-Capítulo 15-

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—¡Ginny! ¡Eh, Ginny! —Hope detuvo a la menor de los Weasley en un pasillo. 

—Ahora no, Hope... —murmuró Ginny alejándose, pero la castaña alcanzó a ver que Ginny lloraba. 

—¿Te sientes bien? ¿Puedo ayudarte en algo? —Ginny movió la cabeza con un gesto negativo. 

—Dean y yo peleamos. Sólo quiero estar sola. 

—Oh... Es que, bueno, necesito hablar contigo... sobre Harry —dijo Hope. 

   Ginny la miró con desconcierto, y de pronto su semblante se tornó más sombrío. 

—¿Qué pasa con Harry? —preguntó Ginny poniéndose a la defensiva. 

—Sólo quería decirte que él y yo no estamos juntos ni nada por el estilo. Sólo somos amigos. 

—Aah... ¿por qué me lo dices?

—Porque noté que te pusiste un poco celosa cuando él y yo fuimos juntos a la fiesta del profesor Slughorn —Ginny se sonrojó—. Está bien, tu secreto está a salvo conmigo —Hope le guiñó un ojo, le dió un abrazo y luego se alejó—. Si necesitas a alguien con quien hablar, puedes buscarme. 

.  

Enero y febrero pasaron muy rápido. Draco estaba cada día más irritable, ya que no conseguía reparar el armario por completo; se suponía que al poner cualquier objeto en su interior y pronunciar el hechizo, el objeto viajaría a alguna parte y volvería intacto, pero ya había probado con una manzana, un lápiz y un libro, y todos volvían en mal estado por la transportación o simplemente no volvían. 

—¡Se supone que tienen que atravesar a salvo! —exclamó el rubio con fastidio, cuando sólo volvió la portada del libro que acababa de transportar.
 
—Y cuando lo arregles, ¿para qué lo usarás? —preguntó Hope. 

—No hagas preguntas —masculló el rubio volviendo a su trabajo—. Tengo bastante con Snape intentando meter sus narices como para que tú también comiences a fastidiar. 

Hope no respondió y continuó terminando la tarea de Draco. Últimamente ella incluso le hacía las tareas, ya que él estaba demasiado estresado. Había días en que Hope tenía que obligarlo a ir al gran comedor a alimentarse, ya que se pasaba horas en esa sala regañando contra el mundo entero. Pero Hope tenía la paciencia de soportarlo y mantenerse a su lado, apoyándolo y haciéndole compañía.

Una tarde, Hope volvía a su sala común desde la sala de menesteres cuando se encontró a Harry y Ron en el pasillo. 

—¡Hola, chicos...! Ron, ¿estás bien?— el pelirrojo tenía la mirada perdida en el techo, la cara pálida y esbozaba una sonrisa de bobo. 

—Romilda, ¿eres tú? —preguntó Ron mirando a Hope, y de pronto se lanzó a besarla, pero ella alcanzó a girar la cara. 

—Harry... ¿Qué le pasa? —jadeó Hope, intentando apartar la lengua de Ron de su mejilla. 

—Poción de amor —susurró el azabache intentando apartar a su amigo—. ¡Maldita sea, Ron, ella no es Romilda!

—¿Ah, no? —se extrañó Ron, y miró a Harry con rabia—. ¡Dijiste que me la presentarías! 

—Sí, vamos, vamos —dijo Harry tomándole el brazo—. Hope, ¿nos acompañas? —miró a la castaña con súplica. 

—Sí, claro —Hope tomó el otro brazo de Ron, y Harry los condujo por el castillo hasta el despacho del profesor Slughorn. 

   Harry tocó la puerta del despacho mientras Hope sostenía a Ron, que se tambaleaba de un lado al otro susurrando el nombre de Romilda.
 
—Lo siento, señor, no lo molestaría si no fuera por algo muy importante —dijo Harry cuando el profesor abrió la puerta y los miró extrañado. 

—¿Romilda? —preguntó Ron. 

—¿Qué le pasa a Wenby? —preguntó Slughorn. 

—Una fuerte poción de amor —susurró Harry. 

   Entraron al despacho y Slughorn comenzó a preparar rápidamente un antídoto. 

—Habría pensado que podrías preparar rápidamente un remedio para ésto, Harry —dijo Slughorn buscando los ingredientes en su estante. 

—Pensé que ésto requería de alguien con más práctica, señor —respondió Harry, al mismo tiempo que Ron se soltaba del agarre de Hope y abrazaba al profesor. 

—Hola, cariño, ¿te apetece un trago? —dijo el pelirrojo. Hope, aguantando las ganas de reír, volvió a tomar el brazo de Ron y se lo llevó hasta el sillón más cercano. 

—¡Ron! —exclamo la chica cuando el pelirrojo se sentó en el soporte del sillón y cayó de espaldas—. Vamos, quédate quieto —lo sentó de nuevo con dificultad, y Slughorn se acercó llevando una copa con una poción roja. 

—¿Qué es ésto? —preguntó Ron recibiendo la copa. 

—Un tónico para la sed —le dijo el profesor. 

   Ron bebió y de inmediato se mejoró, volviendo en sí y preguntando qué había ocurrido. Mientras Harry le explicaba que se había comido unos chocolates con poción de amor, Slughorn fué a buscar cuatro copas y una botella envuelta en papel del regalo. 

—Pensaba regalar ésta botella, pero ya que estamos los cuatro aquí, hay que celebrar. Es hidromiel añejada en roble.

   Le dió una copa a cada uno y les sirvió un poco de hidromiel. 

—¡Salud! 

   Ron y Hope bebieron al mismo tiempo. Ya se habían tomado el primer sorbo cuando Harry y el profesor levantaron sus copas. Hope se sintió rara, se le durmió la lengua y sintió que también se le dormía el cuerpo. Ella y Ron cayeron hacia atrás al mismo tiempo, convulsionando y echando espuma por la boca.

Hope sentía que se ahogaba, no podía respirar y era sacudida por horribles temblores; los gritos de Harry se escuchaban lejanos, el techo de la habitación se volvió borroso y de pronto, se desmayó...

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¿Creen que Hope sobreviva?😱

Más allá de los secretos [COMPLETA] ✔️ (Draco Malfoy, fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora