-Capítulo 05-

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❤️ Maratón 2/5❤️
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—¡Hope! ¡Oye, espérame! —gritó un chico de cabello negro.

La castaña se detuvo al medio del pasillo y se giró con una sonrisa.

—Yo mejor me voy— susurró Susan con diversión.

—¡Hola, Terry! —saludó Hope cuando el Ravenclaw llegó a su lado.

—¿Quieres ir conmigo a Hogsmeade mañana? —preguntó el chico.

Hope sonrió radiante.

—Sí, claro que sí.

.

Draco y Hope llevaban ya una semana juntándose en la sala de menesteres todos los días. Ella había encontrado inspiración para dibujar en la persona que menos creía probable: Draco, con sus fríos pero hermosos ojos grises y su forma de ser tan característica. Y él, por otro lado, había encontrado en Hope la compañía que necesitaba.

—¿Qué hacen tus padres en el mundo muggle? —preguntó Draco rompiendo el silencio.

Ambos se encontraban en la sala de menesteres; él estaba ocupado en el armario, y Hope lo acompañaba recostada en el sillón, como siempre.

—Mi padre es abogado y mi madre enfermera —respondió Hope.

—Aah... —Draco la miró con curiosidad: Hope no dejaba de mirarse las uñas y sonreír; ni siquiera había sacado su cuaderno de dibujo, lo cual hacía todos los días—. ¿Por qué estás tan alegre?

—¡Tengo una cita! —chilló Hope sin poder aguantarse; tenía que contárselo a alguien y Draco era el único cerca en ese momento.

De la impresión, el rubio dejó caer un trozo de metal que sostenía.

—¿Qué...? —murmuró apenas, recogiendo lo que se le había caído.

—No sé si es exactamente una cita, pero...

—¿Con Potter?

—¡No! Con... —Hope soltó una risita nerviosa—, con Terry Boot.

—¿Te gusta? —preguntó Draco en un susurro.

—Es un buen chico. Es agradable, y... Bueno, sí, me gusta.

—¿Y a dónde irán en su cita, a las cocinas? —preguntó Draco con tono burlón.

—No, a Hogsmeade, mañana— respondió Hope mirándolo con el ceño fruncido, y Draco volvió a soltar lo que tenía en la mano—. ¿Estás bien?

—¿Irán a las Tres Escobas, por casualidad? —preguntó incómodo.

—No lo sé, no hablamos de eso.

—No deberían ir allí. Escuché que hay ratas en las bodegas —mintió, pues tenía una muy buena razón como para no querer que Hope se acercara a las Tres Escobas.

—Draco, ¡tú eres un chico!

—No me digas— murmuró el rubio.

—Me refiero a que... bueno, yo nunca he tenido una cita antes. ¿Qué se supone que debo hacer?

—No tengo idea —masculló Draco.

—¿Qué has hecho en tus citas?

Draco no contestó y continuó trabajando, aunque de muy mal humor, pues él nunca había tenido una cita y la única chica con quien le interesaba salir, acababa de decirle que le gustaba otra persona.

De pronto, el chico tomó un alicate y lo lanzó lejos, con rabia. El alicate chocó contra un espejo y lo quebró, causando un ruido sordo que resonó por toda la sala. Hope se sobresaltó y levantó la cabeza al mismo tiempo que Draco comenzaba a patear todo a su alcance: una botella con una poción pegajosa y negra se hizo añicos contra un marco de metal, seguida de una silla apolillada que crujió y se desarmó, al igual que otros objetos menores.

—Draco... —Hope, asustada, se puso de pie.

—¡Vete! —gritó él, con los ojos llenos de lágrimas.

—¿Qué pasa...?

—¡Vete! —volvió a gritar Draco, comenzando a golpear con los puños el armario que estaba reparando, una y otra vez.

—¡Te estás haciendo daño!

Hope se acercó rápidamente a él y le tomó el brazo, pero Draco, cegado por los celos y la rabia, se soltó del agarre y la empujó.

—¡Que te vayas, maldita sea!
Hope cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza con el borde del sillón en el que estaba sentada, soltando un gemido de dolor.

Draco se paralizó ante lo que acababa de hacer, y sin atreverse a mirar a Hope o acercarse a ella con temor a volver a dañarla, se cubrió la cara con ambas manos. Hope se enderezó con dificultad, sintiendo una fuerte punzada en la cabeza y escuchó que Draco soltaba un suspiro que fácilmente podría interpretarse como un sollozo.

—Lo siento, no quise... —lo oyó susurrar—. Por favor vete...

Pero Hope no se marchó, sino que le dió a Draco justo lo que necesitaba: un abrazo.

El rubio se sorprendió y se tensó ante aquella inesperada muestra de afecto, pero luego se relajó y se volteó; rodeó a la chica con sus brazos sin permitirle que viera su rostro, y la apegó a él. Hope se sentía en las nubes oliendo el suave aroma que emanaba del cuerpo de Draco, disfrutando su cercanía, y le costó darse cuenta de que se estaba quedando sin oxígeno.

—Draco... no respiro...

El rubio la soltó poco a poco.

—¿Qué fué eso? —preguntó él volviendo a sonar incómodo, adoptando su típica expresión fría.

—Un abrazo —sonrió Hope.

Draco arrugó la nariz en señal de desaprobación, aunque...

—¿Me das otro? —preguntó casi en un susurro, pero Hope lo escuchó perfectamente y sin dudarlo, volvió a abrazarlo.

Ésta vez se puso de puntitas para rodear el cuello de Draco con sus brazos, y él la sostuvo fuertemente de la cintura, apoyando la cabeza en el cuello de Hope, que sintió un escalofrío cuando la respiración de Draco chocó contra su piel; la forma en la que la nariz del rubio la rozaba suavemente la estremeció, y de pronto, él comenzó a besarle el cuello, primero de forma suave y luego cada vez más intenso.

La piel de Hope se erizó, su respiración se volvió entrecortada y se sorprendió al darse cuenta de que ella empujaba la cabeza de Draco hacia su cuello. Draco la besaba con ansias, mientras ella se concentraba en el delicioso contacto de los labios del rubio con su piel, haciéndole cosquillas y provocándole miles de sensaciones.

Sólo cuando Hope sintió un extraño bulto en los pantalones de Draco, reaccionó. Se separó de él de golpe, impactada por lo que acababa de pasar.

—Debo irme... —murmuró tomando rápidamente sus cosas y corriendo hacia la salida.

—Bueno, campeón, tenemos trabajo que hacer —dijo Draco contento, desabrochándose los pantalones.

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(Gracias por sus votos y comentarios ❤️)

Más allá de los secretos [COMPLETA] ✔️ (Draco Malfoy, fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora