Capítulo 5: Hora de nosotros

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La próxima semana también la tenía llena de cosas qué hacer, por lo que Miku frustró, Satou estaba tranquilo, aunque cuando le dijo la noticia, se puso un poco triste, ella pudo notarlo.

Ahora estaba practicando en su piano una canción nueva, al mismo tiempo que cantaba, pero no lograba concentrarse y se olvidaba de la letra.

«¡Esto no es justo! Yo también quiero descansar». Miku dejó caer su cabeza en el piano, haciendo una nota fuerte, pero desafinada, estaba con el ceño fruncido y con mal humor. «Así nunca podré tener mi cita con Satou-san».

Ahora que lo pensaba, nunca había tenido una cita de forma oficial con Satou, todo era siempre ser idol y al mismo tiempo, alejarse de todos, sobre todo de Shidou y Kanade. Siempre tenía una excusa qué dar y ahora esa misma excusa le alejaba de lo que en verdad quería hacer.

«Pero no dejaste de ir a verme». Pensó con una pequeña sonrisa y con los ojos cerrados. Era verdad, en esos tiempos, Satou también estaba ocupado entrenando a Shidou y Kanade, además de arriesgando su vida para protegerlas, aunque amaba a Miku, siempre podía estar con alguien más, ese pensamiento le hizo abrir los ojos con impresión. «Satou-san pudo haber estado con cualquiera antes de mí».

Sonrió de nuevo con algo de ironía, realmente solo lo usó para sentirse mejor y amada. Nunca le explicó que eso lo hacen los novios, las parejas, las cosas que ellos dos hacían, no era algo que pudiera estar haciendo con otra chica, pero Miku solo llegaba con él cuando necesitaba cariño y consuelo, después se iba. Satou se quedaba con los espíritus, eran muy importantes para él, por supuesto que las quería.

Ahora que lo pensaba, aun sin conocimientos y sin que ella fuera constante, Satou nunca le engañó, o eso creía. Que estúpida, pensaba, esta era la primera vez que se ponía a pensarlo, aunque ¿para qué? Había pasado años de eso, ahora estaban juntos y ella tenía mucha culpa, sin embargo, Satou estaba aquí, a su lado. A pesar de todo.

Pero como si fuera una astilla en su pie, no pudo sacarse esa idea de la cabeza. Siendo Satou tan inocente e ingenuo, pudo haberla engañado sin saberlo, pudo haber estado enamorado de otra, sin saberlo, pudo haber hecho tantas cosas, incluso si no estaba seguro de nada. Después de todo, durante ese tiempo, ¿qué eran ellos dos? ¿Eran amigos? ¿Eran novios? ¿Eran amigos con beneficios? ¿Había algo concreto?

¿O Satou era alguien que solo usaba como un objeto para dejarlo después donde estaba?

Miku se sintió enferma por sus pensamientos y por el pasado, realmente había actuado muy mal, ni ella se explicaba ahora como lo había hecho con tanta sencillez. Tenía suerte de que Satou fuera tan ingenuo y a la vez, tan bueno para no hacerle preguntas y solo atender a sus demandas.

Si Miku quería un beso, lo tenía. Si quería un abrazo, lo tenía. Si quería que le dijera cosas lindas, él lo hacía lo mejor que podía. Si solamente quería estar cerca de él, sin que le dijera nada, él lo hacía. Realmente no había diferencia entre una mascota y él, ella volvió a sentirse mal.

«¿Y aun así estoy pensando en esto?» No tenía derecho de preguntarle si alguna vez se acercó a alguna de sus amigas antes que ella, no tenía derecho de enojarse o de sentirse celosa si es que así fue, después de todo, ¿qué diablos eran ellos dos en ese tiempo?

No tenía derecho, pero ahora él le importaba, esto le importaba y le lastimaba, diferente de cuando se trataba de Shidou, quien estaba rodeado de chicas que lo amaban también, con él entendía que debía ser así por su situación... Y eso amortiguaba todo.

Mientras iba buscando a Satou por la casa, se preguntó por qué con Shidou había tantos lujos especiales de dejarle estar con tantas chicas, cuando eso debía de lastimarla, justo como ahora se sentía insegura porque Satou pudo haber querido a otra persona, y ahora estaba casada con la idol simplemente porque ella lo decidió y él aceptó.

Amor MelódicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora