-Capítulo 03-

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—Hola, Hope— saludó Draco.

¿Qué quieres?

Escucha, sé que no reaccioné de la mejor forma cuando me dijiste que eras una sangre... hija de muggles, pero me sorprendió, eso es todo.

—¿Por qué te sorprendió? —preguntó la castaña.

—No lo sé, es sólo que... Mi padre una vez me dijo que las chicas más hermosas siempre son de sangre pura y de familias de renombre, así que me sorprendió que no fueras... ya sabes...

¿Estás queriendo decirme que soy hermosa?— preguntó Hope con una sonrisa encantadora.

Hermosa y preciosa— sonrió Draco, y su sonrisa se agrandó al ver que un leve rubor cubría las mejillas de la chica frente a él.

No aguantó más, se acercó a ella y la besó de sorpresa.

No podemos estar juntos— susurró Hope con una expresión triste, alejándose.

¿Por qué no?

Eres un mortífago.

¿Co... cómo lo sabes?

Lo sé todo de tí, Draco. Sé lo que planeas. Eres un asesino.

No, Hope, espera...

¡Asesino!

¡NO...!

¡ASESINO!

Draco despertó de golpe y se sentó en la cama. Estaba bañado en sudor y tenía la cara mojada por las lágrimas.  ¿Qué mierda acababa de soñar? ¿Y por qué con aquella Hufflepuff?
  
En tan sólo dos encuentros, esa chica se le había metido en la cabeza como ninguna otra.

Había pasado casi una semana desde que hablaron en la biblioteca y Draco no podía dejar de pensar en Hope. Más de una vez se sorprendió a sí mismo caminando hacia la mesa de Hufflepuff en el gran comedor sin saber por qué, arrepintiéndose al instante.

¿Qué estaba pasándole?

.

En la clase de Pociones del día lunes por la tarde, Hope se sentó como siempre en la misma mesa que su compañero de casa, Ernie Macmillan, además de Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger, con quienes compartía una buena amistad. 
  
Hope había notado que en clases de Pociones, Hermione casi no le hablaba a Harry, y solía dirigirle severas miradas cuando el chico recibía los elogios del profesor, pero no quiso preguntar el motivo.

—Hermione, ¿me prestas tu cuchillo de plata? Olvidé traer el mío —pidió Hope. 

—Sí, claro... lo tiene Harry —contestó Hermione sin quitar la atención de su caldero.

Hope se acercó a Harry.

—¿Ocupaste el cuchillo?— le preguntó.

—Sí, ten...— pero Hope no recibió el cuchillo. Harry la miró, y vió que la chica estaba leyendo el libro de pociones que él tenía sobre la mesa.

—¿Y esos apuntes?— preguntó la castaña con el ceño fruncido.

—¿Qué...? Aah... no es nada— balbuceó Harry con tono dudoso, y cerró rápidamente el libro.

—¿Qué te traes, Potter?— preguntó ella con una media sonrisa.

Harry quería cambiar de tema para no revelarle a Hope su secreto de por qué le iba tan bien en Pociones, así que no encontró nada mejor que intentar coquetearle:

—Por cierto...— le acomodó a Hope un mechón de pelo tras la oreja—, hoy te ves muy linda, Hopi. ¿Ese pintalabios es nuevo? —preguntó Harry, rojo como tomate.

Hope ni siquiera tenía los labios pintados, por no mencionar que la llamó "Hopi"; lo miró con confusión, y Ron, frente a ellos, abrió la boca con un gesto cómico, mirando a Harry más que sorprendido.

—¿Te gusta Hope?— le preguntó el pelirrojo sin importarle que la mitad de la clase escuchara.

En la distancia, un chico rubio endureció su semblante aún más, ya que no había dejado de mirar a Hope en toda la clase, y le molestó su cercanía con Harry.

—N... no, yo sólo digo... Sí, bueno, es linda, ¿no? Quiero decir, me gustas como amiga, claro.

—Tú también me gustas como amigo, Harry— sonrió Hope; le dió un corto abrazo, tomó el cuchillo y volvió a su puesto aún confundida por la actitud del azabache.

Cuando la clase terminó, todos se retiraron. Hope tomó sus cosas pero extrañamente su mochila se rompió y se abrió, vaciando todo su contenido al suelo.

—Oh, no...

Comenzó a recoger rápidamente sus libros y demás objetos. Alguien se agachó junto a ella y le ayudó: Draco.

—Aquí tienes— dijo el rubio entregándole su estuche y varios pergaminos.

—Gracias —dijo la castaña. De inmediato sacó su varita y reparó su mochila, sin saber que fué Draco quien con un hechizo se la rompió, para tener una oportunidad de hablar con ella.

—No me importa que seas hija de muggles.

—¿Por qué me lo dices?

—Porque no soy como mi padre.

Hope lo miró con curiosidad, y Draco continuó hablando; se notaba que estaba haciendo un esfuerzo mayúsculo por no marcharse:

—Lamento la forma en la que reaccioné el otro día cuando me lo dijiste en la biblioteca, no fué mi intención ofenderte. Y... si quieres, puedes ir a dibujar a la sala de menesteres cuando gustes. De hecho, yo voy para allá ahora y puedo enseñarte cómo entrar.

Hope lo miraba con una expresión desencajada. ¿En serio ese chico que tenía delante de ella, disculpándose y siendo amable era Draco Malfoy?, ¿el mismo Draco Malfoy que el año anterior había pertenecido a la brigada inquisitorial y le había quitado puntos a varios de sus compañeros sólo por ser de Hufflepuff?

—¿Qué dices?— preguntó el rubio mirándola con esperanzas.

Recién entonces la chica notó lo delgado que estaba Draco. Se veía cansado e incluso enfermo; quizás lo estaba, y sólo era amable con ella porque necesitaba compañía, alguien con quien hablar... ¿Quién era ella para negarse?

—Sí, ca... claro— sonrió Hope—. Ahora tenemos un tiempo libre antes de la cena.

Guardó sus cosas en su mochila y se dispuso a seguir a Draco hacia la salida.

—Una cosa más...— dijo él volteándose con su sonrisa rompecorazones y extendiéndole la mano—. Soy Draco Malfoy.

—Es un gusto conocerte, Draco Malfoy. 

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Comenten qué les está pareciendo la historia ❤️ Sé que ha comenzado un poco lento, pero sólo es el tercer capítulo 😊

Gracias por sus votos y comentarios ❤️

Más allá de los secretos [COMPLETA] ✔️ (Draco Malfoy, fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora