One Shots. || Joe Mazzello.

Un amor de la infancia... || parte II

Los años pasaron, las amistades se distanciaron y esa hermandad se había roto, ya no eran unos chiquillos de primaria sumamente inmaduros que hacían desastre por doquier, si no, fuertes y grandes ( algunas casi y otros hasta ya universitarios.) Jóvenes que habían florecido.

Y todos esos años, habían pasado demasiado rápido, Joe se encontraba en sus dulce 18 años, se graduaría con honores y entraría a la universidad que querría, tendría el trabajo que siempre quiso y hasta, prosperaría, pero no se podía decir lo mismo de los demás chicos, ya arrepentidos de lo que habían hecho, por lo máximo, pasaban del 8.5 de promedio.

Todos ellos, habían sido distanciados por la adolescencia, cambios hormonales y físicos sucedieron en ellos, y después de la abrupta tarde en que, sobrepasaron el límite entre la burla y la broma con Joe, haciendo que estallase y golpease a cada uno de ellos, ganando el respeto y a la vez miedo de cada uno, todos cambiaron, la que era una alegre Donna con dos coletas y lentes feos ahora era, una joven fuerte y hermosa de 17 años, tan dura e impenetrable como una gruesa pared de concreto.

Parecía que la vida de cada uno era de ensueño, era todo lo que querían y pedían, pero para Joe, no precisamente era eso, su abuela, una señora de no más de 60 años estaba en la etapa final, era una señora amada por todos, por las tías y tíos, amada por toda la familia Thomas.

Una fría tarde de octubre, todos estaban reunidos en casa de su abuela, esperando señales o información de que la señora estaba estable y sana, pero en cambio, recibieron a un Joe en un mar de lágrimas y pálido, la que había sido su luz, su admiración y apoyo todos esos años había sido apagada para nunca volver a prenderse nunca más.