ya de mocosa nada... Cada vez estaba más hermosa, era incluso mas guapa que Sonia, además también era poderosa... muy poderosa... A mí manada le vendría muy bien una Luna así... Podría someter al resto y convertirme en el Alfa de los Alfas... Llegó la hora del cambio de clase, así que decidí hablar con ella. Según me acercaba, ví su apretado trasero y se me secó la boca...y se me levantó otra cosa... Tenía que ser mía... Hola Diana-dije a su espalda intentando asustarla. Hola Izan... -dijo sin darse la vuelta. ¿Vaya tan inconfundible es mi voz?-dije apoyando un brazo al lado de su cabeza y pegando mi nariz a la suya. No,lo que es inconfundible es tu peste a colonia barata-contestó apartando la cara y pasando por debajo de mi brazo, justo cuando sonaba la campana para salir al patio. La seguí hasta el patio central. Oh vamos Dianita se que empezamos con el pie izquierdo -dije agarrándola del brazo y dándola la vuelta -podríamos llegar a llevarnos muy bien.... Intenté acariciar su cara, pero ella la apartó. Sueltame -dijo estirando del brazo. Yo solo sonreí. Te ha dicho que la sueltes -dijo alguien detrás de mí. Me dí la vuelta, para ver a un tipo de unos veintitantos, con cara de mala leche. ¿Y tú quien eres su guarda espaldas?-dije sin soltarla. Le fuí a dar un puñetazo,pero ese tipo me agarró del brazo y me lo retorció, sacándome el hombro del sitio. Pegó su cara a la mía mirándome con unos ojos terroríficos.
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Apartate de ella-dijo con una voz monstruosa. La solté y el me soltó a mí. Aitor sé defenderme sola... -dijo Diana. Lo sé, pero no me apetece que destruyas el Instituto...-dijo mirándome, pero ya no tenía esos ojos... ¿Me lo habria imaginando? Me aparté de él con furia. ¿Quién eres? -dije pegando mi cara a la suya. Aparta tu cara imbécil si no quieres que te la parta- dijo a lo que yo pegué mi frente a la suya y empujé como una cabra montesa. Inténtalo ya no me va a a pillar desprevenido-dije con los dientes apretados. Entonces Diana se interpuso entre nosotros. Aitor... Ya... -dijo poniéndole las manos en el pecho y mirándole con cara de cachorrito-vamonos... La furia del tipo desapareció y ella lo besó,provocándome un ataque de celos. La furia se apoderó de mí y me lancé contra él mordiendo su cuello con furia, él también se transformó y empezó una lucha de Titanes... ¡Ya basta! - decía Sino intentando separarnos, pero no podía-¡¡He Dicho Basta!! Su grito nos lanzó a cada uno a una cierta distancia del otro. Ella se metió en el medio. ¡Ya vale los dos! -dijo poniendo los brazos estirados a los lados -dejad de dar el espectáculo. ¿Espectáculo? En ese momento miré a mi alrededor y ví un grupo de gente bastante numeroso, no me había dado cuenta... Pero me encantó, así sería más popular. El tipo agarró la mano de Diana y se la llevó, intenté seguirlos pero la directora me sujetó. ¿Donde te crees que vas Castro? -dijo con el ceño fruncido-a dirección... ¿¡Que!?¿y él qué? -dije indignado- ¡no peleé solo! ¿Por qué yo si y él no? Primero por que no es alumno de este centro y segundo por que usted no tenía derecho a acosar a su mate... -contestó-sabe perfectamente la furia con la que un lobo defiende a su pareja y aún así usted... ¡No sabía que era su mate! -me defendí, mientras ella me arrastraba. Ummm... En ese caso creo que lo dejaré pasar, pero de ahora en adelante controle sus instintos primarios en mi centro señor Castro-dijo la directora soltándome-y límpiese la cara... Esta hecho un asco... Fuí hacia el baño y me miré en el espejo¿por qué será que cada vez que me cruzo con Diana Montesinos acabo así...? Mis heridas ta habían curado, pero la sangre seguía pegada a mi cara. Me limpié, maldiciendo y dando puñetazos a la pared recordando ese beso. Ella tiene que ser mía... sea como sea...-dije mirándome al espejo, cuando de pronto mi reflejo cambió. Eso podemos arreglarlo... -dijo la mujer del espejo con una sonrisa de oreja a oreja. ¿T-t-ti-tia?¿tia Coralia, de verdad eres tú? -dije tocando el espejo, amaba tanto a mi tía que cuando murió, sentí que mi mundo se desmoronaba...¡ Y ahora la tenía aquí delante de mí...!
