Lo último que recordare antes de mi último respiro... serás tú.

2.1K 285 15
                                    

Caminaron tras de la princesa procurando no pisar su vestido tras ella. Con pequeñas charlas entre ellos, así como también la misma (t/n) daba la información referente a cada tienda, a cada sitio al cual se le guardaba respecto. Yacían más sitios de construcción anticuada que una que otra cosa moderna. Pero residía cierta belleza en mantener las cosas como siempre lo fueron en un punto. En dicho momento Luffy en un punto de distracción pisoteo la cola del vestido dorado de la princesa que provoco un inminente accidente.

—¡Luffy! — critico Sanji con un tono exasperado, el cigarrillo cayendo de su boca al suelo —.

Ambas manos en el suelo impidiendo que golpeara con su rostro, además de que cierto susto provoco que (t/n) bajase sus defensas. Fue quizá un corto periodo en donde las cosas se derrumbaron, en donde su tono de piel paso a ser uno pálido, uno enfermizo, unas cuantas cicatrices adornando su piel desnuda en su nuca. La tripulación, ni muchas personas fueron capaces de notarlo. Su cabello (c/c) se tornó más claro. E incluso hubo ligeros temblores, pero pasaron desapercibidos: Excepto para Luffy.

Su tono se recuperó tan pronto como se dio cuenta de que la magia se fue. Su tono de piel, cabello y todo lo malo se esfumo. Pero, aquella imagen permaneció grabada en Luffy que estaba ahora levantándose con una mirada seria en su rostro, las palabras de Robin pasaron por su mente como claro indicamiento de que algo malo estaba sucediendo con la familia real: La princesa estaba muriendo.

Y no era mentira.

—Déjame ayudarte — pidió Sanji extendiendo una mano —.

Excepto que... quien la ayudo a ponerse de pie fue su capitán. La expresión de Luffy nunca cambio, no se volvió alegre ni parecía interesado en las numerosas tiendas de comida, solo podía mirarla con atención con un millón de dudas pasando en su mente. ¿Un ser humano merecía morir solo porque sí? Quizá, a veces uno enfermaba. Salvo, que si una persona lo oculta es porque no es nada normal. Sin apartar su mano de la de ella la rodeo con la otra acercándose a mirarla con total atención.

—¿Sucede algo?

—¡Luffy, pídele perdón! — menciono Nami horrorizada —.

En un extraño silencio una pequeña sonrisa se formó en los rasgos del chico de goma. Las mejillas de la princesa (t/n) se tornaron rosadas, y estaba seguro de que con o sin hechizo ese tono era verdadero, incapaz de ocultarlo. No es que importase realmente, en más, fue aquello que le dio el impulso a querer ayudar.

—¡Déjame enseñarte algo!

—¿Qué es lo que quieres enseñarme además de todo lo que ya conozco, pirata? — cuestiono con confianza, sin soltar sus manos, mirándolo sin romper el contacto visual que ahí mantenían, como si compartiesen un único secreto entre ambos —.

Luffy se balanceo con una sonrisa mucho más grande.

—¡El mundo!

Mirándolo con atención utilizo su mano libre para guiarla a la frente del pirata. Sus dedos tocando con ligereza, pero seguridad la frente de él.

—Dime algo que ya no haya visto.

Tan pronto como ese toque, como esa frase salió de sus labios fue una extraña sensación, frente a los ojos del resto de piratas fue como una fracción de segundos. Para Luffy que, parado frente a la princesa, en realidad, ante sus ojos estaba en un extenso viaje por diferentes lares, diferentes tierras.

Incluido... el One piece. (Pero, por supuesto, él no lo sabría hasta el día en que sus pies tocasen esa tierra, entonces recordaría este maravilloso encuentro.)

Sus pies tocaban la tierra, su cuerpo en forma física estaba ahí. Pero su alma no lo estaba. Merodeaba de forma tan abrupta miles de sitios al azar. Todo el planeta tierra, cada una de las islas, cada cosa... fue capaz de observarla.

Entonces, al conseguir regresar se quedó de pie atónito. Confuso, aunque la sonrisa y expresión de asombro, una genuina sensación de admiración estaba grabada en él. (t/n) nunca iría a olvidar esa mirada: Felicidad pura.

"Y si muero entre estos días, recordare esa mirada que entre miles de piratas... era sincera. Felicidad, admiración, encanto... él era un ser humano puro e inocente." Y si moría pronto, esa mirada sería la que recordaría antes de dar su último respiro.

—¡Hazlo de nuevo!

—No.

—¡Por favor!

—No. — (t/n) se rio —.

Luffy inflando las mejillas se inclinó hacia adelante chocando nariz con nariz, mirándola con atención con sus ojos marrones, pidiéndole en silencio. Y quizá... solo quizá hubiese llorado cuando en la mirada de ella pudo leer su cansancio. E incluso tras apartarse sin ni un temor en un movimiento audaz la tomo entre sus brazos para continuar con la caminata, aun sabiendo, que todo lo que pronto sucedería se mantenía con esperanzas de que este fuese un sitio de aventura.

Desconociendo que pronto las cosas se pondrían amargas.

En ese instante no lo pensó: Pero esa noche soñaría con la risa de ella. Y tan pronto como diese el día siguiente su cuerpo se llenaría de rabia ante las revelaciones de un rey que podía resultar tan cruel.

¿Es posible amar a alguien tan pronto? Quién sabe.

—Gracias.

Susurro ella con una sonrisa sincera mientras continuaban avanzando en esa tierna tarde de verano, con él cargándola como si fuese una pluma, cargándola con total delicadeza, con la risa de Luffy sonando a través de la calle.


Tightrope (Monkey .D. Luffy & Lectora) FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora