Story Of My Life... || parte II

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2019

El regreso de Jane a casa había sido un tema de hablar desde que habían informado una semana antes de su llegada, todos esperaban con ansias su regreso, hasta ella lo esperaba.

En su tiempo en el internado, había tomado conciencia de los sucesos con Joe, pensando que solo era una niña y era asquerosa la relación entre ambos, la forma en la que la veía Joe y la forma "especial" en que la trataba.

Mientras tanto, Joe había tenido una fuerte y calurosa discusión con el señor Mercier y sus dos hijos, Jo y Kill,tan solo una semana después de la ida de Jane, quien lo acusaron de pedofilo y un abusador, siendo esa la única y gran causa por la que habían alejado a Jane de él, enviándola al otro lado del país, lejos de él, por lo causado, Joe se mudó ese mismo día, y así abría vivido durante 5 años hasta que por complicaciones y dificultades tuvo que regresar a su casa, la casa número 4 en el barrio flamingos.



Y en el transcurso de esos 5 años, ambos cambiaron, el ya no era un niñito de 25 que vio por última vez llorar a su amada al ser alejada de él, y jane ya no era una niña de 14 años llorando en los brazos de su amado al ser alejado de ella, ambos eran adultos maduros de 19 y 30 años, adultos fuertes que habían sufrido y mejorado ante la separación.

Ambos estaban nerviosos y ansiosos, Mercier no quería verlo ni en pintura y Mazzello, el solo quería disculparse y luego volver a huir lo más rápido posible como lo había hecho hace 5 años.

El día del asado, todos, absolutamente todos estaban ahí, la señora Tyler Collins, que venía con su recién nacida y su esposo Dave, la extraña señorita Valentina y ahora su nuevo esposo, un pelirrojo carismático y Anastasia Bermúdez con su hermano Ben Hardy, todos disfrutaban del fresco día de otoño descansando en las mesas de jardín de los Mercier, quienes felices atendían a los invitados, por suerte, Joe Mazzello salía temprano del trabajo, y por más suerte, quería prepararse un café, pero había un problemita, no tenía nada de café, así que no le quedo más remedio que ir a la casa de sus vecinos y pedir solo un poquito de café.

Kill y Jo ya no era precisamente unos niñitos, y Joe había tenido presente eso a la hora de que ellos abrieron la puerta dejando notar la diferencia de altura de Joe y Jo, el hermano de medio de los 3 Mercier, la sonrisa nerviosa y palabras trabadas de Joe dejaban notar su miedo, el pequeño Jo, había crecido al igual en todos los sentidos, ahora era muy alto y fornido, dos cabezas mas abajo, se encontraba un delgado y ansioso Joe.

La cara de Jo cambio de una de molestia a una de nerviosismo y miedo, Joe sabía que algo había atrás de él, así que cuando intento dar la vuelta, Jo lo empujó al suelo dejándolo inconsciente.

En ese instante, iba bajando del taxi la nueva y mejorada Jane, con curvas candentes, enormes senos y un redondo y perfecto trasero, ni hablar de sus piernas y labios, ella estaba mejor que nunca, al ver al sujeto en el suelo por instinto corrió hacia él, regañando a su hermano, Jo lo único que hacía era alterarse más ante cada toqueteo de su hermana al hombre, pero Jo, se dió cuenta que ella no lo reconocía hacia que se aliviara.

Su alivio no duró demasíado, a los pocos minutos el hombre despertó con un terrible dolor de cabeza, pero volvió a caer al ver a la joven delante suyo, estaba impactado por tanta belleza.

No hubo más remedio que dejarlo en la habitación de Jane, quien lo cuido por esas horas que estuvo inconsciente, al despertar solo tenía una pregunta hacia él.

-¿Quién eres?

Soy .. Soy Joe.

En ese instante, cientos de peluches y almohadas volaron en su dirección haciendo que huyera de ahí, en absoluto, se alejaría lo más que pudiera de ella.

En las noches, les era imposible sacar de su cabeza a el otro, y por las mañanas, era imposible sacarlo, pero de otra parte…

Una de esas tantas veces, Joe despertó por la madrugada con la respiración agitada y sus pantalones muy apretados, frente a él se encontraba una erección muy marcada, con timidez y decidido, bajo sus pantalones y comenzó acariciarlo, de arriba abajo y de abajo a arriba, con movimiento lentos y ojos cerrados, imaginando las caderas de las chicas o esa hermosa boca suya, sus gemidos bajos sonaban por toda la habitación, cada minuto aumentando más hasta el punto de éxtasis, manchando su mano y las sábanas azules de su colchón, estaba cansado y extasiado, se sentía algo sucio por lo que hizo, pero al final, seguía siendo su Jane y el lo sabía....




Los siguientes días, ambos se ignoraban, ni siquiera se miraban "fugazmente", ambos tenían ganas del otro, ambos estaban llenos de deseo, ambos sentían la terrible tensión sexual, ambos no se resistieron y lo hicieron, una y otra, y otra vez  hasta el cansancio, hasta aceptar sus sentimientos, hasta aceptar una cita, hasta aceptar la formalidad y hasta aceptar el que su "pequeño juego" se había salido de sus manos y ahora estaban terriblemente enamorados,casados y esperando a un hijo, y lo mejor, terriblemente felices con el otro.

One Shots. || Joe Mazzello.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora